Camila Fiol Stephens es una chef repostera originaria de Chile que, además de dedicar su trabajo a la creación de postres y dulces, es maestra en esta profesión en la que ha optado por no seguir tendencias, sino que busca experimentar y apostar por su creatividad, antes que por lo que está de moda.
Entre sus facetas se encuentra la de empresaria, ya que es la fundadora de Fiol Dulería, una confitería en el Barrio Italia de Santiago, cuyo menú está lleno de combinaciones atrevidas, como las galletas en las que mezcla chocolate con queso duro italiano. Además, esta experimentada repostera ha desarrollado muchas recetas veganas.
La repostería es más que bombones y pasteles, más que chocolate, frambuesas y vainilla. Todo lo que integra un postre o un dulce tiene una razón. Si pones una flor en él, es porque su acidez equilibra el dulzor, no sólo porque es bonita”
Si bien es joven, esta mujer ha adquirido importante experiencia desde hace años. Luego de sus estudios trabajó en distintos proyectos con los que se fue abriendo paso para entrar en uno de los mejores restaurantes de su país: Boragó de Rodolfo Guzmán. Fue en esta etapa en la que descubrió que las recetas dulces eran lo suyo y llegó a ocupar el puesto de jefa de repostería, mismo que abandonó en 2012, cuando abrió su propio negocio.
Convencida que “la investigación y el desarrollo son la base para crear nuevas experiencias a través del paladar” –como dice en la web de su dulcería– una vez que estableció Fiol Dulcería se fue a España con la finalidad de trabajar como investigadora en el BCC Lab del Centro Culinario Vasco, donde también se desarrolló como profesora, oficio que continuó en Chile cuando regresó en 2018.
A sus 35 años, Camila ha sido reconocida recientemente por la lista 50Next, un conglomerado filial del 50Best que integra a los profesionales de la gastronomía con gran talento e inventiva. Así mismo ella continúa con su proyecto en el que sigue experimentando con los ingredientes que recolecta en sus viajes y siempre con una máxima: “todo lo que integra un postre o un dulce tiene una razón. Si pones una flor en él, es porque su acidez equilibra el dulzor, no sólo porque es bonita”.