Desde hace más de una década, Kate Middleton es una integrante más de la familia real británica, tiempo en el que ha destacado en cada aparición con sus atinados estilismos; en ocasiones coronados con alguna de las tiaras a las que por su condición, como futura reina puede acceder.
Sin embargo, hasta ahora, la esposa del príncipe Guillermo solo ha lucido cuatro distintas tiaras. Quizá la más especial de ellas es la Lover´s Knot que eligió hace casi exactamente un año (23 noviembre) para llevar en su primera aparición como princesa de Gales y que además era una de las favoritas de Lady Di.
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Fue hace apenas unos días, con motivo de la visita de Estado del presidente de la República de Corea que, Kate Middleton desempolvó la tiara Strathmore Rose, una pieza que había guardado reposo cerca de 90 años.
Su reaparición es, por mucho, la ocasión perfecta para hacer un repaso por algunas de las impactantes tiaras que podría lucir Kate en el futuro, ya sea bajo el título de princesa o llegado el momento de su coronación.
Las tiaras con las que Kate podría sorprender próximamente
Tiara Fringe
Esta pieza que data de 1919 fue fabricada por la reina María de Teck y entregada a la Reina Madre tras la ascensión al trono de su esposo, Jorge VI.
La primera vez que la reina Isabel lució esta tiara fue en 1947, cuando la usó para su boda. En las pocas apariciones de esta pieza resalta el retrato por el Jubileo de Diamante de la fallecida monarca, en 2012.
Tiara Kokoshnik de la reina Alejandra
Esta tiara diseñada en 1988 está inspirada en el tradicional tocado campesino ruso. Perteneció a María de Teck, quien heredó la pieza de diamantes de su suegra, la reina Alejandra de Dinamarca.
Isabel II la usó por primera vez en público durante su gira por la Commonwealth, en 1954, y a lo largo de su reinado en diferentes eventos.
Tiara de las Niñas de Gran Bretaña e Irlanda
Conocida entre los integrantes de la familia real como la “tiara de la abuela” por tratarse de una pieza que Isabel II heredó precisamente de la reina María de Teck.
Se cree que era una de las favoritas de la fallecida reina, a quien pudimos verla lucirla en distintas ocasiones. Esta pieza fue también protagonista en la coronación de Camilla, el pasado mayo.
Pasó a manos de la esposa del rey Carlos IÏI, tras la muerte de Isabel II. A lo largo de su historia, la joya fue modificada sustrayéndole las perlas originales que ahora luce la tiara Lover´s Knot.
Tiara Vladimir
Esta espectacular tiara formada por círculos de diamantes entrelazados, engastados en oro y plata y con perlas que cuelgan de la parte superior fue un encargo de la duquesa María de Mecklemburgo-Schwerin a los joyeros de Bolín.
La pieza, que en 2024 cumplirá 50 años permitía tres versiones distintas, con o sin perlas o bien en su lugar eran colocadas las esmeraldas de Cambridge.
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Tiara de Aguamarinas Brasileña
Sin duda, una de las tiaras que más llama la atención, por su tamaño y colorida es esta pieza realizada con diamantes y aguamarinas, a juego con el set de joyas que el pueblo brasileño obsequió a la reina Isabel II, en 1953 con motivo de su coronación.
Una imponente corona de diamantes que jamás hemos visto llevar a Kate, pero que permanece en la colección real a la espera de su reestreno.
Tiara Greville
Inspirada en un panal de abejas, Lucien Hirtz, de Boucheron dio vida a esta tiara por encargo de Margaret Greville, amiga del rey Jorge VI y la Reina Madre.
Tras la muerte de su dueña, la tiara pasó a ser parte del joyero real. Años más tarde la pieza fue modificada por Cartier para aumentar su altura y agregar un diamante de talla marquesa y cuatro diamantes redondos.
Esta tiara se ha convertido en la incondicional de la reina consorte desde su viaje oficial relámpago a Alemania, la primera visita de Estado de su reinado, en octubre de 2023.
Tiara Birmana de Rubíes
El rescate de los diamantes pertenecientes a la tiara de Nizam de Hyderabad, en conjunto con los 96 rubíes que Birmania regaló a la reina dieron origen y nombre a esta tiara confeccionada en 1973.
Diseñada por Garrard, los elementos que contiene evocan las rosas de Tudor. y muestra elementos que se asemejan a las rosas de Tudor.
Reconocida por poseer los rubíes más finos, Birmania además atribuye a estas piedras preciosas la capacidad de proteger de males y enfermedades. Hace apenas unos días, fue la reina consorte Camilla quien lució orgullosas esta pieza durante un banquete con el presidente de la República de Corea.
Tiara Indian Circlet de la reina Victoria
Una de las tiaras favoritas de la Reina Madre, quien la conservó hasta el día de su muerte, esta tiara fue diseñada para la reina Victoria en 1850.
Aunque esta pieza técnicamente se convirtió en herencia de la reina Isabel en 1952, no fue sino hasta medio siglo más tarde, en 2005 cuando la monarca la llevó durante un banquete en Malta. Llevándola por una ocasión.
Tiara de Zafiros
Llevada originalmente como collar por la princesa Luisa de Bélgica, la pieza fue convertida en tiara en 1963 a petición de la reina Isabel y con el objetivo de que esta combinara con el parure de zafiro que Jorge VI le dio como regalo de bodas.
También conocida como Tiara de Jorge VI, se trata de una pieza que fue comprada; a diferencia de la mayoría de estas joyas que forman parte del joyero real al ser heredadas o recibidas como un regalo.
Tiara Delhi Durbar
Esta tiara fue creada especialmente para el Delhi Durbar de 1911, una asamblea realizada en el Parque de la Coronación en honor a la nobleza de Reino Unido.
La pieza creada por Garrard presentaba las famosas esmeraldas de Cambridge en la parte superior, pero la Reina María la cambió por una versión de diamantes que entregó a la Reina Madre para la gira por Sudáfrica de 1947.
En 2005, aún bajo el título de Duquesa, Camilla llevó esta tiara durante la visita de Estado de la casa real noruega en 2005.
Tiara Teck Crescent
La historia de esta pieza se remonta a la princesa María Adelaida, duquesa de Teck, quien heredó de su tía, la princesa Mary la gran colección de joyas con las que fue construida esta pieza.
La tiara esta formada con una hilera de veinte medias lunas de diamantes que abrazan tres rosas engastadas con diamantes, con una delgada banda de diamantes en su base.
La pieza ha permanecido en la sombra durante más de siete siglos, pues su siguiente heredera, María de Teck jamás la presumió en público. En manos de la reina Camilla ha pasado lo mismo, lo que pone en Kate la esperanza de que esta tiara vuelva a brillar con la luz del sol.