El año pasado, Nancy Duarte fue nombrada Master Blender por el principal productor de ron en Venezuela, Santa Teresa 1796. Este nuevo cargo la convirtió en la primera mujer en tomar este título en los 226 años de historia que posee la destilería familiar fundada en 1796.
Duarte, nacida y criada en Venezuela, tiene una gran trayectoria que comenzó hace 30 años cuando ella empezó a trabajar en la Hacienda Santa Teresa como técnico de alimentos dentro del departamento de control de calidad, escalando exitosamente. Actualmente, posee el prestigioso cargo de Master Blender que solo los hombres han tenido a lo largo de la historia de la prestigiosa marca.
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La industria de las bebidas espirituosas ha sido tradicionalmente una de las más desafiantes y dominada por hombres en el mundo. Existe una baja representación de mujeres en puestos de alto perfil y en Venezuela la brecha salarial de género es del 43%. Duarte es parte de un pequeño pero creciente número de mujeres pioneras que están dando forma al futuro de la industria del ron con su pasión, conocimiento y habilidades.
HOLA! USA tuvo la oportunidad de preguntarle a Nancy acerca de su carrera, la industria y por supuesto, acerca del ron.
¿Cómo comenzaste su carrera en la industria del ron y cómo te llevó a convertirte en maestra ronera?
Comencé mi carrera en la industria en el año 1990 cuando entré a Ron Santa Teresa como pasante. Tenía apenas 22 años. Recuerdo que, en esa época, tuve la oportunidad de trabajar junto a dos grandes maestros roneros, uno de ellos fue Jean Paul Levert quien fue un gran mentor para mí y me enseñó cada etapa del proceso productivo.
Empecé preparando las catas diarias que permitían a los maestros juzgar cada producto. Mi trabajo consistía en limpiar cuidadosamente las copas y servir el ron para que lo probaran. Parecía gustarles la forma en la que hacía las cosas y me preguntaban qué pensaba sobre cada lote de ron añejo. La verdad es que, tras telones, sin que nadie me viera, yo iba tomando un sorbo de cada muestra para conocer sus características y, poco a poco, me empezaron a incluir en las valoraciones y mis opiniones empezaron a contar. Se dieron cuenta que tenía talento para eso.
Así fue como en el 2021 me convertí en la primera mujer maestra ronera para Santa Teresa. Actualmente, con 32 años de experiencia en la compañía, lidero todo el proceso de calidad, desarrollo, formulación de rones e innovación en el proceso productivo y nuevos productos para el portafolio de la empresa.
¿Por qué o cómo acabaste trabajando en ron y no en otro destilado?
Como mencioné anteriormente, he estado trabajando en Ron Santa Teresa desde antes de graduarme de la universidad, por lo que el ron siempre ha sido mi pasión. Para mí se trata de descubrir el mundo que hay en cada botella, desde la materia prima principal, la caña de azúcar, hasta esa mezcla comercial que podemos degustar en cualquier bar del mundo. Pero no se trata solo de cómo hacemos el ron, sino de por qué lo hacemos. Porque en Santa Teresa hacemos ron para transformar vidas, no al revés. Déjame contarles esa historia…
En 2003, tres hombres irrumpieron en la Hacienda Santa Teresa para robar a un inspector de seguridad. Una vez capturados les hicimos una propuesta nada común: o trabajaban para resarcir su delito o los entregaban a la policía. Los hombres aceptaron la primera oferta y nació Proyecto Alcatraz empleando el rugby como herramienta para transformar la vida de los ex-delincuentes a través de sus valores: respeto, disciplina, trabajo en equipo, espíritu deportivo y humildad.
Desde entonces, el proyecto ha reclutado a 11 bandas delictivas, rescatado a más de 200 hombres de la delincuencia y ha reducido la tasa de homicidios del municipio Revenga en un 90 %. El rugby también ha sido una herramienta para enseñar valores a más de 1.000 reclusos dentro de 37 cárceles venezolanas (23 masculinas y 14 femeninas) y a 2.000 niños y adolescentes como una forma de prevenir la violencia desde una etapa temprana.
