Lourdes Del Río está de regreso con su podcast En Positivo, el espacio virtual en el que, a lo largo de 80 episodios, ha contagiado de alegría y enseñanzas a su público gracias a la agradable interacción que tiene con cada uno de sus invitados y la naturalidad con la que logra entablar una amena conversación en la que tocan temas llenos de anécdotas y éxito. Este 15 de octubre, en un nuevo y vibrante estudio, la comunicadora originaria de Puerto Rico, estrena la séptima temporada de En Positivo, y en entrevista con HOLA! Américas nos cuenta a detalle cómo es que inició en este bello mundo en el que ha creado una gran comunidad a través de cada uno de los episodios que lanza en audio y video, mismos que están disponibles en su página web, lourdesdelrio.com.
En una cálida conversación y durante el mes dedicado a crear conciencia y sensibilización sobre el Cáncer de Mama, la presentadora de Univision nos comparte cómo fue su lucha personal al ser diagnosticada con esta enfermedad en abril de 2002, y dos meses después sus médicos le confirmaban que también tenía cáncer de piel. Pero ella lo tomó con sabiduría. La noticia, que resulta devastadora para la mayoría, la hizo organizar sus ideas y cambiar hábitos al mismo tiempo que intensificaba su pensamiento positivo, el cual le ayudó a concluir con el tratamiento de quimioterapias. Su ánimo es contagioso, su sonrisa invita a charlar sobre temas complicados en los que ella siempre encuentra el lado positivo y la lección que debe aprender de cada uno de los retos que ha tenido en su vida.
Lourdes, además, tiene un cariño especial por los animales, mismo que se nota al mirar sus publicaciones en las redes sociales o ver uno de los episodios de su podcast, en donde su perrita chihuahua, Chispita, aparece junto a ella, cuidándola y dando un toque distinto a las charlas con sus invitados. Además, es dueña de Paquito, de la misma raza, que con un carácter propio se ganó en segundos su cariño.
Siempre sincera, Lourdes nos revela cómo vivió la salida de su gran amigo, Jorge Ramos, de Univision; un momento que causó sorpresa entre los televidentes que, como ella, han seguido su carrera periodística durante años.
Sí. Hay gente que está un poco confundida y piensa que yo hice esto a raíz de mi diagnóstico de cáncer. No, no tiene absolutamente nada que ver. Yo le llamo un proyecto pandémico porque empecé esto cuando se estaba acabando el 2020, que no te tengo que explicar lo que significó para la humanidad. Yo tenía este deseo, siempre ponía en mis redes sociales #EnPositivo porque quería transmitir ese positivismo. Así es cuando decido hacer esto y le pongo ese nombre. Es un proyecto personal y fui a pedirle permiso a la que ha sido mi casa por 25 años, Univision, por fortuna me autorizaron, y de nuevo, es algo que hago yo por mi cuenta, que yo costeo y que yo le invierto todo mi tiempo fuera del trabajo y se ha convertido en mi tribu positiva y sí, en una comunidad lindísima.
La gente empatiza mucho con lo que estamos haciendo. Ya esta es la séptima temporada, y por primera vez, es una temporada presencial. Lo empecé en un estudio que fue cambiando un poco porque antes era más sencillo. Empecé con Zoom, después agarré unas plataformas un poquito más costosas y de mejor calidad.
Así entrevisté a través del mundo gente maravillosa. Algunos de ellos, o bastantes de ellos, son personas muy famosas, pero la onda de la entrevista no tiene nada que ver con si hay un escándalo o si hay una situación pesada. Hablamos de la vida, de cómo ellos han vivido y de que nos den herramientas, porque mucha gente es exitosa y te cuestionas qué hizo para serlo.
La primera entrevista, la que me da la ‘patadita’ de la suerte, es con Emilio Estefan. Que Emilio es una de las personas más positivas que yo conozco y él nos dio muchas herramientas. Fue un episodio muy lindo. Con eso arrancamos y así seguimos evolucionando.
Ahora todo el mundo tiene podcast, pero cuando yo empecé esto tú invitabas a alguien y te decían: ‘¿Pero cómo que un podcast? ¿Qué es eso? No entiendo’, porque no era algo tan conocido. Pero logré entrevistar a toda esa gente maravillosa y me dieron herramientas porque lo que yo había hecho siempre eran hard news y esto es otra onda.
