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Si de reinvención se trata, Lilia Luciano le dio un vuelco total a su profesión. La comunicadora, nacida en Puerto Rico, inició su carrera reportando para el mundo del espectáculo, que la llevó a ser parte del equipo de Escándalo TV (Telefutura, hoy Unimás). Su paso por el programa la llevó a trabajar junto a legendarias figuras Charytín Goyco, Marissa del Portillo y Felipe Viel. Sin embargo, su ambición era otra.
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Lilia tenía claro el camino que quería tomar, y tras la cobertura del Mundial de Sudáfrica 2010, decidió que era el momento de salir del mundo del entretenimiento para estrenarse como periodista en la cadena NBC.
Lilia dejó atrás el glamour de los reflectores y coberturas de espectáculo para centrarse en noticias más serias y de índole internacional. Un perfil que tenía claro desde sus estudios en la Universidad de Miami, y que supo dirigir cuando inició su carrera en Univision, abriéndose camino hasta lograr su objetivo.
“Esa fue mi primera oportunidad. Fue divertido. Pensé que podía entrar a los medios por ahí y luego buscar ese enfoque hacia las noticias, que era lo que realmente quería”.
La exposición pública la empezaba a convertir en celebridad, abriendo una ventana hacia su vida personal, algo que no fue de su total agrado. “Cuando me convertí en una especie de celebridad, por temas personales y por asuntos que ni siquiera eran ciertos, pensé en que prefería no seguir en ese mundo”, dijo.
En los años siguientes estuvo en Colombia para producir el documental Guerras Ajenas, para la cadena internacional HBO, en la que relata los efectos del crimen organizado en el país Sudamericano. También reportó los incendios en Oregón, las protestas del movimiento Black Lives Matter y más temas de carácter social y humano.
"Nunca me interesó ser famosa, no me interesaba la fama, no era mi meta".
Para 2023 fue la corresponsal encargada de cubrir los devastadores incendios de Maui, en Hawai. Hasta la fecha Lilia ha ganado cinco Emmys reportando historias de inmigración, casos de asilo, crisis de indigentes en California, los incendios forestales, elecciones presidenciales; entre otros.
Su enfoque dinámico y diferente la ha logrado posicionar como una de las periodistas más importantes e influyentes de la última década. Y es que gracias a que habla español e inglés, ha podido reportar para las principales cadenas de televisión norteamericanas. Sus conocimientos de producción la llevan a trasmitir la noticia con una visión que ha calado en la mente de sus espectadores, convirtiéndola en una de las comunicadoras más reconocidas en Estados Unidos.