Y algo que me llena de orgullo es tener la oportunidad de trabajar muy de cerca de algunos Alcatraces y formarlos en el arte de hacer ron. Este es el caso de nuestras Brand Ambassadors Marielys Palma y Mildre Alvarez, quienes llegaron a través de nuestro programa de reinserción social Proyecto Alcatraz y conocieron el rugby mientras estaban en prisión. Hoy nos representan en diferentes mercados compartiendo sus historias de transformación.
“Me gusta decir que los maestros roneros son como una mezcla entre magos y científicos. Científicos por todas las variables que tomamos en cuenta cuando preparamos un blend y magos porque debemos predecir lo que los consumidores querrán probar dentro de 5 o 10 años.”
Como mujer, ¿sentiste que tuviste más desafíos? ¿Recuerdas algún hito u obstáculo específico que hayas superado?
Durante mi carrera en Santa Teresa, he enfrentado retos como profesional más que por el hecho de ser mujer. Desde el principio conté con el apoyo de los maestros roneros y compañeros de trabajo que vieron mi talento.
En la historia de la industria de las bebidas alcohólicas, las mujeres han estado presentes, pero no siempre visibles, desde trabajar en secreto en las destilerías hasta el contrabando durante la época de la prohibición, manteniendo las tradiciones familiares y preservando las recetas sagradas a través de las generaciones. Las mujeres son extremadamente capaces y, en general, tienen un sentido del olfato más fuerte que el de los hombres, lo que nos da una ventaja en términos del arte y la ciencia de la elaboración de licores.
Hoy en día, las mujeres tienen un papel más importante en diferentes sectores e industrias alrededor del mundo, incluso como líderes de países. En el negocio de las bebidas espirituosas, ha habido un mayor énfasis en la contratación de mujeres en las últimas décadas y debido a esto, ahora hay mujeres liderando las marcas de bebidas alcohólicas o están dirigiendo sus procesos de producción. Las mujeres más jóvenes ahora ven a directoras ejecutivas o maestras roneras y pueden verse a sí mismas en ese rol, no siempre fue así.
“La innovación es una pieza fundamental. Pensar, mezclar y crear todos estos rones nos lleva a elaborar productos de alta calidad que en el futuro estarán presentes en los mejores bares del mundo.”
¿Crees que la industria está cambiando y veremos más mujeres como maestras roneras? ¿Algún consejo para los aspirantes a maestros roneros?
Desde los fundadores de destilerías hasta exportadores y más, las mujeres siempre han jugado un papel importante en el mundo de las bebidas espirituosas, especialmente cuando la industria comenzó a volverse más comercial. Ahora hay un enfoque deliberado en las mujeres de la industria a medida que avanzan en la universidad y más allá, lo que se ha convertido en un ciclo de retroalimentación positiva. Debido a esto, las mujeres ven la industria licorera como un espacio donde pueden trabajar y hacer crecer su carrera.
Para las nuevas generaciones que se están adentrando en este fascinante mundo del ron, me gustaría resaltar que debemos desarrollar el don de la paciencia, tal como sucede en nuestras barricas de roble durante el proceso de añejamiento donde el líquido va evolucionando poco a poco hasta lograr el balance perfecto y podemos disfrutar con orgullo del producto final. Aparte de eso, necesitamos sentir pasión en todo lo que hacemos, en cada paso del proceso, para poder ofrecer lo mejor a nuestros consumidores.
Ahora, ¡hablemos de ron! ¿Cómo pueden reconocer los bebedores aficionados si un ron es de alta calidad?
Sugiero dos formas de reconocer si un ron es de alta calidad: 1. Por la densidad del líquido, el espesor de sus “lágrimas” y 2. Por su astringencia, cuerpo y carácter, perdurable en el paladar
Santa Teresa 1796 es uno de los mejores rones del mundo, ¿hay una mejor manera de beberlo? ¿Un cóctel favorito que recomiendes?
Mi ron favorito es Santa Teresa 1796. Este ron superpremium es reconocido por ser pionero en el uso del Método artesanal Solera, como un segundo añejamiento que le da a este ron sus características únicas de balance y suavidad. Sorprende por su complejidad y persistencia en boca, con notas a frutos secos, chocolate, miel y cuero que se puede disfrutar en cualquier ocasión.
Para resaltar estos atributos, mi bebida favorita es el Cojonudo. En un vaso corto con una roca de hielo, agregar 2 oz. de Santa Teresa 1796, 1 oz. de agua gasificada, y 1 cáscara de naranja.