“Querida Brujita” es una columna mensual para aprovechar nuestra sabiduría ancestral y nuestra intuición individual por igual. A medida que el mundo se vuelve más ruidoso y abundan las distracciones, podemos sentirnos alejados de nuestras tradiciones indígenas y ancestrales. Los momentos de estrés, tumulto social y miedo y la conexión constante con los estímulos digitales pueden hacernos sentir aún más desconectados de nosotros mismos y de los demás.
Cada mes, Vanessa Codorniu responde a sus alumnos y lectores las preguntas más profundas sobre la vida, el amor, los negocios, la dinámica familiar, la salud, la espiritualidad y la brujería ética.
Querida Brujita/ Brujita Vanessa:
Estoy teniendo una crisis moral y espiritual y siento que estoy en una encrucijada. Hace 10 años mi colega me asesoró en un proyecto. Ella prometió darme crédito y decirles a nuestros jefes que lo duro que yo había trabajado. Pero cuando se llevó a cabo el proyecto, todos los elogios fueron para ella. Poco después dejé esa empresa, y desde entonces encontré el éxito en la industria. Me la he encontrado muchas veces en eventos de la industria. Irónicamente, en estos eventos siempre me saluda con cariño y elogia mi trabajo. Pero esa experiencia se ha quedado conmigo, y mis sonrisas hacia ella son falsas.
Ahora, con un rol gerencial en mi compañía actual, estoy en el comité de contratación para un trabajo grande. Ella está preparada y es una buena opción para este puesto. Ella me ha expresado a mí y al equipo cuánto lo quiere, y me pidieron mi opinión sobre su trabajo, ya que trabajé directamente con ella.
No estoy segura de qué hacer porque, por un lado, es la respuesta a mi oración en años, sintiendo que tengo la oportunidad de “vengarme” de ella. Y, por otro lado, como gerente y profesional, entiendo que en el mundo real a veces lastimas los sentimientos de alguien con quien trabajas y no es intencional. ¿Cómo equilibro mi experiencia personal, mi mezquino deseo de “venganza” diciendo la verdad y mi ética profesional?
Sinceramente, Vengativa pero madura
Querida ‘Vengativa pero madura’:
Parece que en realidad tienes mucha claridad y entiendes que esta es una mujer con la que probablemente te encontrarás, si no trabajan juntas, durante muchos años por venir. Hay algunas formas muy útiles de manejar esta situación.
El primer principio al que hay que prestar atención aquí es el perdón: que te sientas libre tanto como para que hagas lo correcto. Suena como si estuvieras gastando tu preciosa energía de fuerza vital en estar enojada con ella y asumiendo lo peor. ¡Eres humana! Es lo más normal del mundo sentirnos heridos y formar una barrera de resentimiento para mantenernos a salvo de alguien.
Sin embargo, la gente madura, incluyéndote a ti misma, no nos gustaría ser recordados por nuestro peor día, ¿verdad? Una práctica muy simple es cerrar los ojos y mentalmente llévate a ese momento. Con cada inhalación, permítete sentir la incomodidad, el dolor y la ira burbujeando. Y con cada exhalación envíe un alivio refrescante a todos en el planeta que han sentido ese sentimiento (incluyéndote a ti misma).
Haciendo esto durante unos días, te dará perspectiva y le quitará el “calor” a este recuerdo. Si todavía te sientes con enojo o dolor te recomiendo escribirle una carta que nunca mandarás, y acabando de escribir la carta, quémala e imagina que se va yendo la energía pesada dentro de ti al ver el humo del papel. Repite para ti misma: “perdono lo que ha pasado y me permito moverme con confianza a mi futuro brillante”.
Como ahora ambas son más maduras y ocupan posiciones de liderazgo, las invito a considerar iniciar una conversación clara. Podrías decirle: “me avergüenza admitir que me he estado aferrando a algunos sentimientos heridos de cuando trabajamos juntas hace muchos años”. Explícale el recuerdo y luego tal vez dile: “como gerente, ahora me doy cuenta de que tal vez no estabas al tanto del impacto en mí”. Dale la oportunidad de reconocer y asumir la responsabilidad. También podría sorprenderte con información que no sabes. Quizás te elogió en privado como lo ha hecho en público desde entonces.
Al final del día, tienes tu intuición para guiarte. Algunas personas cambian mientras que otras no. Está bien tener límites y no trabajar con alguien si todavía tienes un mal presentimiento después de hacer el trabajo del perdón por tu cuenta. Como dijo Maya Angelou, “cuando las personas te muestren quiénes son, créeles”. Tú sabes lo que es mejor para ti.
Tu Brujita Vanessa