No cabe duda de que Latinoamérica está y siempre estará de moda. Por tal motivo, nos encontramos en un excelente momento para llevar a todo el mundo el arte que se realiza en parte de Norteamérica y a lo largo de Centro y Sudamérica. Esto lo tiene muy claro Danielle Juliao, una joven y talentosa colombiana que ha emprendido un proyecto muy ambicioso, con el que busca exponer el trabajo artístico realizado en su país natal y en toda Latinoamérica al plural público neoyorquino.
Se llama Concordia Studio y “nació de mi deseo de crear una plataforma que apoye a artistas emergentes y de mediana carrera, especialmente de América Latina, en el contexto global de Nueva York”, comparte en entrevista Danielle, quien hace unos días inauguró una ambiciosa muestra con el trabajo de seis de sus connacionales, la cual tituló ‘05:59’ y está inspirada en la interpretación individual que cada artista tiene de los impresionantes paisajes de Colombia.

Quería construir un espacio donde las experiencias interdisciplinarias pudieran coexistir con el arte, uniendo disciplinas como la moda, gastronomía y el diseño dentro de nuestras exhibiciones… Esta fusión de arte y cultura es fundamental para el proyecto que busca ser una plataforma para artistas de América Latina.
Mi experiencia como colombiana y mi educación en Parsons School of Design me enseñaron el valor de la diversidad cultural. Hay una riqueza en las narrativas latinoamericanas que siento que necesita ser representada más ampliamente en la escena artística de Nueva York. Concordia busca resaltar esas voces, proporcionando una plataforma para artistas que pueden no tener visibilidad en otros lugares.

Para nosotros, el arte no existe en un vacío. En Concordia buscamos crear experiencias que amplifiquen el diálogo entre el arte y otras formas de creatividad. Por eso, dentro de nuestras exhibiciones incluimos eventos como catas de vino, pop-ups de moda y paneles de discusión con los artistas, lo que permite que los visitantes se conecten con las obras desde múltiples ángulos sensoriales.
Que es un espacio efímero y nómada, lo que nos permite ser flexibles y adaptarnos a diferentes contextos. Además, nuestro enfoque interdisciplinario y el compromiso con la cultura latinoamericana nos distinguen. No solo somos una galería, sino un estudio creativo que busca romper barreras entre el arte y otras disciplinas.
Quisimos explorar cómo los artistas colombianos contemporáneos están reimaginando la naturaleza, no solo como un lugar físico, sino como un espacio emocional y psicológico. La idea del paisaje, tradicionalmente visto como algo estático y representativo, aquí se transforma en algo más fluido y personal y cada uno de los seis artistas ofrece su propia interpretación abstracta del paisaje, lo que crea un diálogo fascinante entre generaciones y enfoques.

‘05:59’ representa un momento de transición, justo antes del amanecer o atardecer, cuando el día está a punto de empezar, pero aún no ha salido el sol. Simboliza ese instante de cambio y potencial, un tema recurrente en la obra de estos artistas, que exploran el paso del tiempo y la luz como metáforas de la percepción y la memoria.
Cada uno aporta una visión única del paisaje. Teresa Sánchez y Margarita Gutiérrez, por ejemplo, son pioneras de la abstracción en Colombia y sus obras combinan precisión geométrica con una fluidez expresiva. Por otro lado, artistas más jóvenes como Ana Mosseri y Alejandro Sintura están explorando el color y la luz de formas contemporáneas. Todos juntos, ofrecen una reinterpretación fresca y vibrante del paisaje. De igual manera, tanto Luisa Montoya, como Juan Rodríguez, integran su estilo muy propio a su trabajo como paisajistas.
Martín y yo compartimos una formación similar en Parsons, y ambos tenemos una pasión por destacar el arte latinoamericano en un contexto internacional. Trabajar juntos en esta exposición ha sido muy enriquecedor, ya que hemos podido combinar nuestras perspectivas y experiencias para crear una exhibición que captura la esencia de los artistas y su relación con el paisaje.

Estamos trabajando en nuevas colaboraciones con artistas de otros países de América Latina, y explorando cómo podemos expandir nuestras exhibiciones a otras ciudades del mundo. También seguiremos integrando experiencias interdisciplinarias que involucren a otras formas de expresión artística.
Selecciono artistas que no solo tienen una técnica sólida, sino que también están explorando temas contemporáneos importantes, como la identidad, la memoria, y la interacción con su entorno. Me atraen las voces que tienen algo que decir sobre la experiencia latinoamericana, pero que también resuenan en un contexto global.

Hay muchos, podría decirte de Colombia a Adrián Gaitán, y a todos los de esta muestra, de México a Ana Segovia y Othiana Roffiel, de Puerto Rico a Jean Pierre Villafañe; en fin, son muchísimos.
Que encuentren su voz y su visión única. La curaduría es un trabajo de contar historias, y es fundamental que entiendas qué tipo de historias quieres compartir con el mundo. Además, hay que ser resiliente y apasionado, porque este es un campo donde la perseverancia realmente paga.
Creo que el arte latinoamericano está ganando cada vez más relevancia en la escena global, no solo por su riqueza estética, sino por las historias poderosas que cuenta. A través de iniciativas como Concordia Studio, espero seguir contribuyendo a esta creciente visibilidad y asegurando que los artistas latinoamericanos tengan una plataforma donde puedan ser escuchados y valorados.