Y bueno, ya después vino la situación del cáncer. Pienso que papá Dios a través del podcast me preparó para yo tener más herramientas de vida de esa gente maravillosa, porque también he traído a motivadores, a gente que está en ese proyecto de vida de desarrollo personal y pues ha sido bien, bien linda la experiencia.
Creo que la virtud más importante de un periodista es, obviamente, saber comunicar, saber escribir y saber hablar porque de eso vivimos. Yo tenía esa bendición que también me la regaló Dios. Uno nace con ciertas características que son las que deberían hacer que te muevas a determinado trabajo. Por ejemplo, a mí no me gustan las matemáticas, no se me hubiera ocurrido ser ingeniera. Entonces siempre estuve con lo verbal, la comunicación. Y he utilizado esas herramientas, volvemos a usar la palabra herramienta, la uso mucho porque me parece muy importante. He utilizado esas herramientas profesionales que he tenido a través de mi trayectoria y de mi carrera para entrevistar porque me gusta y creo que se me da muy bien.
La gente se abre mucho porque es una conversación muy relajada, yo no tengo libreto, yo te invito a mi podcast y ha habido gente que le ha dicho a la productora: ‘¿Pero cómo es la cosa, de qué me va a preguntar?’. Pero no tengo libreto, entrevisto con preguntas que salen del corazón y una cosa lleva a la otra. Escucho mi entrevistado y basado en lo que me responde, pues seguimos hilvanando una conversación bonita.
La gente sale de la entrevista fascinada porque se han dado cuenta a través de las preguntas y de la interacción que ellos sí eran personas positivas, que si no hubieran sido positivas no hubieran podido alcanzar las cosas que han alcanzado, porque para lograrlo tienes que creer en ti y eso es parte de ser positivo.
No, fíjate, esa ha sido otra cosa linda que me ha pasado y que agradezco mucho, que es que cuando yo empecé este podcast creo yo no sabía muy bien lo que mi trayectoria significaba, lo que yo había calado en los televidentes y en la gente del medio.
Y me di cuenta cuando empecé a convocar personas, yo al principio no tenía ni productora. Después vino Johanna Usma, que ha sido una bendición, es una compañera de Univision que se sumó a este proyecto porque cree firmemente en él. Y ahora pues me ayuda mucho, pero antes era yo solita, yo era la que llamaba la gente, los ubicaba, llamaba amistades para ver cómo consiguió a una persona. Y entré en ese mundo que no era mi mundo característico, porque de nuevo lo que yo siempre he hecho es noticia dura.
Ahí me di cuenta que estos años de carrera de verdad te abren puertas, porque cuando me comunicaba con esas personas o sus publicistas me decían: ‘¡Ay, qué honor! Claro que sí, voy a hablar con el señor o con la señora. Qué bonito, no sabía que usted tenía un programa…’
Te puedo contar con los dedos de una mano los ‘no’. Han sido mucho más los ‘sí’. Claro. hay gente que por su agenda o porque en realidad no les interesa, porque hay de todo. Pero yo te diría que la inmensa mayoría de la gente que contactamos nos dice que sí.
Hablar con Emilio siempre es un deleite. Es una persona que quiero mucho, que respeto, que le agradezco que sea como es. Porque no es solo conmigo, en realidad, él a toda la persona que le puede ayudar la ayuda. Y el que me diera la entrevista ya me ayudó. Él pudo haberme dicho que no, un hombre tan ocupado, y me dijo que sí. Sé que lo hizo para que el podcast despegara con un gran nombre como el de él. Invito de verdad a los que no lo hayan visto o escuchado a que busquen el episodio en YouTube o en todas las plataformas de audio.
Emilio te habla con esa sencillez y te habla de la pobreza y de los retos que atravesó, y cómo logra pasar por todo eso y ser la persona exitosa que es. Él dice que eso lo aprendió de su papá, que era una persona muy positiva y se lo transmitió. Es de los que dice que por qué vas a pensar que algo va a salir mal si podrías pensar que va a salir bien.
Y habló de eso, contó anécdotas simpatiquísimas, de cosas que le han pasado en la vida, porque como él es tan sencillo, pues la gente a veces como que no asocia que Emilio Estefan pueda ser así tan accesible, tan cariñoso. Y lo es.
