Con las bajas temperaturas llegó el momento que muchas personas estaban esperando para sacar del armario sus prendas favoritas para la temporada. Una de estas, sin lugar a dudas, son los suéteres de cashmere que son una apuesta segura para lucir increíble en los días más fríos sin sacrificar la comodidad y la elegancia que estas piezas aportan.
Sin embargo, por lo delicado de sus tejidos, estas prendas no solo suelen ser más costosas, sino también más exigentes en lo que se refiere a sus cuidados para mantenerlas con la misma apariencia con la que salen de la tienda. Para ello, te preparamos algunos trucos para cuidar y conservar por mayor tiempo ese suéter de cashmere que por temor a arruinarlo prefieres reservar para ocasiones especiales.
Cómo lavar y almacenar este tipo de prendas, es una de las dudas más recurrentes, pues al tratarse de una fibra natural requiere mayores cuidados.
Cuando llegue la hora de lavar tus prendas de cashmere es importante que revises la etiqueta. En ella se encuentran las indicaciones del fabricante; que pueden variar si se trata de un abrigo (generalmente acompañado de la instrucción de un lavado en seco) o de una blusa, en cuyo caso lo más recomendable es lavarla a mano con agua fría y luego secar ejerciendo una ligera presión con una toalla.
El uso de agua con una temperatura mayor a los 20 grados centígrados afecta la fibra ocasionando que esta se encoja y de paso al temible pilling, el efecto que forma las bolitas en la prenda.
El cashmere es susceptible al ataque de las polillas. Así que una vez concluída la temporada de frío lo más recomendable es almacenar estas prendas en bolsas acompañadas de pequeños sacos con semillas de lavanda que ahuyentarán a estos insectos.
Para conservar las formas de tus prendas evita usar ganchos. Dobla tus suéteres, blusas y bufandas; así evitarás que las mangas, cuellos o el escote pierdan la estructura con la que fueron diseñadas.
Identifica una pieza de cashmere en tres sencillos pasos:
Cabe resaltar que ante la tendencia de la moda low cost, también podemos encontrar en el mercado prendas que imitan al cashmere sin poseer todas sus propiedades. Por lo anterior, es importante tener en cuenta algunas consideraciones para poder identificar una pieza auténtica elaborada con esta fibra natural.
- El más evidente suele ser al tacto, pues este material es esponjoso y agradable; además al ponerla sobre la piel de inmediato podemos notar el aumento de la sensación térmica.
- El peso también puede ser un indicador de la calidad de la prenda, si ésta es pesada probablemente se trate de una combinación de cashmere y lana.
- La estructura del cashmere es elástica por lo que al tomarlo con el puño y apretarlo volverá a su estado natural sin dejar arrugas.