Daniela Villegas celebra Mother’s Day junto a su padre, Rafael Villegas, su hijito Balthazar Hayek y su segundo bebé en camino

¡Gracias por la felicitación! Feliz de compartir con mi papá y mi familia. Me hace muy feliz que él me visite. Se lleva increíble con mi esposo, ‘Sami Hayek’, y mi hijo, Balthazar, lo que hace que sean unos momentos lindos e inolvidables para todos. Nos gusta mucho comer y a Sami poner la barbacoa, entonces nos damos cuerda todos para experimentar con nuevos platillos y antojos.

Me encantan los picnics porque son siempre una celebración. Desde poner la mesa, que nunca queda igual y eso los hace únicos, hasta cómo va fluyendo todo: el canto de los pájaros, la conexión con la naturaleza… El ambiente se da para que todos nos sintamos relajados y sin ninguna pretensión. Conectados desde nuestra raíz con la tierra, la vibra es amorosa y tranquila. A Balthazar le gustan mucho, porque la mesa le queda a una altura perfecta para él y se involucra mucho más.

La maternidad es el regalo más precioso que me ha dado la vida. Mi corazón se siente lleno y agradecido en todo momento. Balthazar cumple dos años en julio, está en una edad muy tierna y chistosa. Se comunica cada vez más y es muy activo. Estamos descubriendo y redescubriendo el mundo juntos. Mi bebé nacerá en julio también, así que se van a llevar justo 2 años entre ellos.

Te cambia la vida por completo. Las prioridades son otras. Te hace reestructurar tu vida y aprender a ser más ligera, a controlar menos y disfrutar más cada instante.

La pandemia nos agarró cuando Balthazar tenía 6 meses. Entonces nos encontró en un momento en el que él estaba todavía chiquito y no se daba cuenta de lo que pasaba afuera de la casa. Viéndole lo mejor a esta situación, la pandemia nos ha traído más unión y apoyo entre nosotros. Nos hizo estar presente en cada momento de su vida, poder saborear su rutina, así como los descubrimientos que hace cada día. –Mira a su hijo enamorada y reflexiona-: Los niños son un reflejo de nosotros mismos, ver que aprendo de él y él de mi: tratar de crear una danza armónica en la que nuestras almas conecten y ambas estén en sintonía.

Más que difícil, ha sido complicado tener claridad en los límites: los límites de tu vida personal con la laboral, mis límites como individuo, como pareja, como familia. Ir creando dinámicas en que todos nos sintamos a gusto y que funcionen en nuestro núcleo particular. Consiste en adaptarte y ser flexible... Como un camaleón, atenta, curiosa y disfrutando los colores que presenta la vida.

A amar más. También que el amor es el sentimiento más importante y nuestro gran legado. Amar con libertad, con empatía, con respeto…

Creo que es muy importante que él crezca viendo a una mamá feliz con ella misma y con lo que la rodea, que aprenda que la vida no es perfecta pero que lo importante es poder sacar lo mejor de lo qué hay en ella. Que la búsqueda de la felicidad es nuestra responsabilidad y que se trabaja y se construye día a día... Y que solo existirá plenamente cuando involucre el amor propio con el amor hacia los demás.

Sus siestas matutinas en mis brazos, es sin duda el momento favorito de mi día. Tenerlo tan cerquita y tranquilo, cómo un angelito, verlo soñar y sonreír mientras duerme... Al mismo tiempo que puedo poner en orden mi jornada laboral: emails, follow ups con el taller, poner claridad en mis nuevas ideas, meditar soluciones, etc. Es un momento del día que me da mucho equilibrio y mucha paz.

¡Puro amor! Como decimos en México, se me cae la baba por él. Balthazar es muy ocurrente, nos hace reír mucho, es un niño muy tierno. Mi Balthi y el bebé que viene en camino, son un sueño hecho realidad y mi creación más bonita, sin duda.

Fue una sorpresa increíble que sucediera tan rápido y en un momento familiar tan sólido. Todos estamos muy emocionados: Sami y Balthazar gozando mucho, y nuestras dos familias encantadas también, así que preparándonos para recibir a este angelito que viene en camino.

Tomar mucha agua, tratar de comer lo más saludable que se pueda de una manera balanceada pero darte gusto a los antojos y disfrutarlos también. Ser amorosa con una misma… Consentirte y cuidar el cuerpo, ya sea con una siesta, un chocolate, momento de relajación: leer, cocinar, dibujar, pasar tiempo en el jardín, etc. Yo me pongo aceite y cremas en el cuerpo y cara todo el día. Estar en movimiento me ha ayudado también: o correteando a Balthazar o dar una nadada en la alberca. Pongo mucha atención en lo que ingiero visualmente, auditivamente, emocionalmente. Si no me da paz, lo alejo.

Sí, al cien por ciento. La productividad y cómo enfocas tu energía en tu trabajo, es otra. El estar organizada es básico para que todo funcione. Gracias a Dios, estoy rodeada de un equipo increíble con el que me siento apoyada y en sintonía. Ha sido un cambio no solo para mí sino para todos, la pandemia nos vino a enseñar que hay que adaptarse y ser flexible, buscar nuevas maneras de comunicarnos y trabajar. En cuanto a mi estilo, yo creo que pongo todavía más atención y énfasis al mensaje que quiero transmitir, qué es lo que quiero expresar y compartir. Trabajo en nuevas ideas y en expandir mi horizonte. Me siento en un momento lleno de curiosidad y aprendiendo... redescubriendo.

Balthazar tiene suerte de estar rodeado de grandes figuras paternales: mi esposo, mi papá y mi suegro. Cada uno muy diferente en sus estilos y formas, pero todos están muy conectados con su espíritu. Mi papá es una persona muy alegre y con actitud jovial, tiene mucha energía y sabe cómo disfrutar la vida. Yo creo que ese es el mejor ejemplo que me ha dado y que comparte con mi hijo: el gozar las sorpresas que trae la vida cada día.

Lo que Dios quiera y que venga con mucha salud.

¡Sí! Esta feliz y le encanta poner sus manos en la pancita. Balthazar es un niño muy amoroso y compartido, creo que van a ser muy cercanos y además que no se van a llevar mucha diferencia de edad, lo que siento tiene sus ventajas. Tener hermanos son de las bendiciones y regalos más increíbles que hay. Amigos de vida, que aunque no siempre tengamos las mismas ideas, metas o sueños, nos ayudan mucho a saber cómo comunicarnos y convivir... Nos preparan a la vida adulta de una u otra manera y son siempre un gran apoyo emocional.

No siempre sucede pero se intenta todo el tiempo: organizándote, delegando, pidiendo ayuda, preguntando y no asumiendo, con amor y paciencia.

Además de estar trabajando en nuevos proyectos con mi marca, estoy contemplando nuevos retailers para distribuir mis joyas. Por supuesto, continuar explorando nuevas facetas, disfrutar de la maternidad y renovarme constantemente. Todo paso a pasito, sin prisa, pero con firmeza y convicción.