Wow, eso sería una pregunta capciosa, porque verdaderamente tengo tan bonitos recuerdos que quisiera poner uno encima del otro. He tenido muchos cantantes, gente muy famosa, Ednita Nazario, El Puma, Gilbertito Santa Rosa, Olga Tañón; he tenido gente maravillosa
Pero el año pasado, como todos quizás recordarán, se volvió a llevar a la pantalla la historia esta del avión que cae en los Andes y la gente que tiene que sobrevivir comiendo carne humana. Se hace una película maravillosa sobre eso y yo tuve la dicha de tener a uno de los sobrevivientes.
Esa entrevista fue maravillosa, primero porque el señor es increíble y si hablamos de positivismo, créeme que si esa gente no hubiera estado enfocada en lo positivo, en pensar que los iban a rescatar, eso no hubiera durado nada porque eran unas condiciones horribles. Es totalmente un milagro que hubieran sobrevivido y me parece que ese señor nos dio tantas lecciones de vida y además haber pasado por eso y de la manera en que él lo entrelaza. Él dice que estar ahí, lograr haber subido esa montaña, porque él fue uno de los que logró subirla, y después tuvo que bajar y esperar a que los rescaten.
Él dice que esa montaña y todo lo que ellos pasaron es la vida, y como en la vida tú no te debes dar por vencido. Y una cosa que siempre le digo a la gente, y lo decía mucho cuando estaba en mi proceso de cáncer y los consejos que le doy a las que ahora lo atraviesan, es que esto se acaba hasta que se acaba. Hasta el último día usted tiene que seguir ahí luchando por conseguir superar esa situación que lo aqueja, que no necesariamente tiene que ser una enfermedad.
Total. Sí, hay algo que se llama ‘Positivismo Tóxico’. Yo trato de hacer el esfuerzo, de no caer ahí. El Positivismo tóxico es eso de pensar que todo tiene que ser en positivo y que todo te va a salir bien solo porque lo pienses. No, eso va acompañado de la acción, pero es algo que te ayuda mucho.
En una entrevista muy bella que me hicieron en mi natal Puerto Rico recientemente, en la que pasamos por toda mi vida, una de las cosas que yo dije fue que yo estoy segura de que a mí del cáncer me salvó mi actitud, pero mi actitud con la ayuda médica y Dios; o sea, yo ataqué eso por todos los lados. Eso es lo que yo recomiendo, que no se den por vencidos, que sigan tratando. Se vale caerte, y como me dijo Ednita Nazario en uno de los podcast, lo importante es que no te enamores del piso.
Un consejo tan bonito puede venir de una persona de a pie que, a través de su vida, hay cosas que se han dado cuenta de que le han funcionado.
Creo que tienes derecho a llorar, derecho a molestarte, derecho a renegar. Pero no te puedes quedar ahí. Tienes que superar eso y ya moverte a lo positivo y a que vas a salir de esa situación. Tampoco es que vas a estar todo el tiempo feliz. Es más, en la vida uno nunca está todo el tiempo feliz, uno tiene caídas. Lo importante es que te levantes.
Pues hay veces que sí, no creas, sí me he encontrado gente que es un poquito de reto, pero bueno, es que así es la vida y así así es la humanidad y tú no puedes pretender. Lo que sí te digo es que no ha habido ninguno a quien yo no le haya podido sacar una parte positiva y que él o ella haya admitido impresionado lo que logró, pero también tienen su opinión y eso es muy válido.
La doble lucha contra el cáncer
Es una cosa que me sacudió porque no la esperaba, pero me dejó tantas lecciones, me trajo tantas bendiciones. Yo pienso que mi vida cambió para mejor. Siento que soy una mejor persona y soy más feliz de antes de que eso me pasara, porque aprendes a apreciar la vida cuando tienes la muerte tan cerca.
Y como yo nunca me peleé con papá Dios, yo siempre dije, bueno, no sé cuál es el porqué, pero dime el para qué, y creo que me lo ha dado con creces. Yo sé que tengo una misión, no solamente de colaborar en concientizar y en ayudar a la que esté pasando por eso, sino cualquier situación. Siempre he sido una persona empática, quiero aclararlo, pero yo creo que ahora mucho más. porque el dolor te hace ser más empático y cuando ves a alguien y piensas que estuviste en la misma situación, es mucho más fácil que sientas esa conexión y ese deseo de querer ayudar.
