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¿Conoces la importancia de la vitamina D para nuestra salud física y mental? Quizás aún no lo sepas o no estás al tanto de la rol en el funcionamiento de nuestro organismo, pero su presencia en los niveles adecuados, tiene excelentes beneficios para el estado de ánimo y para la belleza de la piel.
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Y de acuerdo a diversas investigaciones es recomendable aumentar las cantidades de consumo diario de esta sustancia en el caso de las personas que por razones de edad, estacionales o confinamiento temporal no puedan exponerse al sol, ya que este representa la fuente principal para el cuerpo de esta vitamina. Las otras dos maneras de obtenerlas es a través de algunos alimentos y los suplementos vitamínicos.
Propiedades y ventajas
Los aportes de esta sustancia vital fortalecerán el sistema inmunológico al disminuir el riesgo de infecciones, seremos menos propensos a la fatiga, la irritabilidad y nerviosismo. Inclusive está comprobado que puede observarse mejoras sustanciales en el estado de ánimo, hasta en personas que sufren de depresión.
Por otra parte, los niveles idóneos de vitamina D son la salud del sistema óseo. En el caso de los niños y adolescentes se fortalecerán sus músculos y huesos, mientras en adultos se evita que se debiliten y sean proclives a fracturas.
Y es que el cuerpo produce vitamina D cuando la piel se expone directamente al sol, y aunque no hay un consenso científico sobre el tiempo exacto (puede variar por zona geográfica, horario y color de piel), se estima que si recibimos baños de sol de 10 a 20 minutos al día podríamos percibir entre el 80 y 90% de la cantidad requerida por el organismo.
Sin embargo, el uso de sunscreen, la ropa, e incluso las horas del día pueden interferir en su buena absorción. Aunque mucho tememos y sabemos acerca del foto-envejecimiento por el abuso del sol, pero si lo tomamos con precaución, podemos inclusive ver mejoras en la piel, eczemas, acné y otro tipo de salpullidos –aunque siempre es mejor consultar con tu especialista tu caso particular–. Incluso está comprobado que ayuda al metabolismo celular que puede prevenir el envejecimiento de la piel.
Que no te falte, pero tampoco te excedas
Si tomas sol y consumes pescados (atún, salmón y sardinas), moluscos, champiñones, huevos y yogurt es probable que puedas completar tu requerimiento de vitamina D. Pero, si presentas síntomas de fatiga, cansancio o dolores en las articulaciones es probable que aún te haga falta un poco de esto necesario nutriente.
En estos casos lo ideal es acudir al médico, quien a través del examen corporal y/o la química sanguínea podrá determinar si es necesario que tomes Vitamina D3, en qué cantidades y por cuánto tiempo. La dosis diaria para las personas de entre 1 y 70 años es de 600 UI (unidades internacionales) según el NIH (National Institutes of Health).
Aunque queremos obtener todos sus beneficios, también un exceso de vitamina D puede ocasionar severos problemas a nuestros órganos (pulmones y riñones principalmente). Así que a pesar de que los suplementos pueden comprarse sin prescripción, olvida auto medicarte. Es mejor que su consumo y dosis sean recomendados por un especialista.
Lo que si es primordial es que trates de inclinarte por las fuentes naturales que ayudarán a tu organismo a producir esta vitamina. Si crees que puede ser insuficiente recurre a tu médico de confianza y él podrá verificar si tus niveles están bajos y ponerle remedio.