Cuando la vida social nos alcanza, es inevitable recibir a gente en nuestras casas y, aunque claro que sólo van a visitarnos y seguramente no harán juicios sobre el estado de limpieza, es un hecho que a todos nos gusta presentar nuestro lado más bonito (e higiénico).
Para estos casos de emergencia en los que están por llegar, pero no tuviste el tiempo necesario para hacer limpieza a conciencia, hay algunos trucos que pueden ayudarte a mostrar la mejor versión de tu hogar ¡aunque sea falsa! Lo primero que tienes que hacer es estar consciente que las visitas estarán en un lugar específico, así que olvídate por un momento de las habitaciones que no se abrirán y sigue estos consejos.
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¿Quién viene y a qué?
Contesta esta pregunta antes de iniciar con una limpieza generalizada. Si tu respuesta es dinner party ten claro que lo primero que tienes que limpiar es la mesa. No importa que no hagas el setup antes de que lleguen los invitados, simplemente enfócate en quitar el polvo de los lugares necesarios, aunque en el piso quede un poco de mugre. Si el plan es ver una película, asegúrate de tener un rodillo quita pelusa que es ideal para desprender suciedad y pelos de tus mascotas de los sillones, así quien llegue a casa estará cómodamente sentado en un lugar limpio.
Esconde el desorden
Una vez claro cuáles serán las posibles áreas donde estarán las visitas, toma una canasta o una bolsa grande y pon ahí todo lo que está fuera de lugar. Sí, suena caótico, pero después te ocupas de seleccionar qué es basura, qué es ropa sucia y hasta qué son las cosas que sí tienen un sitio determinado, pero que sólo decidiste ponerlas por ahí. ¿Qué hacer con la canasta? Métela a un closet.
Que no te preocupe por ahora la cuenta de luz
Según estudios, la gente percibe los lugares bien iluminados como espacios limpios, y viceversa. Aprovecha siempre la luz natural y abre persianas o cortinas, aunque también tienes que ver si hay algún sitio en donde se acumule mucho el polvo, porque ese brillo también hará que se note más el espacio que hace rato no limpias. Si la visita es más nocturna, enciende las luces, también ayuda.
Dobla, acomoda y esponja
Con suerte, en tu closet de blancos tendrás algunas piezas limpias, así que es momento de que salgan a la luz. Cambia las toallas que tienes en el baño de invitados por unas recién lavadas y asegúrate de doblarlas correctamente. Quita del sillón la manta que usas para tus noches en soledad o con la familia; mejor pon una fresca y también acomódala lo mejor posible. Haz lo propio con los cojines, una buena sacudida y esponjada bastarán para que queden perfectos.
Pasa una toallita húmeda por los lugares más importantes
Aún hay tiempo, así que recorre tu casa y fíjate en detalles como las manchas que pueden quedar en tu piso, la barra de la cocina, la mesa del comedor o las auxiliares de la sala. A todos estos lugares les puedes pasar las toallas húmedas que encuentras en cualquier súper y si lo prefieres toma dos trapos, uno con un poco de jabón y otro sólo húmedo y a darle. También fíjate bien en los espejos y vidrios, ya que son los que más delatan si tu casa está limpia o no.
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Aire fresco, siempre
Abre ventanas lo antes posible. Deja que entre un poco de aire y aprovecha este momento para poner algún aromatizante. Es mejor que sea algo que tenga olor cítrico, ya que de acuerdo a estudios estos aromas están relacionados con la limpieza. Si quieres cerrar las ventanas antes que lleguen los invitados, está bien, sólo asegúrate que el lugar se sienta más fresco de lo que estaba. Otra gran idea para que todo sea más armonioso es dejar encendida una vela aromática, además del delicioso olor que deja, dará una sensación acogedora.