El nombre de Ileana Ros-Lehtinen fue escrito con letras de oro en la historia de la comunidad hispana en Estados Unidos al convertirse en la primera mujer al ser electa en el Congreso Federal. A lo largo de sus más de cuatro décadas al servicio público, se especializó en política exterior, una preparación que le sirvió para abogar por los derechos de los migrantes, las personas de la tercera edad y de la comunidad LGBT. Desde su trinchera, impulsó acciones a favor del pueblo de Cuba, país que tuvo que abandonar a la edad de ocho años, cuando llegó cómo refugia a Norteamérica, sitio donde encontró las oportunidades para cumplir su sueño de convertirse en legisladora.
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Nacida en La Habana, Cuba, Ileana es hija de Amanda y Enrique Ros, un reconocido historiador y activista cubano que fue exiliado durante la revolución. Tras pasar los primeros años de su vida en su país natal, Ileana y su familia emigraron a los Estados Unidos cuando ella era muy pequeña, una época que recuerda por las dificultades que, como toda niña migrante, enfrentó: “Yo vine aquí, a los Estados Unidos, cuando tenía ocho años de edad, sin saber nada de inglés”, confesó hace unos años en entrevista con Univision.
Desde muy pequeña tuvo contacto con la política, gracias a la profesión de su padre, una de sus grandes influencias en la vida y por quien siempre se mostró orgullosa de sus raíces. Estudio en la Universidad Internacional de Florida, donde obtuvo el grado de licenciatura y maestría en Educación, tras egresar, fundó la escuela privada Academia del Este. Su ingreso a la política estadounidense ocurrió en 1982, cuando fue elegida para la Casa de Representantes del estado que le abrió las puertas desde su llegada como refugiada. “La adaptación, yo creo que fue más difícil para mis padres, que, para mí, porque yo tenía ochos años. Me acuerdo de ese viaje de la Habana a Miami, recuerdo a mi madre llorando todo el tiempo y mi hermano y yo decíamos, ¿pero por qué llora?”, reveló en una charla con Telemundo, hace un par de años.
A partir de ese momento, Ileana Ros-Lehtinen comenzó a escribir sus memorias como servidora pública. En 1986, se convirtió en la primera latina en llegar a la Cámara de Senadores de Florida, tres años después, tras la muerte del congresista Claude Pepper, ganó la elección especial para ocupar esa posición. Fue entonces que, el 29 de agosto de 1989, hizo historias al convirtió la primera mujer hispana al llegar al Congreso de los Estados Unidos como representante de elección popular de la zona-18.
Desde su llegada, Ileana mostró especial interés en la población del sur de Miami, una comunidad compuesta por más del 67% de hispanos. A lo largo de su carrera, Ileana ha marcado varios hitos en la historia política de Estados Unidos, un camino que no fue color de rosa:
“El mayor obstáculo fue que yo tuve, para mi primera contienda, un oponente racista, que era anti latinos”, recordó sobre su primera elección popular, que ganó a pesar de que el panorama no la favorecía. “Yo nunca pensé, ni remotamente, que iba a estar en el Congreso de los Estados Unidos, yo era maestra, tenía mi propio colegio”, recordó.
Ileana estuvo en el congreso más tiempo que cualquier otro legislador de la Florida. Fue en diciembre de 2018 cuando, anunció su retiro como congresista para dedicar sus días a la consultoría: “Ha sido el honor más grande”, dijo el día que dejó su cargo. A pesar de que la republicana luchó incansablemente por el pueblo del país que la vio nacer, en su retiro, confesó cuál había sido su único pendiente en la política: “No ver el día de la libertad para el pueblo cubano, eso duele”.
“Las niñas y jóvenes van a decir: ‘Ah mira, yo puedo estar en la Corte Suprema, yo puedo ser la Presidente de los Estados Unidos'”.
Convertida en una de las hispanas más destacada en Estados Unidos, Ileana se ha convertido en la gran inspiración de todas las mujeres que, como ella, llegaron a Norteamérica con una maleta llena de ilusiones.