Direlia Lazo, la nueva ‘it girl’ del arte latinoamericano contemporáneo
Para el aniversario número 20 de Zona Maco, la reconocida curadora será la Directora Artística de esta feria, la más importante de arte contemporáneo en América Latina
Zélika García, la fundadora de la feria de arte contemporáneo más importante de América Latina -Zona Maco-, anunció desde el año pasado que Direlia Lazo sería la nueva directora artística para la edición de aniversario número 20 que se llevará a cabo los próximos 7 a 11 de febrero en la Ciudad de México, durante la esperada Art Week México, donde además de esta feria, se montan distintas otras como Salón ACME y Material, que reúnen distintas propuestas de galerías de todo el mundo.
¿Quién es Direlia Lazo?
La curadora cubana nacida en La Habana en 1984, y que reside actualmente en Miami, es una apasionada del arte que se ha enfocado en los últimos años en arte latinoamericano, y quien ha trabajado en importantes espacios como la Bienal de La Habana y ha sido directora de Faena Art en Miami, entre muchos otros logros.
Con motivo de la siguiente edición de Zona Maco, tuvimos la oportunidad de platicar con Direlia y conocer sobre sus inicios en la curaduría en Cuba, lo que más le emociona de dirigir Zona Maco, sus spots artísticos imperdibles en Miami, su lugar favorito en México y su primer compra de arte.
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¿Recuerdas tu primer acercamiento con el arte? ¿De dónde nace tu pasión por esta disciplina?
Es muy familiar la pregunta, porque de hecho la persona que me introdujo al mundo del arte fue mi papá, es físico matemático pero le apasionaba mucho ir a los museos, entonces siempre íbamos los fines de semana en Cuba al Museo Nacional de Bellas Artes, era como una tradición. Por ahí surgió la curiosidad.
La industria del arte cuenta con muchas vertientes, ¿cómo llegaste a la curaduría? ¿Cómo describirías esta carrera?
Cuando terminé el preuniversitario decidí irme a Historia del Arte, era una carrera muy difícil de entrar en la Universidad de la Habana, tuve que pasar muchísimas pruebas ya que cada año seleccionaban a muy pocos estudiantes. Sin embargo, siempre estuve más inclinada por estudiar algo que me apasionara, más allá de que fuera algo práctico. Una vez en la carrera, la curaduría no estaba en el programa como tal, sólo se estudiaba en un semestre, pero a mí me apasionaba muchísimo el rol del curador, siempre sentí que su rol es ser como un intérprete entre el artista y lo que se comunicaba de su arte. Todo el mundo esperaba que fuera a presentar una tesis de investigación, pero, como yo quería hacer una exposición, fue todo un maniobrar. Hasta que un día en casa de Gerardo Mosquera, curador icónico cubano, le pregunté si podía ser mi tutor y él acepto. Ahí empezó todo. Me enfoqué en eso y para graduarme llevé a cabo mi exposición.
¿Cuál sería tu recomendación para alguien que quiere empezar una carrera en el arte?
Hay que tener muy claro que ser curador es una carrera que va atada a la pasión cien por ciento, porque son procesos muy largos para desarrollar conceptos de exposición, y al final la visibilidad no está siempre garantizada. Entonces hay que partir de un consenso personal de que estás seguro que es lo que te apasiona y que vas por ello sin importar los resultados, como realmente todo lo importante en la vida. E intentarlo, yo creo que todos tenemos una voz única, todos tenemos algo que decir y si este es nuestro medio, pues a luchar por ello.
¿Cuáles son las diferencias más grandes que has encontrado en el arte latinoamericano?
Hay mucho de tradición, en el arte latinoamericano siempre hay una historia que contar, y hay mucha emoción asociada, mi impresión es que a veces es mucho más de lo que ves, la superficie termina solo encapsulando una perspectiva muy mínima, y las conexiones con la historia y la tierra están muy enraizadas. Me apasiona mucho saber de dónde viene el artista, sus orígenes, por qué elige esos colores o trabaja en esa escala. Siempre hay historias mucho más profundas que contar.
¿Nos puedes compartir alguna de tus experiencias favoritas durante tu tiempo en el Faena en Miami?
Una vez galardonamos a la artista chilena Paula de Solminihac, y a ella le interesaba mucho llamar la atención sobre un elemento que estaba en la playa pero que pasaba desapercibido, y era una flor que se llama ‘morning glory’, que cuando pasa cualquier tipo de situación climática, esta es la flor que llega y primero crece en un terreno, por lo que hay mucha conexión con la esperanza y el principio de la vida. Ella lo que hizo fue un ‘deck’ enorme transitable en forma de esta flor, los visitantes llegaban a la playa y la veían completamente descontextualizada, pero desde arriba u otras perspectivas, veías que era una flor, pero mientras lo recorrías no sabías lo que estabas habitando.
¿Cómo es la vida de un curador de arte? ¿Viajas mucho?
Concentrándome en estos últimos meses de mi experiencia con Zona Maco, definitivamente sí, viajas mucho porque hay que estar muy al tanto de lo que acontece en las ferias, sobre todo cuando es una feria de la magnitud y escala de Maco, por lo que es interesante ver cómo estos modelos y narrativas se desarrollan en otros lugares. Yo particularmente leo mucho, me encantan los listados de artistas de bienales, eso para mí es oro total, es una pasión que tengo. También, siempre que viajo trato de hacer un par de visitas en los estudios de los artistas. Aquí en Miami, donde vivo, lo hago mucho, es como conectar con el origen de las obras del artista.
