Existe una diversidad de trabajos que son considerados exclusivamente “masculinos” porque tal vez para algunas posiciones laborales, como por ejemplo el manejo u operaciones de pesados aparatos, se exige un esfuerzo físico considerable. Dicho esto, cuando se hace referencia a técnicos de aviones, lo primero que imaginamos es hombres grandes desempeñando esos puestos, capaces de cargar objetos pesados y maniobrar grandes maquinarias. Nos parece imposible pensar que estos talentos estén asociados con lo femenino.
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Aunque la realidad no dista mucho del ejemplo que hemos esbozado, la vocación de un técnico de avión no solo se relaciona a los hombres o lo masculino, ya que la intuición femenina y otras virtudes de las mujeres no caerían mal en esta difícil profesión. Alejandra Araujo es un perfecto ejemplo de ello y una de esas excepciones a la regla. Ella es un técnico internacional que trabaja en United Airlines, México, y que ha roto con todo tipo de barreras por simplemente ocupar esa posición. Es la única mujer dentro de un gran equipo de 43 personas y representa una realidad que se perfila a ganar mayor espacio cada día a base de esfuerzo, progreso y convicciones.
Alejandra ha batallado con todo tipo de estereotipos para llegar al lugar en donde se encuentra hoy a nivel profesional. Y aunque aún falta mucho camino por recorrer para que las mujeres tengan más voz en trabajos dominados por hombres, el futuro es muy esperanzador.
“Fue un poco complicado porque mis compañeros no habían trabajado con una mujer anteriormente. Cuando llegué, algunos compañeros estaban como que ‘sí claro, las mujeres pueden, te vamos a apoyar, aquí estamos.’ Y otros, pues ponían sus límites. Tuve que esforzarme el doble.”
Otras latinas rompiendo esquemas:
En una conversación exclusiva con HOLA! USA, Alejandra habló de su pasión por su trabajo y de sus experiencias al lidiar con un espacio dominado por fuertes convicciones patriarcales. También tiene consejos para cualquier niña que esté interesada en el fascinante mundo de los aviones y que sueñe con un trabajo que quizás no sea de lo más tradicional.
¿Cuál es tu rol en United?
Soy técnico de mantenimiento de aeronaves. Le damos servicio a los aviones. Dependiendo de qué asignación tengas, puedes reemplazar una llanta, darle toda la vuelta al avión, hacer pruebas en en el cockpit para que funcionen todos los sistemas, revisar la cabina de pasajeros, etc.
Leí que eres la única mujer de un equipo de 43 personas. Cuéntanos un poco de los retos y beneficios de estar en esta posición.
Sí. Fue un poco complicado porque mis compañeros no habían trabajado con una mujer anteriormente. Cuando llegué, algunos compañeros estaban como que ‘sí claro, las mujeres pueden, te vamos a apoyar, aquí estamos.’ Y otros, pues ponían sus límites. Tuve que esforzarme el doble. En términos de cargar cosas, darles torque, las mujeres no tenemos la misma fuerza que un hombre. Tenemos que encontrar la forma de poder hacerlo.
Hoy en día ya no tengo compañeros que dicen que no quieren trabajar conmigo. Ahora, hay apoyo de todos en general. Somos un grupo relativamente pequeño en comparación con otras estaciones de United, entonces el apoyo es total.
¿Piensas que hay algunos talentos de las mujeres que pueden aportar a tu posición?
Sí. Por ejemplo, somos más minuciosas y detallistas. Cuando trabajamos en cabina y nos toca una inspección, me doy cuenta de más detalles. Y mis compañeros dicen: ‘¡Oh! no vi eso, me tocó otra fila’.
También somos más ordenadas. Mi caja de herramientas la tengo organizada en secciones. Yo creo que esas habilidades de la mujer ayudan muchísimo, porque la estética del avión cuenta bastante para el pasajero. Los pasajeros quieren condiciones limpias, ordenadas en términos de cinturones, fundas de los asientos, etc.
Tiene mucho sentido. Puede ser una generalización pero yo siento que las mujeres operamos de una manera más organizada…
Sí. No es que los hombres sean descuidados, pero sí (risas). Las mujeres nos encargamos de que se vean perfectas las cosas, que la cortina del avión esté bien acomodada, etc. Siempre da un plus para la experiencia del pasajero.
“Como mujer hay que estudiar mucho y sobresalir. Pero es una carrera muy bonita. Hay muchas cosas que disfruto de mi trabajo, días en donde tienes asignaciones diferentes. Y ¡sí se puede!”
Has visto alguna evolución en término de mujeres consiguiendo más trabajos en campos tradicionalmente masculinos en Latinoamérica?
La verdad es que sí. En México hay muchas mujeres trabajando en aerolíneas; sin embargo, para estar en una aerolínea americana tienes que tener una licencia FAA (Federal Aviation Administration por sus siglas en inglés) que quizás muchas no la han sacado. Pero veo que hay más mujeres. En Brasil también ya se unieron muchísimas mujeres para el mantenimiento de la aeronave. Eso me motiva porque se ve que sí podemos. No importa que seas chiquita, delgadita, siempre se puede si se quiere hacer el trabajo. La fuerza si es importante para un régimen de mantenimiento, pero creo que hay formas de lograrlo. Entonces, es un buen punto para que se unan más mujeres.
¿Tienes algún recuerdo o alguna memoria que te impulsó a elegir esta carrera?
Mis papás son comerciantes. Cuando ellos iban a surtir la mercancía que iban a vender, aquí en la ciudad hay un puente, que antes se usaba como mirador. Yo veía los aviones ahí desde chiquita. Y viendo eso, pues te imaginas muchas cosas. El sonido es muy potente cuando despegan. Chiquita los veía, pero no fue hasta los 15 años que me enteré que había un trabajo que ayudaba a pasajeros a salir de aviones en caso de emergencias, y ahí fue que dije, ‘yo quiero estar ahí, quiero pertenecer al mundo de la aviación.’ Quería hacer sobrecargo y terminé siendo ingeniero mecánico.
Qué ha sido lo que más has disfrutado de tu carrera?
Cuando terminé la ingeniería, empecé a trabajar en programación. Programaba las tareas que hay que destapar muchos paneles, hacer inspecciones, todo eso. Así empecé. Pero la verdad es que fue difícil. Cuando les decía a mis compañeros qué hacer y les asignaba trabajos, el supervisor se enojaba cuando lo hacía mal y no me explicaba como hacerlo bien. Me decía: ‘Esto no va aquí, esto va allá.’ Después me dije, tengo que aprender. Empecé a hacer prácticas en esa aerolínea, empecé a decir: ‘sí, tienen razón.
Es importante saber la práctica y combinarla con la teoría que estudiaste. Eso es lo que más disfruto, esa combinación de teoría con práctica.
¿Qué quisieras decirle a una niña que quiere trabajar en este campo?
Que sí se puede. Que se puede lograr. No es un campo muy favorable a la mujer, por así decirlo. Prefieren quizás a un hombre por que puede cargar objetos pesados, por ser más grandes. Como mujer hay que estudiar mucho y sobresalir. Pero es una carrera muy bonita. Hay muchas cosas que disfruto de mi trabajo, días en donde tienes asignaciones diferentes. Y ¡sí se puede!