Sigo siendo la corresponsal en Miami del Noticiero Nacional Univision, pero hay otra Lourdes, como un desdoblamiento que es Lourdes la del podcast y la que va a dar charlas. La que todo el mundo persigue para que escriba un libro. Me encanta esa faceta que estoy cultivando a través del podcast y a través de mis pensamientos, que comparto en mis redes y esa conexión con la gente de verdad que es bien bonita.
Yo creo que todo lo que nos pasa en la vida es necesario. Ha habido veces que en entrevistas me han preguntado si cambiaría algo de mi vida y siempre respondo que no, porque si yo cambio algo, bueno o malo, no voy a ser la persona que soy hoy, ¡y yo estoy contenta con la persona que soy hoy! Entonces pienso que todo eso me llevó por un camino, que era el que tenía que transitar y que a veces, como te digo, no se trata de empezar a preguntar por qué, sino para qué.
Ellos estaban muy contentos de que yo tuviera esa actitud, porque se sabe, y está aprobado incluso científicamente, que un paciente con buena actitud versus un paciente que no la tiene no son los mismos resultados. En la vida dicen que no es lo que te pasa, sino lo que haces con lo que te pasa, así que yo me enfoqué en hacer lo mejor posible con lo que me pasó.
¡Ay, el día que toqué la campana! Qué alegría tan grande sentí el día que se acabaron las quimioterapia, de verdad. Cada vez que yo veo esas imágenes por parte de otras compañeras de lucha, siempre pienso lo mismo, que de verdad que es un momento tan feliz, es una cosa simbólica, porque si hay algo duro dentro de los tratamientos de cáncer son las quimioterapias. Y al saber que acabaste es increíble, aunque no necesariamente libre de cáncer. A veces hay que esperar un poco, pero sabes que ganaste una batalla importante. Y eso te da alegría. Así que, al menos para mí, ese fue un momento muy, muy positivo.
Bueno, yo estoy bien gracias a Dios. Me hago mis chequeos rutinarios y todos han seguido saliendo muy bien. Ya he declarado y he decretado que estoy libre de cáncer para siempre y que eso fue una lección que aprendí.
Mi vida cambió totalmente. Cambié mi forma de comer, mi forma de ver la vida. A veces, tú sabes, uno vuelve a los hábitos viejos, sobre todo de actitud, pero yo conscientemente trato de decir que no, de acordarme de que no es así. Y eso ha hecho que me sienta más saludable, porque obviamente somos los que comemos, aunque parezca un cliché, pero es la verdad. Y así vamos por ese camino de cada vez ves estar mejor, con más fuerza y contenta, muy contenta.
Le diría que llores cuando quieran llorar, porque se vale. Pero que después que llores todo lo que vas a llorar, te seques las lágrimas y empieces a ser proactiva. Piensa: ¿Qué tengo que hacer para ganar esta batalla? Debes hacer lo que te dicen los médicos. Ellos se concentran en sanarte pero te va a tocar a ti hacer tu tarea como la hice yo, que me hice reiki, que medité, que oré.
La gente fue impresionante en el apoyo que yo tuve, sobre todo en redes sociales. Mandó misas, o sea, fue una belleza y yo me nutrí con esa energía. Y si yo fuera a dar un solo consejo, sería aléjate de la gente negativa. Tú no necesitas a alguien al lado tuyo que te tenga pena ni que te diga que te vas a morir. No, esa gente, si están dentro de tu familia, aléjalas al menos en lo que manejas el cáncer, porque eso es muy nocivo. Tú tienes que rodearte de gente que, al igual que tú, estén pensando que esto es una batalla que vas a ganar.
Un nuevo estudio y grandes aprendizajes
¡Estoy espectacularmente feliz! Cuando la gente vea el estudio, el episodio y todo lo que lleva, verá que es precioso. Estoy con una compañía aquí en la ciudad del Doral que se llama Latino Life, y es un lugar de estos donde tú vas y explicas lo que quieres. Lo trabajamos entre todos, son súper talentosos y súper responsables.
Yo fui con mi productora, me llevé otro día a mi camarógrafo de Univision para que también me diera ideas, para que miráramos la cosa de las luces, la profundidad, tú sabes, crear un espacio como el que yo soñaba tener. Hay miles de podcast y algunos son con la gente sentada hacia el ladito o que la gente está en dos sillitas, pero yo quería ese cara a cara literal, yo quería tener dos micrófonos y que la persona estuviera frente a mí para yo comunicar y recibir.