¿Nos podrías compartir lo que considerarías la mejor y la peor parte de dedicarte a esta profesión?
Lo mejor es ver la vida desde muchos ángulos, a mí me diversifican constantemente las perspectivas, incluso en temas políticos y sociales. Siento que puedes acceder desde muchos ángulos a estos temas. Y la parte mala quizás los deadlines, para entregar cosas y proyectos es lo peor, ojalá tuvieramos todo el tiempo del mundo.
Zona Maco celebra su 20 aniversario con Direlia Lazo como su nueva Directora Artística
Como Directora Artística de Zona Maco, cuéntanos, ¿qué podemos esperar con tu rol?
Primero quiero aprovechar para agradecer por esta oportunidad, es un rol rotativo, cada ciertas ediciones hay un Director Artístico distinto, lo cual permite que haya visiones y narrativas diferentes. La verdad es que fue un ‘highlight’ total de mi 2023, es muy emocionante. A mí me interesa contibruir al máximo en la calidad de la feria y seguir elevándola. Estamos celebrando 20 años gracias al grandísimo trabajo que han realizado los directores y curadores de años anteriores, y Zélika como la cabeza y fundadora del proyecto. Me emociona aportar mi perspectiva con un nuevo programa que estamos estrenando llamado “Forma”: es para piezas, instalaciones y proyectos especiales que salen un poco del clásico stand. Este programa es para las galerías que más tiempo han estado con la feria, para establecer un poco ese reconocimiento a quienes han estado siempre y su compromiso constante. También mi interés por el arte público, ir por otras escalas y disrumpir un poco el recorrido natural de la feria.
¿Qué es lo que más te gusta cuando vienes a México?
Esta es una respuesta súper personal, pero siempre, desde la primera vez que vine a México hace muchos años -que de hecho vine a Zona Maco porque la galería donde trabajaba en Barcelona iba a participar- y desde que llegué, yo me sentí en casa. Esa sensación fue rarísima pero fue un viaje mágico. La experiencia de estar en la feria, la gente, la comida, los programas culturales y el ecosistema del arte es brutal. En Latinoamérica no hay un ecosistema tan sólido.
¿Qué lugares son tus imperdibles cuando visitas México?
Casi como ritual siempre visito Tepoztlán, me gusta ir al mercado a tomarme un jugo de zapote y hacer el recorrido hasta la pirámide. Luego me siento en el mercado y me como unas quesadillas de flor de calabaza. Para mí es imperdible, me encanta hacerlo.
¿Cuál crees que es la importancia del rol de la mujer en el arte?
Yo creo que estar presente es súper importante, todo el tiempo queremos ver los números, ver las caras y que sean de mujeres, y eso me parece importante, pero también hay que validar todo el trabajo detrás, por ejemplo, en el equipo de Zona Maco el porcentaje de mujeres es altísimo. Y es un placer trabajar con esa energía femenina.
Sus consejos para incursionar en el arte
¿Nos podrías compartir un consejo para iniciar una colección de arte?
La primera obra que compres es súper importante porque la vas a recordar siempre, pero no te debes frenar, yo creo que si ves algo que te resuena, romper el hielo es lo más importante y dar ese paso de comprar tu primera obra, y si es en una feria, mejor. Sobre todo eso, no frenarte ni esperarte, simplemente dar el paso. Buscar una pieza que te conecte aunque no sepas tanto del artista, verlo como la pieza que te abrirá la puerta.
¿Cuál fue tu primera compra de arte?
Fue en México de la artista Manuela García, es una pieza que amo y lo primero que monté en mi casa, es inamovible y todo va en torno a ella. Es un hilo que tiene unos codos de cobre en cada esquina formando un cuadro, pero el centro está vacío, porque lo que hay detrás es la pared. Para la artista era muy importante el montaje de la pieza porque para hacerlo se necesitan cuatro personas, y ella sugería que fueran cuatro personas pilares en tu vida. Tiene que colocarse al mismo tiempo para que no se caiga la estructura, así que es toda una experiencia.
¿Algún artista mexicano que nos recomiendes mantener en la mira?
Chantal Peñalosa, Wendy Cabrera Rubio, Ana Segovia, Manuela García y Othiana Roffiel, por mencionar algunos.
Para alguien que empieza a empaparse en el arte, ¿cuáles serían tus exposiciones, museos o ferias favoritas alrededor del mundo?
Si estas empezando yo iría a la meca, como la Bienal de Venecia, es un referente sin duda, donde terminas viendo discursos respaldados y consolidados, es imperdible. En cuanto a las ferias, son el lugar donde más directamente puedes tomarle el pulso a lo que está pasando ahora. Ves cosas muy nuevas y frescas que vienen directo del proceso creativo del artista.
“Donde yo hice
click para tener arte en casa fue durante la pandemia, me enamoré de esa pieza, se había convertido en una parte importante de mi historia”
En cuanto a Miami, donde vives actualmente y que se ha convertido en una ciudad muy dinámica, ¿qué spots artísticos recomiendas?
Me gusta mucho Espacio 23, tiene ahora una exposición increíble de textil curada por Tobias Ostrander, es una exposición hermosa. El ICA es un sitio de referencia, también el Fountainhead Residency, Rubell Museum y Bass Museum.