Recibir a gente en casa es todo un arte que se ha perfeccionado con el paso de los años. Si bien no todos son amantes de ser anfitriones, hay una gran cantidad de personas que disfrutan cuando tienen visitas y son ellas las que se preocupan por entretener propiamente a sus invitados.
Para ese grupo y para los que aún no han decidido si disfrutan o no ser los encargados de la hospitalidad, aquí hicimos una lista de los aspectos básicos a tomar en cuenta para que dejes la mejor impresión en los asistentes a tu hogar.
Si bien todo esto dependerá del contexto de la reunión, es decir, si es formal o informal, hay algunos detalles que en ambas opciones son igual de importantes, por lo que te sugerimos enfocarte en cumplir estos ocho puntos que harán de ti el mejor anfitrión en cualquiera de las oportunidades que tengas.
Sigue estos 8 consejos si quieres ser el mejor anfitrión
- Haz la invitación con tiempo. Cuando se trata de un contexto poco formal, con algunos días de antelación es suficiente, aunque lo ideal sería como mínimo una semana. Si tienes planeada una reunión más seria, es importante que envíes la invitación con tiempo para que quienes la reciban puedan planear bien su asistencia.
- El día del evento, ten todo listo a tiempo. Si tú organizaste esa reunión, eso quiere decir que tienes la obligación de organizar tu agenda los días previos y el propio día de este convivio. Esta regla aplica principalmente para ocasiones en las que se abrirán las puertas de tu casa para un evento semiformal o informal, pues generalmente, cuando se trata de algo más relevante, todos los preparativos son delegados a personas especializadas que tendrán todo listo y a tiempo.
- Lo más importante es la limpieza. Alguien que disfrute recibir a gente en casa, casi siempre tendrá la costumbre de mantener su espacio en orden y limpio, pero es importante que el día pactado para que los invitados lleguen, se haga una revisión minuciosa de los espacios donde se planea mantener el evento. Por ejemplo: si se trata de una cena, es importantísimo que el comedor y todos sus muebles estén en perfectas condiciones; si tu convivio tomará lugar en la sala de estar, es el mismo caso. Revisa que todas las superficies estén libres de polvo y con todo el orden posible.
- Planea el menú y los aperitivos. Claro, una reunión no siempre tendrá que ser para comer, pero es esencial tener botanas y bocadillos, así sea algo más relajado. Si se trata de un evento realizado en los típicos horarios de desayuno, comida o cena, o si se especificó que el motivo de la reunión será una comida en toda norma, es importante idear el menú con antelación y que este esté pensado en las personas a las que recibirás. Muchas veces existe la confianza suficiente para preguntar si hay alergias, restricciones o gustos, pero si no es el caso, procura tener variedad de opciones para que nadie se quede sin comer.
- Coloca todo lo necesario a mano. Una vez más se trata de organizar todo previo a la llegada del primer invitado. Si servirás una cena en el comedor, pon la mesa con los platos, cubiertos y copas o vasos necesarios para los platillos y bebidas que ofrecerás. Procura poner agua natural a cada invitado y, aunque haya algún adorno en el centro de la mesa (que no es necesario), te sugerimos tener ahí un salero discreto por si se llega a ocupar. Si el plan es más enfocado a una noche de copas, monta un bar con variedad de bebidas, los vasos suficientes para los invitados, hielo y servilletas. Así mismo, coloca una barra con los aperitivos, además de platos, servilletas y, de ser necesario, tenedores y demás utensilios para servir o comer. Así mismo, es muy recomendable tener en la cocina todo listo para servir y en buena temperatura.
- Acepta si alguien quiere llevar algo. Generalmente, cuando se realiza la invitación a cualquier tipo de reunión casera, los requeridos se ofrecerán a ayudarte con algo o a llevar algún extra a lo que tienes planeado; si es el caso, agradece y acepta. Si te preguntan qué llevar, sugiere algo sencillo y que creas que podría sumar a la experiencia, como algo para complementar el postre o alguna bebida que sea del gusto de los invitados. Si hay suficiente comunicación y confianza, compárteles los planes para la jornada y juntos encuentren qué sería lo ideal, para que lo puedan disfrutar y compartir.
- Mantente al pendiente de lo que se necesite. Algo que hará que seas un buen anfitrión es ser observador. Aceptémoslo, no toda la gente es puntual, pero eso no significa que, si alguien llega tarde, merezca un trato menos educado, así que desde la hora pactada, pon atención al teléfono, timbre o puerta, para evitar dejar esperando a tus invitados. Una vez que hayan llegado, ofréceles algo de beber, un lugar donde sentarse y lo más importante, un saludo cordial con una sonrisa. También es importante que te mantengas alerta por si alguno de tus invitados necesita algo, así tú podrás tener una reacción oportuna.
- Revisa muy bien el baño. Uno de los lugares a los que más atención debes poner es al baño de visitas. No importa tu estilo o decoración, lo que en realidad importa es que esté impoluto, tenga papel, jabón de manos, toalla o toallas desechables para secarse las manos y un buen olor. Esto lo puedes lograr con una vela o ambientador, pues es importante que siempre huela a limpio.