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La necesidad por encontrar productos de belleza 100% naturales, llevó a Tata Harper a crear su propia línea. Y es que, siempre preocupada por lo que pone en su piel, la originaria de Barranquilla, Colombia, no estaba dispuesta a adquirir cremas, sueros o limpiadores que no le aseguraran estar libres de químicos dañinos o que estuvieran fuera de sus estándares de eficacia, calidad y pureza. Es sí como nace Tata Haper Skincare, una de las marcas latinas más reconocidas a nivel mundial.
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Al crecer, Tata lo hizo bastante interesada en las fiestas de spa que su abuela organizaba en Colombia, a donde llegaban las mujeres para consentir su piel y cabello con mascarillas y productos naturales. Todos los sábados, Tata ayudaba en ese lugar en el que era testigo de los resultados, no sólo en el físico, sino en el bienestar emocional de quienes asistían. "La belleza no era una tarea ni un lujo, sino algo que hacías para ser feliz", asegura a Town & Country.
"El mundo de la belleza de lujo nunca aceptaba las cosas naturales, lo natural era cosas de hippies, de farmacias pequeñas".
Pero en 2005, luego de que su padrastro fuera diagnosticado con cáncer de piel, los médicos les recomendaron leer la etiqueta de todos lo que utilizaban en casa para evitar ingredientes tóxicos. Desde entonces, Tata confió su piel en productos naturales que no fueron tan fáciles de encontrar entre las marcas comerciales más famosas en el mundo. De ahí la necesidad de crear sus propia línea de skincare no sólo para ella, sino para otras mujeres que buscaban calidad y resultados sin sacrificar su salud por la belleza, un viaje con una marca verde -por dentro y por fuera- que inició hace más de una década.
"No pude encontrar nada que fuera efectivo, hecho con ingredientes de alta calidad y agradable de usar. Sabía que si yo buscaba resultados sin preocuparme por mi seguridad, otras mujeres también debían estarlo, así que decidí crear los míos", detalló a Allure. Una producción que se realiza en su granja en Vermont.
Tata es muy estricta con lo que pone a la venta, pues considera que si uno de sus productos no es perfecto, no puede salir a los anaqueles. Bajo esta filosofía, la colombiana ha logrado atraer la atención de más y más personas que buscan lo natural en sus rutinas de belleza.
Para ella, el éxito es sólo el resultado de hacer lo que ama. "Me siento muy feliz de crear un producto que no solo embellece la piel sino que también mantiene a las personas saludables y mejora la calidad de vida. Eso es sumamente gratificante", asegura.
"Todo el mundo pensaba que lo que estaba haciendo era una locura porque no tenía experiencia y pocos sabían quién era yo".
Tata ha roto las barreras tradicionales de la fabricación de productos de skincare, logrando llevar su línea no sólo a Colombia, sino también a Estados Unidos, Europa, China y Medio Oriente.