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Elisa Carrillo Cabrera es la primera mexicana en ganar los tres premios más importantes en el mundo de la danza: el Premio Benois de la Danse, el Alma de la Danza de Rusia y el Festival Dance Open en San Petersburgo. Logros con los que se ha reconocido su pasión y dedicación por este hermoso arte.
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Carrillo nació en México, y como muchos artistas del ballet, empezó su carrera a temprana edad: “Yo siempre fui una niña muy inquieta en el sentido de que me gustaba moverme con la música”, le contó el año pasado a Javier Alatorre en una entrevista para TV Azteca.Sus primeros pasos fueron en la escuela de iniciación artística número 1, luego el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Y para el año 1997 decide mudarse al Reino Unido inscribiéndose en la Escuela Nacional Inglesa. Entre el 2001 y 2003 fue designada como Master of Ballet por el Ministro de Educación de la Federación Alemana, luego de completar el entrenamiento en John Cranko Schule Sttugart.
Elisa se unió al Ballet de Stuttgart en 1999 y pasó del cuerpo de baile a solista para luego ser parte del Staatsballett Berlin, destacando en el papel de Blancanieves bajo la coreografía de Angelin Preljocaj, una actuación muy aclamada por la crítica alemana, que la posicionó aún más como una de las principales figuras del ballet contemporáneo.
Para artistas como Carrillo, su compromiso con el arte no solo se destaca en el escenario, también en su labor en la difusión del arte y cultura, siendo Embajadora de la Cultura de México, miembro del Consejo Internacional de Danza en la UNESCO, directora artística de la Fundación Sir Anton Dolin y codirectora artística de la Compañía Nacional de Danza en México. Sobre su aportación cultural declaró, al recibir el Premio Crónica en Cultura de México:
“Sería maravilloso que se impulsarán las artes desde la educación, que fueran parte del día a día de nuestros niños en México”.
Elisa, en su mejor momento artístico, decide crear la Fundación Elisa Carrillo para darle oportunidades a otros bailarines de desarrollar sus habilidades en tan premiado arte. Desde el año 2018, organiza el Festival Internacional de la Danza Danzatlán que incluye una gala con ella y sus amigos.
En el año 2019 ganó el premio Prix Benois de la Danse por su actuación en Romeo y Julieta. Lo que la posicionó como la segunda bailarina mexicana con este galardón y la única mujer en obtenerlo. Ha bailado en los mejores escenarios del mundo por su habilidad de interpretar personajes, acompañada con los mejores coreógrafos del mundo, además de haber sido invitada a bailar en la Gala del Kremlin en Moscú en varias oportunidades.
Tras una vida dedicada a la danza, Elisa compagina su pasión con su papel de mamá de su hija Maya Elisa, de 7 años de edad, producto de su matrimonio con el bailarín Mikhail Kaniskin, con quien se casó hace 17 años: “Hubo un momento en mi carrera en la que viajábamos, teníamos diferentes presentaciones, pero me empecé a sentir vacía, era bellísimo, pero había ese gran amor entre nosotros y ese deseo de algo más y para mí era muy claro. Yo veía mamás con bebés y lo deseaba, yo creo que nunca llega el momento perfecto”, contó en 2022, la bailarina en un especial de Canal ONCE sobre su carrera.
Todo apunta, a que su legado en el ballet continuará, ya que su hija ha comenzado a mostrar su inclinación a la pasión de sus padres:
"Mi hija desde que nació está en el salón de ballet, mi esposo y yo siempre quisimos que viera lo que hacen sus papás, para mí era súper importante. Cuando tenía poco más de tres años, nos dijo que quería tomar clases de ballet, lo disfruta, le encanta la música y tocar el piano".