El viaje de Samara Mejía Hernández para convertirse en una de las latinas más influyentes del venture capital (o capital de riesgo, en español), no estuvo marcado por el privilegio o el acceso a una agenda de contactos. Samara, que creció sin las tradicionales redes que tienen muchos aspirantes a inversores, tuvo que desenvolverse en el mundo de las finanzas con determinación, resiliencia y fe en sus capacidades. Hoy es socia fundadora de Chingona Ventures, un fondo de capital semilla que se centra en empresas tecnológicas de todo Estados Unidos. Este puesto ejemplifica su trabajo innovador y su visión en el ámbito del capital de riesgo.
Samara nació y se crió en una comunidad donde las trayectorias profesionales tradicionales, como el capital de riesgo, no eran algo propio de su entorno por lo que comprendió desde el principio que el éxito requeriría superar barreras y crear oportunidades. Después de obtener su título en Ingeniería Industrial y de Operaciones en la Universidad de Michigan, se aventuró en las finanzas, un espacio que suele estar dominado por las conexiones establecidas y la riqueza. En lugar de dejar que la ausencia de estas ventajas la obstaculizara, Samara aprovechó su tenacidad para conseguir un puesto en Goldman Sachs, una de las empresas más prestigiosas del sector financiero.
Durante su tiempo en Goldman Sachs, Samara trabajó en gestión de activos y operaciones comerciales, adquiriendo conocimientos valiosos sobre el mundo de las inversiones y el crecimiento corporativo. Pero sus ambiciones iban más allá de trabajar para una gran empresa. Imaginó un camino que le permitiría ayudar a las empresas a crecer desde cero, con un enfoque en emprendedores e ideas poco representadas. Esto la llevó a fundar Chingona Ventures.
"Chingona Ventures prioriza la inversión en empresarios de orígenes no tradicionales que aportan perspectivas únicas sobre una base de clientes que les dará una ventaja competitiva". Samara Mejia Hernandez, socia fundadora de Chingona Ventures
En 2019, Samara Hernández dio el gran salto y fundó Chingona Ventures, una firma de capital de riesgo con la misión de invertir en empresas fundadas por emprendedores que los inversores tradicionales suelen pasar por alto. El nombre "Chingona" quiere decir en español "mujer ruda" y refleja el compromiso de Samara de empoderar a diversos empresarios, en específico a mujeres y personas de color, para transformar sus visiones en negocios prósperos.
A diferencia de muchas firmas de capital de riesgo que solo buscan industrias conocidas o fundadores con conexiones tradicionales, Chingona Ventures se centra en empresas con sede en Estados Unidos, habilitadas para la tecnología y lideradas por personas de diversos orígenes. El enfoque de Samara respalda estas empresas financieramente y fomenta la innovación aprovechando un grupo más amplio de talentos e ideas. Una de las inversiones notables de Chingona Ventures incluye PaerPay, una startup de pagos sin contacto con tecnología financiera que ejemplifica el tipo de tecnología disruptiva que apasiona a Samara.
El trabajo de Samara ha demostrado que respaldar a empesarios no tradicionales e innovadores tecnológicos puede generar empresas exitosas e impactantes. Al invertir en sectores como FinTech, atención médica, educación y la innovación laboral, Chingona Ventures aborda brechas críticas en el mercado y brinda oportunidades para quienes podrían no tener acceso al capital tradicional.
Su historia sirve como un poderoso recordatorio de que la diversidad en el capital de riesgo no es solo una responsabilidad social, sino un camino para desbloquear el potencial desaprovechado en industrias que están listas para los cambios. Samara Mejía Hernández personifica la persistencia, el trabajo duro y una visión clara. A través de Chingona Ventures, está invirtiendo en empresas y dando forma al futuro del emprendimiento al llevar la diversidad tan necesaria al frente de la industria del capital de riesgo.