Cuando escuchamos Puerto Rico pensamos en playas paradisíacas, música, reggaeton y por supuesto, en excelente ron, la mejor combinación para considerar en este verano. HOLA! USA tuvo la oportunidad de vivir una experiencia inmersiva con Ron del Barrilito, el más antiguo producido en la “Isla Del Encanto”.
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La compañía, que fue fundada en 1880 por don Pedro Fernández, y actualmente es lidereada por don Joaquín Bacardí, Presidente y CEO de Edmundo B. Fernández, Inc. honrando la tradición y el legado de sus fundadores, continúan produciendo este valioso destilado en la Hacienda Santa Ana en Bayamón, manteniendo la misma receta y fórmula para respetar el proceso natural por más de 142 años.
Durante nuestra visita pudimos conocer más acerca de la gran historia que existe detrás del Ron del Barrilito y sus fascinantes instalaciones, acompañados por don Joaquín y sus hijos, Eduardo y Guillermo, quienes son parte fundamental de la compañía. En 1880, don Pedro Fernández fue quien se dedicó a desarrollar la fórmula de la bebida, después de estudiar en Francia el proceso de elaboración del cognac. Al regresar a Bayamón , se dedicó a producir su propio ron a partir del azúcar de caña, el cuál era un ingrediente que abundaba en la región y poco a poco fue mejorando su sabor al ir añejándolo en pequeños barriles de roble.
Como buen anfitrión, don Pedro tenía la tradición de recibir a sus invitados con un vaso del ron que mantenía en un barrilito, dando paso a que los visitantes comenzaran a referirse a este elegante gesto como el “Ron del Barrilito”. Se hizo muy popular en Puerto Rico y decidió comenzar a comercializarlo bajo ese nombre, convirtiéndose en un icono de la isla.
Ellos son la familia Bacardí y Luis Planas “Master Blender”; Líderes del proyecto y visionarios que apostaron por mantener vivo el legado de don Pedro en 2017, prometiendo preservar todo para no perder la esencia, desde la etiqueta hasta los ingredientes; por supuesto, aportando una visión más moderna y elementos que les permitan tener una mayor visibilidad y presencia comercial sin sacrificar jamás la calidad.
Al preguntarles cómo definirían Barrilito, nos transmitieron en palabras claves esa pasión y dedicación que hay en cada una de las más de 4,000 barricas que tienen en los diferentes almacenes, así cómo, la atención y detalle que le ponen a cada una de las botellas antes de salir al mercado. Para don Joaquín Bacardí, el Ron del Barrilito es sinónimo de “Artesanía”. Para Eduardo Bacardí, Director de Sales y Marketing, es “icónico” y un “masterpiece”, mientras que para Guillermo Bacardí— el próximo Master Blender de la marca — representa “herencia” y un producto “único”.
Durante el recorrido al “Visitor Center” que abrió en 2019, pudimos conocer a fondo el proceso de creación de este tradicional destilado con el reconocido “Master blender”, Luis Planas, quien lleva más de 35 años en la industria y ha sido el responsable de que cada una de las botellas que sale al mercado cumpla con las especificaciones y calidad que requiere la marca y exige la ley. Algo digno de resaltar es que, contrario a muchos otros productos en el mercado, no utilizan ningún tipo de aditivos ni sabores artificiales, buscando siempre que todos los aromas se desarrollen de forma natural con el añejamiento en las barricas de roble blanco que importan desde España y han sido utilizadas anteriormente para producción de Jerez.
Actualmente, existen cuatro ediciones a nivel comercial: dos estrellas; es el más joven e ideal para coctelería y se desarrolló durante la época de la “prohibición”. Le sigue el de tres estrellas, el cual es añejado entre seis y diez años, apreciado por locales y extranjeros.
Las dos últimas adiciones a la familia fueron desarrolladas por Luis Planas. Cuatro estrellas añejado hasta por 20 años, y cinco estrellas – la “joya de la familia”–, una edición exclusiva y limitada cuenta con una tirada única de 2,500 botellas para el mundo y consiste en una mezcla de rones añejados de hasta 35 años, elaborados a mano con el mismo proceso y tradición artesanal que siempre ha destacado a esta marca puertorriqueña desde 1880.
Si visitas Bayamón, Puerto Rico, no puedes dejar de ir a conocer la Hacienda Santa Ana y disfrutar una degustación en el bar del “Visitor Center” o una clase de mixología de la mano de expertos para posteriormente recorrer el centro de Bayamón, una ciudad con gran oferta cultural y gastronómica, además de galerías de arte, museos, café de la más alta calidad y una terraza con gran variedad de “food trucks” típicos de la región e internacional.