Isabella Castillo nos habla de su nueva serie, del amor, la venganza, el divorcio y sus confidencias con Danilo Carrera

Todavía no me la creo. Poder formar parte de esta superproducción, poder estar de vuelta aquí en casa, que es Telemundo, el tener la oportunidad de tener un personaje y de poder interpretar un personaje tan único como el de Fernanda Ríos, es un sentimiento que no te lo puedo explicar.

Esta pregunta me la hicieron una vez y me quedé pensando y mi primera respuesta inmediata era: “No, yo no me parezco en nada a Fernanda”. Pero luego me quedé pensando y dije: “Sí, Fernanda es una actriz dentro de una actriz”. Ella como que siempre está envolviendo a la gente, su especialidad es envolver, envolver las situaciones, actuando, ella siempre está actuando. Dije: “Bueno, en eso sí me identifico, porque yo soy actriz, no es que yo actúo en mi día a día, pero a eso me dedico”. Entonces, yo creo que en eso sí me parezco, sí me parezco a Fernanda, en que soy actriz.

No. De repente yo tengo mucho humor negro y Fernanda es muy sarcástica también. Pero yo creo que fuera de eso, no. O sea, Fernanda no se parece nada a mí. De hecho, por eso la considero un gran reto. Fernanda para mí representa y representó un gran reto actoral.

El hecho de interpretar a Fernanda es un gran reto. O sea, es un personaje tan complejo, donde constantemente yo tenía que estar pensando cómo le entro por aquí, cómo le entro por allá. Es un personaje lleno de matices, lleno de colores, un personaje muy difícil de interpretar, porque yo no quería caer en lo mismo, en la típica villana que estamos acostumbrados a ver. Y también Eric Vonn me llevó de la mano. Eric Vonn, que es el escritor de esta gran novela, es un genio. Y Fernanda es un personaje que nunca la ves venir. Un día te llega con una cosa, otro día te llega con otra, es un personaje que tiene múltiples personalidades, que siempre está tramando algo, es traviesa, es intensa, es dulce, tiene mucho rencor, de repente es muy mala, de repente es muy buena, es un mundo de emociones Fernanda. 

Era muy difícil pasar catorce, quince horas interpretando a Fernanda con sus múltiples personalidades, porque de repente llegaba a la casa y yo decía: “¿Quién soy?”. Eso de que uno nunca se lleve el personaje a la casa, yo aplaudo a todos los que tengan esa habilidad, pero con personajes tan fuertes y tan demandantes como el de Fernanda, para mí era inevitable. A veces llegaba a la casa y no sabía quién era. Entonces, luego tenía que tener rituales como, por ejemplo, correr, y me ponía a correr a la hora que fuera, 10 km, 15 km, para soltar toda la carga dramática que representaba Fernanda en mi vida. Obviamente, al estar en la piel de otra persona tanto tiempo y una persona tan fuerte como Fernanda, sí hubo un momento donde sí jugó mucho, mucho con mi mente. O sea, momentos donde me cuestioné muchas cosas de mi personalidad, de mi manera de comportarme, hasta empecé a hablar diferente en mi vida personal. Pasaron muchas cosas en mi vida personal también. O sea, Fernanda fue un gran reto. Y creo que ahora justo estoy grabando otro proyecto, me pintaron el pelo rosa y fue genial. Tuve un día para salirme de Fernanda y creo que fue una bendición poder hacer esta transición tan rápido en otra persona completamente diferente para que no hubiera pedazos de Fernanda en mí.

Sí, hay de personajes a personajes. Hay personajes que son mucho más light, que son más divertidos, que es más fácil. Y obviamente, como actores tenemos que estar entrenados para salir uno de los personajes, porque si no te vuelves loco. Pero en este caso, con personajes como el de Fernanda, y a mí me gusta meterme mucho, mucho, mucho en mi chamba, soy super dedicada a mi trabajo, mi trabajo es prioridad casi que en mi vida, y hago todo lo posible, hasta en el set, para estar metida en el personaje, concentrada en mi personaje, que fue inevitable.

De hecho, el primer día de grabación para este nuevo personaje, que todavía no puedo revelar muchos detalles, es un personaje súper liviano, súper diferente, es una cantante, súper divertida y me costó mucho trabajo. Creo que de las pocas veces en mi vida que realmente me he cuestionado mi trabajo y he dicho: “No sé qué estoy haciendo, creo que lo estoy haciendo muy mal, tengo síndrome del impostor, no me gustó esta escena, o sea, no estoy feliz”. Y era porque todavía tenía pedazos de Fernanda que me jalaban y ya, creo que ya lo logré. Gracias a este nuevo personaje, sacarme a nuestra queridísima Fernandita.

