Para Aarón Díaz , el talentoso actor mexicoamericano , San Miguel de Allende es sinónimo de familia, amigos, buena mesa y hospitalidad. Aunque nació en Puerto Vallarta, desde su primer año de vida y hasta su adolescencia vivió en este pueblo mágico que ha recibido numerosos reconocimientos por su arquitectura colonial, sus santuarios religiosos, su vida cultural y su dinamismo para acoger a los extranjeros, que ahora conforman algo más de un ocho por ciento de la población. “Voy cada vez que tengo una oportunidad. Ha sido una maravilla haber crecido y ser parte de este pueblo. En San Miguel me siento en casa”, nos contó. “Allí conoces gente de todo el mundo”.
Y fue en San Miguel donde hace 34 años sus padres, Beto Díaz y Robin Spencer abrieron un restaurante, “El Pegaso”, que hoy en día es una institución. Fue allí donde Aarón tuvo su primer trabajo. “Es uno de los restaurantes más antiguos, si no el más antiguo. Muchas personas que conozco llevan años yendo a desayunar, almorzar y comer allí. La gente y la energía del lugar son únicos”. La hospitalidad de sus padres es contagiosa y Aarón habla con mucho cariño de sus años de adolescente en el negocio familiar. “Desde joven me enseñaron a trabajar. Mucha de la gente más interesante que conozco la he conocido a través de mis padres porque son clientes”.
Y esa posibilidad de conocer nuevas personas lo mantiene vinculado al negocio de los restaurantes. Su proyecto en San Miguel es la “Cevichería La Muy, Muy”, donde también se ofrece Raicilla, un licor de agave que se trae directamente de los altos de Jalisco. Las memorias de infancia de Aarón están acompañadas de los olores del pan fresco y las conchas de vanilla y chocolate que salían de La Colmena y otras panaderías en las calles del centro. También de los aromas de la cocina de su mamá, que es americana, pero que “cocina mejor que muchas mexicanas”, y platillos como Chiles en Nogada, que todavía están entre sus favoritos.
Pero es paseando por la ciudad donde se puede apreciar la belleza de este pueblo mexicano. “El centro de San Miguel es un lugar donde se pueden conocer personas de todas partes del mundo”. Cuando visita con su esposa, la también cantante y actriz, Lola Ponce, y sus dos hijas, le encanta perderse en las calles empedradas del centro y compartir con ellas en la plaza central. “Mis hijas están felices. Parte de la magia de San Miguel es caminar. Todo el centro es muy agradable, las tiendas de artesanías, los restaurantes. El Parque Juárez es divino, está lleno de pájaros”, agrega. Otros lugares que recomienda visitar son el Museo del Juguete, un buen sitio para comprar juguetes hechos a mano y conocer su historia, y el mercado de artesanías, “donde los turistas pueden encontrar muchas cosas típicas de esta ciudad”.
San Miguel de Allende, que forma parte del estado de Guanajuato, fue nombrada en el 2013 por la revista Condé Nast Traveler como la mejor ciudad del mundo junto con otras 24 ciudades reconocidas por su aporte cultural, belleza arquitectónica y lugares de diversión. Si lo que desea es una noche de romance, Aarón recomienda una de las muchas terrazas en el centro donde se puede ver el contraste entre la arquitectura y la iluminación. “Crecer en un lugar lleno de pintores, escultores, escritores, gente que hace joyería, fue muy lindo. Rodearme de artistas me hizo sensible a muchas cosas. Mi abuela —la mamá de mi mamá— era actriz. Siempre supe que era súper artístico, pero nunca pensé: ‘quiero ser actor’. No es lo mismo crecer en la frontera que en un pueblo mágico como San Miguel, donde lo absorbes todo”, recuerda.
San Miguel tiene una agenda cultural muy rica y la posibilidad de hacer todo tipo de actividades ecológicas a sus alrededores. El Jardín Botánico, en el Charco del Ingenio, es un lugar fascinante. Cuenta con la colección de suculentas más importante del país, alrededor de 750 especies. El jardín se encuentra a menos de 15 minutos en carro o 45 minutos caminando desde el centro. “San Miguel tiene todos los climas y la mejor época del año para visitar depende de cuál prefieras. Para mí el otoño es la mejor, no hace ni frío ni calor. También la temporada del Festival de Jazz o el día de los muertos”, agrega. El festival de cine de Guanajuato es otra oportunidad de conocer más del estado. Guanajuato es una ciudad minera en la que los autos utilizan túneles interconectados como alternativas para tener un centro peatonal con una arquitectura ecléctica y única. “San Miguel y Guanajuato son lugares hermosos y no se comparan, el festival de cine en julio es muy interesante”.
El actor y cantante reconoce que no se considera un experto en San Miguel porque es un lugar que está cambiando constantemente y parte de su encanto es que tiene todo tipo de visitantes y de negocios. “Estudié la primaria y secundaria cerca de La Aurora. Antes era una fábrica de telas, ahora es un lugar divino, lleno de arte y galerías. Una vez al mes hacen eventos, presentan nuevos artistas. Revivieron un espacio que ahora es muy cool”, comenta.
Otro ejemplo de transformación es el Hotel Matilda, “un bonito hotel boutique muy cerca del Parque Juárez”, que conserva la fachada colonial y por dentro tiene un look ultracontemporáneo, del que forma parte “Moxi”, el restaurante del reconocido chef Enrique Olvera. También “Doce 18”, un concepto de L’Ôtel group que remodeló una antigua ferretería conocida como la casa Cohen para crear un espacio que reúne gastronomía, diseño y hospitalidad. con gran énfasis en los productos mexicanos de alta calidad como un tasting room del tequila “Casa Dragones” y el restaurante de cocina tradicional mexicana “Jacinto 1930”, del chef ítalomexicano Matteo Salas.
El Santuario de Atotonilco, una iglesia con impresionantes frescos patrimonio de la humanidad de la UNESCO, tiene una importancia histórica y especial para Aarón, pues allí bautizó a su primera hija Erin, en el mismo lugar donde se casó Allende y se llevaron a cabo manifestaciones importantes del movimiento de independencia mexicano. Definitivamente una joya de ciudad mexicana que no te puedes perder por nada del mundo.