Los colores son de mi marca, que son tonos de rosado. Ellos me ayudaron también con el diseño y todo, y la verdad hicieron un trabajo genial. Al final los granitos de arena que pusimos todos dieron ese resultado, que es una belleza.
Bueno, al principio sí. Yo me asesoré con gente que sabía, porque yo siempre he estado frente a la cámara. Cuando yo hice mi primer estudio, por ejemplo, me asesoraron para un micrófono. Me he convertido un poquito en experta en cosas como de las luces, los micrófonos, o sea para que las cosas queden bien.
Pero la producción de un podcast, ten en cuenta que yo hago esto en mis horas libres; es una carga fuerte porque en lugar de estar descansando, cuando salgo del trabajo estoy haciendo mi podcast, por eso se hace también en temporadas. Eso quiere decir que hay un tiempo donde yo no grabo, donde no hago nada que tenga que ver con el podcast, sino que descanso. En ese tiempo se me ocurre gente que me gustaría tener.
Para la séptima temporada, que es esta nueva, yo estaba tan ansiosa de reanudar el proyecto, pero esta vez cometí, no sé si es la barbaridad o la osadía, de hacerlo en un mes que yo sabía que iba a estar bien ocupada, que es el mes de concienciación de cáncer de mama, donde tengo charlas y cosas. Y, además, coincide con que las elecciones están a la vuelta de la esquina. Entonces te imaginarás el volumen de trabajo que tengo ahora mismo, pero estoy feliz porque cuando haces lo que te gusta, sacas el tiempo para eso. Y ya pasará, en un momento ya estaré un poco más relajada porque no me van a pasar las tres cosas a la vez como ahora. Pero sí ha sido, ha sido un reto lindísimo.
Abrimos con alguien que el público adora y de la que mucha gente no sabe por dónde anda, la doctora Ana María Polo. Andábamos atrás de ella hacía un ratito, pero no se habían dado las condiciones. ¡Quedó maravillosa! También vamos a tener a Chiquibaby (Stephanie Himonidis).
Todas maravillosas y las van a disfrutar muchísimo.
La salida de Jorge Ramos de Univision
Pues mira, sí, te voy a decir cómo lo viví. Jorge es mi amigo. Yo lo quiero entrañablemente. Él, precisamente por esa amistad que nos une, me lo dijo antes de que se hiciera público, y a mí me dio mucha tristeza.
Yo como que pasé unos días como de luto porque de pensar que en algún momento ya Jorge no va a estar ahí, pues me da mucha tristeza porque lo quiero mucho, lo respeto y pienso que es un maravilloso periodista.
Lo pasé triste, triste porque Jorge es una persona muy especial, aparte de ser inteligente, buen periodista, es una hermosa persona y yo soy muy amiga de mis amigos, por eso me dio mucha tristeza, pero sé que donde quiera que vaya y los planes que vengan de ahí en adelante, igual van a ser maravillosos, porque él es maravilloso.
El cariño por sus mascotas
Mira, yo siempre he tenido afinidad por los animales, pero te confieso que hasta, no sé, vamos a poner 10 años, me enamoré de Chispita. Pasé por un petshop, todavía no tenía la conciencia de adoptar. En ese momento no tenía mucho contacto con el mundo animal y simplemente me enamoró porque se parecía a la perrita de la mamá de una amiga muy querida.
Un día fui a desayunar con el que era mi esposo. Yo le dije. ‘¡Ay, vamos a pasar por ahí! Él un poco sorprendido porque yo no era de estar tan cercana con los animales. Ahí me enamoré de Chispita. Ella me escogió eso que dicen de que ellos te escogen es cierto. Había varios perritos, pero ella me escogió y desde ahí transformó mi vida para siempre.
Después vino Paquito, que no está aquí conmigo porque él a él solamente le interesa comer. Chispita es un poquito más apegada a mamá. Y así empezó mi fascinación con los animales, al punto que me he convencido que de verdad que son mejores que nosotros, tienen muchas características, mucho mejores que las nuestras.
¡Yo creo que sí! Bueno, yo hasta ahora no me he arrepentido. Y créeme que si no tuviera una vida tan agitada, gracias a Dios agitada por cosas buenas como trabajo y proyectos; y si viviera en una finca, tendría 10 perros, porque de verdad que me parece que es una belleza la energía y lo que aportan a la vida de los humanos.