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Cuando cocinas para alguien, le estás diciendo que lo quieres. Esa es parte de la motivación de la joven creadora de contenido, María Paola Nuñez, mejor conocida como "Mandoka", para convertirse en anfitriona de desayunos, comidas y cenas con las personas que más ama. Desde su departamento en Nueva York, Mandoka ha orquestado algunos de los momentos más memorables de su vida; todo gracias a una impecable atención al detalle y un exquisito menú para recordar.
Fue durante la pandemia que la joven comenzó a utilizar sus redes sociales para compartir su amor por la cocina. Hoy, con más de 1 millón de seguidores en Instagram, Mandoka ha encontrado la clave de la felicidad a través de la cocina como una manera de explorar y conocer. Al principio, su contenido era exclusivamente de recetas sencillas y entre amigos. Pero, poco a poco su estilo fue evolucionando para convertirse en lo que es hoy: una perfecta fusión entre gastronomía y storytelling.
© MandokaA través de sus ideas, sus letras y sus narraciones, Mandoka logra transportarnos por un viaje sensorial donde cocinar se vuelve mucho más que una acción cotidiana. ¿Su secreto? su capacidad innata para convertir su hogar en un espacio para compartir platillos, conversaciones y sobre todo, experiencias. Hoy, en exclusiva para ¡Hola! nos revela las 4 claves para ser un buen anfitrión.
Las 4 claves para ser un buen anfitrión
Disfruta el momento
El principal motivo de ser host es poder disfrutar de un tiempo agradable en compañía de tus invitados. Pero muchas veces, con los detalles, la comida y el anhelo de que todo salga como uno espera, el estrés puede llegar a desconectarse de pasarla bien durante la velada. Por esta razón, Mandoka siempre tiene presente que el anfitrión también debe disfrutar y que, al final, esa ligereza y conexión con las personas es lo que hará que tus invitados quieran volver a repetir la ocasión. "Si los nervios se están apoderando de ti, puedes beber una copa de vino minutos antes de que tus invitados lleguen y escuchar música para transportarte a la atmósfera adecuada. También intenta tener casi toda la comida lista. Así evitarás estrés y distracciones", recomienda Mandoka.
Todo con preparación
Todo comienza con el menú. Para Mandoka, elegir los platillos dependiendo del número de invitados y la temática de la reunión es esencial. Por ello, la joven opta por platillos fáciles de servir y que pueda comenzar a preparar incluso el mismo día de su evento. Lograr un espacio limpio y acogedor siempre es el siguiente paso para la joven, quien recomienda incluir flores frescas en la mesa para atraer aires alegres y ligeros al espacio. La iluminación también es un elemento clave. "Intento que la luz siempre sea cálida para que todo se sienta mucho más hogareño. También, la música no puede faltar". Por ello, la joven acostumbra -con anticipación- a curar una lista de reproducción dependiendo del ambiente.
© RecetasEspacio para la creatividad
Ser un gran anfitrión no es sinónimo de ser experto en la cocina. Mandoka revela que el verdadero secreto está en que todo lo que sirvas se sienta hecho en casa. "Para recibir a mis invitados siempre hago una tabla de quesos con fruta de la temporada o mi receta infalible de ajo picado con aceite de oliva, tomate y albahaca fresca", asegura. El postre lo mantiene simple y fácil de preparar. "Nunca pueden faltar unas fresas con crema, un tiramisú o un affogato para sorprender a mis invitados con algo delicioso y sencillo de preparar".
Explora con la decoración
Una de las partes más divertidas de ser anfitrión es poder preparar el entorno para que los invitados se sientan cómodos y felices. Por ello, Mandoka acostumbra tener a la vista todos los recipientes y opciones de emplatado para dar una sensación de abundancia al lugar. "Soy fanática de las velas. Me gusta prender una vela aromática al menos una hora antes de que lleguen los invitados para que mi casa huela bien". Pero, si es primavera o verano, Mandoka prefiere utilizar un spray para aromatizar cada rincón. Otro de los secretos para dar vida a una reunión es jugar y experimentar con las telas tanto de los manteles como de las servilletas. "Me encanta mezclar diferentes colores, estampados y texturas para que la mesa luzca más natural y acogedora", revela.
