Dentro de la mente de Susana Ordovás: una autora apasionada por México

Curiosa, inquieta y sensible.

Escribir es algo que siempre me ha gustado. Desde niña los libros han sido mi pasión. Me crié en África donde no tenía acceso a la televisión, entonces siempre estaba inmersa en los libros y las historias que me transportaban a diferentes mundos. Eso desarrolló mi imaginación y formó mi pasión por la escritura.

También desde muy pequeña he tenido una fascinación por la belleza. Para mí, rodearme de cosas hermosas es algo que me alimenta y estimula. El tema del diseño y arquitectura siempre me llamó mucho la atención, pero no fue hasta que empecé a aprender y tomar cursos de todas estas áreas que poco a poco comencé a colaborar con medios. Mi primer acercamiento fue con una revista de decoración aquí en México. Ahora colaboro con medios nacionales e internacionales. Tengo la fortuna de dedicarme a lo que me gusta. Puedo decir que sucedió de manera muy orgánica y natural comenzar a escribir sobre esos temas.

Cuando pisé México me identifiqué mucho con las personas y tuve la sensación de estar como en casa. Me encanta investigar, entonces lo primero que me cautivó fue su historia y legado. Su diversidad también me impactó, no podía creer que podía ir al norte y ver desierto, y luego ir al sur y ver todo lo contrario. Después encontré la civilización Maya y sus pirámides, y todo cambió.

A principios de la pandemia me propuse hacer un libro sobre México. Pensé que Yucatán podía ser un buen lugar para comenzar porque no lo conocía bien, pero conocía a personas que tenían contactos en Mérida. Hice una lista de lugares que quería visitar y fue el viaje más increíble que he hecho en toda mi vida. No podía creer que en México existiera algo así. Recuerdo que bajé del avión y fui directo a la selva a visitar una hacienda construida con piedras de vestigio de una ruina maya. Me quedé encandilada y decidí que no sería un libro sobre México, sino sobre Yucatán. La mitad del libro son haciendas y la otra mitad son casas coloniales con una decoración muy interesante. Yucatán tiene una historia fascinante que mucha gente no conoce. Mi misión es darla a conocer.

Su riqueza artesanal, incluidos un par de huipiles para mi hija y para mí, unos sombreros y mi cruz de filigrana en oro que tanto me encanta.

Me gustan las piezas antiguas. Soy una romántica empedernida entonces a cualquier pieza le doy una historia que me ayuda a estimular mi imaginación. Mi casa está llena de cuadros y candelabros antiguos. Si buscas darle carácter a tus espacios, te recomiendo darle una segunda vida a los objetos olvidados.

Admiro el trabajo de la fotógrafa mexicana Graciela Iturbide, que a través de sus fotografías eleva lo simplemente mundano a un plano poético. Sus imágenes poseen una fuerza visual y una belleza de la más alta calidad. Ha desarrollado un estilo fotográfico basado en su profundo interés por la cultura, los rituales y la vida cotidiana de su México natal.

La curiosidad es algo que no debería de morir con la edad. Viajar y conocer lugares nuevos es como una vitamina y sirve de motor. No hay que perder la curiosidad por la vida, al contrario, yo creo que cuanto más sabes y vives, más te das cuenta de lo que te hace falta por conocer.

Sí. "No tengo talentos especiales, solo soy apasionadamente curiosa", es el lema que mejor me describe.