El gaslighting es una forma de violencia, quizá la más sutil que existe en la que a través de la manipulación psicológica la víctima llega a dudar sobre su percepción de la realidad, lo que anula su criterio convirtiéndola en un blanco más fácil de manejar.
Este tipo de manipulación inicia con frases que pudieran parecer “inofensivas”, pero que poco a poco van mermando la autoestima de su receptor. “estás loco (a)”, “te estás imaginando cosas”, “así no fue”, “estás haciendo un drama” son algunas de las palabras más recurrentes usados por quien ejerce la violencia.
El término se originó en 1938 por la obra de teatro que llevó el nombre de Gaslighting (Luz de gas, en español). Una puesta en escena en la que el marido hacía dudar a su esposa sobre su cordura bajando la intensidad de las luces de su casa. Cambios en la iluminación que al ser señalados por la mujer en cuestión eran negados y demeritados por su pareja, generando un conflicto en la psique de la esposa.
En 2021, la Organización Mundial de la Salud dio a conocer que alrededor de 736 millones de mujeres en el mundo, es decir, una de cada tres sufren violencia física o sexual. Sin embargo, la violencia psicológica alcanza aún mayores proporciones, pues constituye una de las modalidades más constantes, efectivas y generalizadas con las que se atormenta a la víctima por medio de críticas, desprecios y ofensas.
El malestar emocional que genera puede desencadenar afecciones en la autoestima y deja severas huellas a corto y largo plazo que pueden derivar en episodios de tristeza o miedo y/o enfermedades psicológicas graves como depresión o ansiedad.
Por tratarse de una forma de violencia “ sutil”, que en muchas ocasiones se ha normalizado social y culturalmente, podría ser difícil detectarla, sin embargo hay ciertos comportamientos que al ser recurrentes te permitirán saber si tú o alguien a tu alrededor está siendo víctima del gaslighting.
Señales para identificar que estás siendo víctima de Gaslighting
- Inseguridad. Si en muchas de las ocasiones dudas sobre tus ideas por la constante desacreditación que recibes sobre tus decisiones, lo que hace que cada vez puedan elegir de forma autónoma, probablemente estés siendo víctima de este tipo de violencia.
- Justificación, te disculpas constantemente sobre el por qué de tus formas de actuar o sobre alguna decisión.
- Inferioridad, te sientes constantemente en desventaja dentro de la relación, pues consideras que tus puntos de vista no son tomados en cuenta.
- Falta de validación, no importa cuántas cosas buenas estén sucediendo en tu vida porque sientes que pese a ello no logras sentirte feliz o satisfecho con ellas.
- Justificación, te descubres disculpándote frente a tu círculo cercano por los comportamientos de tu pareja.
- Miedo, sientes temor de expresar tus verdaderas emociones pues generalmente son descalificadas.
En ocasiones, estar fuera de la situación nos permite mayor claridad para identificar estas señales, por lo que visualizarlas a través de casos ajenos al nuestro puede ser una alternativa para avistar estos focos rojos. En este caso, te recomendamos algunas películas en las que se desarrolla esta problemática:La cumbre escarlata, de Guillermo del Toro; Todas las cosas buenas, de Andrew Jarecki y La mujer de la ventana, de Joe Wright pueden ayudarte a entender más sobre el ejercicio práctico de este tipo de violencia. Además, siempre será prioritario contar con el acompañamiento de un especialista en salud mental, como los psicólogos, para ayudarte a enfrentar esta situación.
Un buen inicio para comenzar a poner fin a una relación que está siendo protagonizada por el Gaslighting es retomar el poder de tu mente, una tarea que puede parecer complicada, pero no imposible cuando está en juego tu salud emocional y posiblemente también la física, pues recuerda que la violencia se da de manera cíclica y escalonada.
- - Confía en ti, si tienes la sensación de que algo no está bien escucha esa voz interior para guiarte.
- - Olvídate de la aprobación, dale valor a tu propia palabra o bien respeta las decisiones que hayas tomado sin tener que preocuparte de obtener el consentimiento de la otra persona.
- - Escucha tus sentimientos, nadie más que tú es capaz de identificar la intensidad de tus emociones, no permitas que alguien más te diga qué debes sentir en determinada situación.
- - Restablece tus límites, determina qué actitudes te son molestas o te generan incomodidad. En ocasiones los gritos o burlas se normalizan, pero esto no significa que sean una forma de comunicación. Se firme ante los comportamientos de otros que afectan tu estabilidad física y emocional.
- - Rodéate de personas que te hagan sentir segura, relaciónate con otras personas fuera del ciclo de violencia, escucha sus opiniones e ideas para recordarte que existe un panorama distinto al que tu abusador te ha planteado.
Gozar de salud mental y una vida en plenitud en todos los aspectos es tu derecho.