Ver el amanecer durante un trayecto de Guadalajara a Atotonilco es abrir la mirada a distintos paisajes colmados de montañas, vegetación y un despejado cielo que se tiñe de múltiples colores. Este recorrido es el que se necesita hacer cuando se visita Hacienda Patrón, un espectacular hotel privado que, desde la entrada, refleja el lujo que se puede experimentar en su interior.
En esta ocasión, lo que nos llama para visitar el hogar de este popular tequila nacido hace más de 30 años es la celebración que se realiza en torno al día de muertos. Si bien cada una de estas experiencias son únicas y muy exclusivas, es un hecho que Tequila Patrón se esfuerza por crear año con año una fiesta que enaltece la tradición, tanto de la fecha, como de la producción del que es el destilado más popular de México.
Existen decenas de lugares que son ideales para vivir los mágicos días que envuelven la fiesta del Día de Muertos. Entre estos se encuentran algunas poblaciones de Michoacán, Oaxaca, Guanajuato y muchos otros estados de la República, pero Jalisco no se queda atrás y en sus distintas localidades se llevan a cabo tradicionales y emotivos festejos que son acompañados por la cadencia mexicana, que es única.
Flores de vivos colores, calaveritas de azúcar, la ya clásica Catrina de José Guadalupe Posada, gastronomía tradicional y, por supuesto, los conocidos destilados del Agave son algunos de los elementos que hacen de esta la festividad más mexicana, y nosotros la vivimos junto a Tequila Patrón.
Nuestra experiencia inició al llegar a la La Casona, donde en la entrada ya nos recibía un majestuoso candelabro escultórico realizado a partir de una técnica muy tradicional en México, el vidrio soplado. Cócteles confeccionados con las delicias de la temporada también sumaron a la cálida bienvenida que fue seguida por una excursión a Casa Mayahuel, uno de los más de 30 productores de agave, de donde procede la materia prima que le da vida a todas las expresiones de esta casa tequilera.
Así se realiza el tequila en Hacienda Patrón
Tras una abundante taquiza, fue momento de conocer a Rogelio, el único jimador que trabaja en la casa tequilera. Este hombre lleva en sus venas y en su corazón el conocimiento más puro del agave y es el encargado de hacer una demostración de cómo se jima esta planta, la cual tarda más de 5 años en estar lista para su cosecha. Junto a su Coa –el filoso aditamento con el que desprende las pencas del maguey tequilero– este experimentado agricultor deja prácticamente limpia la piña, como se le llama a la parte central del agave que posteriormente se transporta a la enorme planta de producción.
Ya en este lugar, el proceso inicia con el horneado del corazón del agave, en donde se caramelizan sus azúcares naturales que posteriormente provocarán el tequila. En esta enorme fábrica a la que se le conoce como Hacienda Patrón, los procesos no han cambiado y luego de unas horas dentro del horno de piedra, el agave cocinado pasa a la tahona, método ancestral que se utiliza para extraer el jugo.
Si bien anteriormente esta imponente rueda de piedra volcánica se movía por la fuerza de un animal, en la actualidad ya se utilizan máquinas con la intención de agilizar la producción y, también importante, para no explotar a los animales. El efecto es el mismo, sin embargo, esta bodega tequilera ha querido preservar los métodos ancestrales, a pesar de que en distintas fábricas ya se utilizan maquinarias modernas para la extracción de todos los jugos.
Luego de esta parte, es momento de dejar actuar a la naturaleza y comienza la etapa de fermentación, que da paso a la primera destilación, donde se separan los alcoholes malos de los que no son dañinos. De ahí pasa a una segunda destilación, que es el mínimo requerido para un tequila de Patrón, empresa que entre sus expresiones cuenta con algunas que llevan cuatro destilaciones.
Tras este proceso físico llega el momento de filtrar y posteriormente se realiza el embotellado del tequila blanco, aunque en realidad la mayoría del caldo pasa a las miles de barricas en donde se deja reposando y añejando, esperando que el maestro tequilero haga los blends necesarios para crear las múltiples expresiones de lujo de esta casa tequilera.
Vivos y muertos celebran en Jalisco el Día de Muertos
Es momento de probar. Esta etapa es aún más especial con la emoción propia del Día de Muertos, pues tendremos la oportunidad de volver a disfrutar de un buen tequila con quienes se han adelantado en el camino, poniendo su bebida favorita en nuestro altar, en donde no pueden faltar los platillos más mexicanos, la luz de las velas y las calaveritas de azúcar y chocolate.
Nuestra experiencia en Hacienda Patrón no ha terminado y luego de una apasionante lección acerca de la bebida más emblemática de México, es tiempo de una cena muy especial, en la que los sabores del país norteamericano y específicamente de la región de Jalisco, son los protagonistas. Escamoles, champurrado, pan de muerto y maíz, todos estos elementos se entrelazan en una experiencia gastronómica global que no puede terminar de ninguna otra manera que no sea con un trago de tequila y una fiesta con Mariachi, mientras celebramos la vida de quienes se fueron y el regreso a casa de sus almas.