De vez en cuando necesitamos refrescar la decoración de nuestra casa y esto no significa que tengas que redecorar por completo. Un cambio tan sutil como cambiar la pintura de una pared es suficiente para sentir que actualizaste tu casa, además, es una actividad que puedes hacer con tu pareja y hasta con amigos.
Si no sabes de qué trata la tendencia de “limewash”, déjanos contarte un poquito de qué va. Se trata de un efecto tipo marmoleado y desgastado en la pared, perfecto para aquellas personas fanáticas del decorado desenfadado y effortless.
¿De dónde viene “Limewash”?
En realidad este efecto se lograba a través del uso de una pintura hecha a base de agua y cal. Con esta, se pintaban los interiores y exteriores de las casas en Roma. Este tipo de efecto es muy común en la decoración europea.
Hoy en día puedes conseguir este efecto en tus paredes a través de combinar dos colores, uno claro y uno más oscuro. Se usa mucho en casas de estilo mediterráneo o marroquí. Entre los colores más populares se encuentran el grafito y el greige, para dar profundidad y neutralidad según lo que quieras lograr en tus espacios.
No hay reglas a la hora de escoger paredes sobre las cuales aplicarlo. Puedes pintar con este estilo las paredes de tu cuarto, tu baño, aquellas en tu cocina o incluso las paredes de tu sala para dar un efecto fresco y relajado. Esta técnica de pintura aplica tanto para interiores como exteriores.
Cómo conseguir este efecto en casa
Es importante aplicar la pintura de manera cruzada para asegurar el efecto deseado. Contrario a la manera en que se aplica la pintura en general, la intención es que se vean los brochazos; o de hacerlo con rodillo, aplicarla en forma de “W”.
Si estás buscando renovar sutilmente tus espacios, pintar tus paredes tipo “limewash” es la opción perfecta. Le darás luz y profundidad a tus espacios además de crear un ambiente relajado, natural y orgánico. Perfecto para ser ese espacio chill donde estar con tus amigos y seres queridos.