​A mí me encanta aprender. Creo que nadie nace sabiendo. Creo que el truco de ser más sabios en la vida, independientemente de sentir y de vivir, es también de escuchar. Y a mí me gusta mucho escuchar. Yo he recibido consejos de muchos actores. He observado, he analizado a muchos actores. Pedrito Fernández, que me tocó hacer una serie con él. Yo lo observé tanto y la verdad que lo admiro tanto. Katie Barberie, que también justo está con nosotros en Sed de Venganza, mi primera telenovela fue con Katie, ella hacía de mi mamá, y yo digo que un 40, si casi 50% de todas las mañas, los pequeños trucos, se los aprendí a Katie y hasta el día de hoy se lo agradezco. Me encanta aprender, me encanta que otros actores que tengan más experiencia que yo me den consejos, porque mi propósito, uno de mis grandes propósitos en la vida y en mi trabajo, es crecer. Yo no me conformo con nada, por eso soy tan exigente, porque siempre quiero hacer lo mejor. Así que cualquier consejo, bienvenido sea.

Wow! Trabajar con Danilo fue muy emotivo. Es alguien que conozco desde hace 13 años. Toda mi adolescencia la pasé con Danilo. Hemos vivido, ni te imaginas, todas las vivencias que tenemos él y yo. El segundo proyecto de Danilo fue en Grachi conmigo. Y después de ese proyecto siempre nos dijimos: “Queremos seguir trabajando juntos”. Siempre nos lo pasamos increíble, siempre fuimos unos grandes amigos. Y hasta Danilo una vez escribió un guion y dijo: “Vamos a producir nosotros mismos esta película, este proyecto, para regresar y para volver a trabajar juntos”. Era un sueño que teníamos ambos. Y yo ni siquiera le dije a Danilo que yo estaba casteando (para Sed de Venganza). Yo sabía que él era el protagonista, pero yo ni siquiera le dije que yo estaba casteando para este personaje, porque dije: “Si me lo dan, quiero que sea una sorpresa”. Y efectivamente me lo dieron. Fue a la primera persona a la que llamé, 3:00 de la mañana, lo desperté, le di la noticia. Yo creo que una de las mejores cosas de este fue grabar con Danilo Carrera, fue otro sueño cumplido de nosotros. Justo ahorita estábamos hablando los dos de una secuencia difícil que tuvimos, emotiva, donde de repente pudiera ser más difícil, porque era una secuencia muy complicada a nivel emocional y se me fue muy fácil.

Emocionarme con Danilo es muy fácil, porque yo en sus ojos veo muchas partes de mí de antes. O sea, ese sentimiento de familiaridad, de amor. O sea, yo amo a Danilo y nos amamos mutuamente. Entonces, sí fue muy fácil trabajar con él y muy bonito. Fue un reencuentro muy bonito y esperado.

No, traviesa a veces sí, pero travesuras tontas. No, vengativa no. Yo soy muy creyente y creo que ni siquiera me gusta decir la palabra karma. A lo mejor es que se me hace un poco moderno. No sé. Yo creo ciegamente que Dios se encarga de todo y de poner a cada quien en su lugar. Y eso también puede aplicar para uno mismo, no hay que cerrarse. Muchas veces Dios me ha dado una enseñanza de cosas en las que yo no he actuado de la manera correcta.

Yo creo que lo que sea que te hagan, Dios se va a encargar de poner cada situación y cada persona en su lugar. Esta es mi opinión, cada quien puede tener una opinión diferente. Creo que eso no nos corresponde a nosotros. Y eso nos va a hacer ser mejores personas todavía y a mí me gusta ser mejor persona. Hay veces que uno pierde, pero creo que la venganza no nos corresponde, llámese karma o lo que cada quien le que ir a poner de nombre. Inclusive a mí me han pasado situaciones donde yo he dicho: “No actúe de la manera correcta, este es Dios dándome a mí una enseñanza”. Creo que uno tiene que estar muy atento a las enseñanzas que nos da Dios, que nos da el universo, para aprender y no cometer los mismos errores. Y si lo hacen contigo, decirles: “Dios te bendiga, Diosito se va a encargar, ciao. No soy como Fernanda en ese sentido.

