Si bien en el pasado revelamos los siete pecados capitales que se cometen al hacer ejercicios, debes conocer otras razones por las que tu workout podría no estar ofreciéndote los resultados que esperas. Así que es hora de diagnosticar y determinar qué hábitos debes modificar. Además de sobreentrenar, mala elección de los alimentos o mantener la misma rutina por mucho tiempo; tienes acá una lista de esos errores que todos hemos cometido alguna vez y que debes determinar si su frecuencia es lo que está perjudicando el acondicionamiento.
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1. Poco descanso o tiempo de recuperación. No dormir lo suficiente o forzar los músculos antes de tiempo, ocasiona no sólo que experimentes dolor, sino que evita que se muestre el resultado de tonificación y crecimiento (hipertrofia) que se busca. Los músculos se recuperan en 48 horas (excepto el abdomen, que apenas necesita 24) por eso suele trabajarse por zonas, así puedes hacer ejercicios a diario y dar a cada grupo su oportunidad de recobrarse.
2. Ignorar el dolor. Debes aprender a 'escuchar' lo que expresa el cuerpo. Es probable que algunos días no tengas todo el ánimo para ir al gimnasio o realizar tu práctica deportiva, pero otra cosa es cuando hay dolor –por ejemplo– en la zona lumbar o en las rodillas por un esfuerzo de días anteriores, que ya debería haber cedido. Aprende a diferenciar un músculo estimulado de otro inflamado que puede llevarte a una lesión.
3. Mala respiración. Aunque se trata de una de las funciones básicas de los seres humanos. No solemos prestar atención a la importancia de hacerlo bien para que el organismo cumpla a cabalidad sus funciones. Muchas veces contenemos la respiración durante la ejecución de un ejercicio, los abdominales por ejemplo, cuando lo que debemos es inhalar antes de subir el torso y exhalar cuando contraemos los músculos Si te sientes aturdida, mareada o bostezas mucho, puede ser un indicativo de la falta de oxígeno.
4. Acumular en un día el ejercicio para seis. Resulta que en toda la semana te dedicaste a otras actividades y nunca lograste hacerte un espacio para el entrenamiento. Pretender recuperar el tiempo perdido en una sola jornada, no es solo imposible, sino riesgoso. Puedes terminar incluso con una lesión.
5. No cuidar la técnica. Hacer los ejercicios de de determinada forma u orden, no es un capricho o una ocurrencia de moda. Controlar los movimientos, realizarlos de manera consciente, evitar la hiperextensión de músculos, etc., hará más efectivo el trabajo físico y evitará que hagas daño a tus articulaciones, músculos, huesos y tendones.
6. Consumir pocas proteínas. En cualquier dieta balanceada es importante la elección de buenos alimentos proteicos. Pero si a eso le sumas que realizas actividad física regularmente. Debes asegurarte de que tu dieta sea rico en este tipo de nutrientes, ya que es esencial para ayudar al cuerpo a recuperarse y lograr los objetivos de adelgazamiento y tonificación.
7. Ayunos no planificados. Muchos expertos consideren que lo ideal es que si te ejercitas a primera hora de la mañana, debes hacer un desayuno ligero que te aporte la suficiente energía, pero de rápido procesamiento. Sin embargo, hoy día existe una tendencia muy seguida de practicar ayunos. No obstante, estos deben responder a un plan previo que te permita comer los carbohidratos y grasas suficientes con anterioridad para que tu organismo responda bien a las exigencias de entrenar sin comer. La recomendación es que este tipo de prácticas sea guiada por un nutricionista.
Revisa todos los tips que te hemos dado, consúlta las dudas con tu entrenador y haz los cambios que necesitas. Verás cómo comienzas a tener mejores resultados de inmediato.