Nuestra casa es, sin lugar a duda, uno de los reflejos más fieles de nuestra personalidad. Por esta razón es importante poner especial atención al cuidado que procuramos a los detalles de la misma. A través de nuestros muebles, los colores y la decoración le dejamos ver a todos lo que habita en nuestro mundo interior. Por esta razón, no es ninguna coincidencia que el desorden en el hogar esté relacionado con la confusión, la falta de enfoque, el caos y la inestabilidad. Mientras que, por otra parte, una casa limpia y ordenada repercute favorablemente nuestra salud mental aumentando nuestra productividad y reduciendo significativamente los síntomas de ansiedad y depresión.
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Ahora que conoces la importancia de vivir en un entorno adecuado, nos gustaría compartirte algunos de los puntos a considerar relacionados con la decoración para lograr que la habitación de tu bebé cuente con los elementos necesarios para un adecuado desarrollo y garantice el descanso que merece tu pequeño.
La evolución de la sociedad nos ha demostrado que los colores no tienen género, así que es hora de echar a volar la imaginación y dejar de lado la tradición de: las niñas de rosa y los niños de azul, para crear atmósferas que les permitan a los más pequeños en casa explorar todo a su alrededor a través de los sentidos.
Los colores pastel son una excelente opción para este espacio en el que tanto tú como tu pequeño pasarán gran parte del tiempo. Según afirma la psicología del color, está comprobado que los tonos oscuros y vibrantes pueden resultar abrumadores a la vista, por lo que no se recomienda incluirlos como protagonistas en habitaciones infantiles.
Tonos para decorar la habitación de tu bebé
El amarillo, por considerarse un color neutral es usado por muchas parejas antes de conocer el sexo de su bebé. Si estás deseoso por comenzar la decoración de la habitación, pero el ultrasonido aún no te ha develado si se trata de una niña o un varón, puedes hacer de este color tu mejor aliado. En su versión pastel, este color influye en la concentración, además de ser asociado con la felicidad y la motivación.
El verde, un color que destaca por sus bondades, pues está directamente relacionado con los tonos que vemos en la naturaleza, además de ser considerado el color más relajante. En psicología se relaciona con la esperanza, perseverancia, constancia, defensa, estabilidad y proyecta frescura, salud, crecimiento y energía. Habitualmente es usado en salas de espera, spas y salones terapéuticos, pero también puedes convertirlo en el protagonista de la habitación de tu pequeño, pues hay un tono perfecto para cada niño.
Los tonos verde oliva o lima te ayudarán a conservar la luz de la habitación, puedes combinarlos con muebles de madera en tonos naturales. Por su parte, los verdes con una base en azul, como el color menta o aguamarina se han convertido en los favoritos en la gama de los tonos pastel.
El color blanco representa siempre un éxito cuando se trata de decorar la habitación de un bebé pues este nos da la pauta perfecta para jugar con otros colores y texturas dentro del mismo espacio garantizando que las sensaciones que genere sean siempre positivas pues este color. transmite paz, inocencia, pureza, limpieza y ligereza.
El lila, la versión soft del color morado se ha convertido en tendencia entre los diseñadores de interiores quienes han hecho una apuesta por esta tonalidad de carácter tranquilizante, que transmite calma y serenidad y que además, históricamente esta relacionado con la realeza, pues antes de que surgiera la idea de “la sangre azul”, la expresión usada para referirse a los hijos de los nobles era que “habían nacido en el púrpura”. Hay que recordar que en tiempo antiguos este color era uno de los más difíciles de obtener, por consiguiente, su precio era bastante elevado. El púrpura se obtenía de un caracol marino, pero para obtener 1 gramo de esta sustancia era necesario reunir 10 mil caracoles.
El gris representa a los colores neutros y se ha convertido en signo de elegancia, además de un tono usado de forma indistinta tanto para habitaciones de niño, como de niña. Algunas de las combinaciones más usadas son: gris y blanco, gris y azul, gris y rosa. Por su imparcialidad el gris ofrece la posibilidad de conjugarse con papel tapiz o viniles decorativos pues cede a estos elementos el protagonista fungiendo únicamente como parte de la atmósfera.