El aprendizaje más valioso que me dio este proyecto fue el decir “sí puedo”. Hubo muchos momentos en este proyecto, por el volumen también de escenas que manejamos, eran llamados muy largos de 50 escenas, sobre todo interpretando mi personaje. Cada escena era muy complicada y luego saltaba para otra emoción y para otra emoción y para otra emoción. Y manejando este volumen de escenas, se hubieron momentos donde dije: “Me voy a enloquecer, no puedo”. Y tratando de manejar la vida personal también a la par y no descuidarla. Y creo que sí, creo que este proyecto me hizo crecer a nivel personal y a nivel actoral, definitivamente. Y el decir: “Sí puedo” se logró y se hizo con mucho amor. Y creo que todos mis compañeros también comparten esta misma opinión y creo que se ve en la pantalla. Ahorita que vimos el estreno del primer capítulo, todo se ve increíble, está espectacular. Lo hicimos con mucho amor para ustedes y espero que también disfruten mucho.

Me siento bien. Me siento bien, me siento orgullosa de mí misma. Creo que nada es perfecto, sino la vida sería muy aburrida. Me considero una persona que siempre le gusta aprender y aprender de mí misma. Y me siento muy bien. Siento que he sabido sobrellevar muchas cosas en mi vida personal, ahora que he estado cargada de mucho trabajo, de la manera correcta, a pesar de adversidades, a pesar de todo. Tengo una familia hermosa que me ama y que amo con todas las fuerzas de mi corazón. Tengo salud, tengo trabajo. Ya sabes que para los actores, el que diga que eso no es motivo de preocupación, es mentira. O sea, nuestra carrera siempre va así y he tenido la bendición de poder ligar este año tres proyectos y eso me llena de felicidad. En el amor, ahora estoy soltera y me siento bien con eso también. Es un momento para conocerme más. Así que estoy bien.

No, yo nunca voy a negarme. Cuando me toque el amor a la puerta, nunca se lo voy a negar. Yo soy súper enamoradiza. Creo que eso da vida. Hay muchas veces que la gente dice: “No, tienes que estar sola”. La soledad, es buena también, pero si llega alguien a tu vida y te mueve el piso, venga. Yo amo amar y amo el amor.

Lo primero del corazón, porque el físico lo mismo está que no está. Va y viene y todos vamos a ir al mismo lugar. Obviamente, hay que cuidarse y si la otra persona lo tiene, qué bueno, pero no lo es todo, definitivamente no lo es todo. Lo primero, lo que yo me fijo es en el alma de la persona y si esa alma vibra con la mía, ya, estamos listos.

Sí, claro, por supuesto. No hablar de eso es como tener un elefante en el cuarto y no mencionarlo, pero por supuesto que sí. Y nos morimos de la risa. O sea, no solamente compartimos nuestra adolescencia juntos, vivencia juntos, amistad, sino que también compartimos exes. Eso es una joya, eso es muy divertido. Son las casualidades de la vida, ¿sabes? O sea, son cosas que uno dice: “Bueno, ni modo. ¿Qué tal te fue con tu ex?”. Se casaron y tuvieron un hijo y creo que los dos compartimos lo mismo. O sea, en mi caso, definitivamente mi exesposo no era el hombre para mí, y cada día que pasa me voy dando más cuenta de que él no era el hombre para mí. Y ojalá que esté con la persona correcta, se ven muy bonitos juntos ambos. Y lo mismo (piensa) Danilo, les deseamos lo mejor a ellos dos y esperemos que sí sean el amor de la vida el uno del otro y que se amen y que se cuiden y que tengan una familia hermosa.

El terminar con Matías, yo siempre decía que fue algo como: “Siento que se llevó la niña, esa niña que creía en muchas cosas, en esas ilusiones, se la llevó y me pude convertir en una mujer”. Si lo tuviera que hacer de nuevo, si tuviera que regresar en el pasado y volver a casarme, venga, acepto todo con dolor, con tristeza, con todo lo que vino el matrimonio y el divorcio, lo hubiera aceptado con los brazos abiertos, porque yo no fuera la persona soy hoy en día, si no hubiera pasado por esa experiencia. Me encantó estar casada, aprendí muchísimo de él y sobre todo aprendí lo que no quiero, lo que no quiero en alguien, ni en una relación. Y también las cosas buenas, me las llevo a una bolsa imaginaria. Obviamente, Matías era un hombre que me llevaba 15 años, aprendí muchísimo. Y cuando uno está casado, uno aprende muchísimo: paciencia, tolerancia, el aprender a convivir con una persona. Fue la primera vez que yo vivía con alguien, yo crecí muchísimo en mi matrimonio y después. Y en el dolor también crecí muchísimo y aprendí muchísimo. Y me hizo más fuerte.

Yo nunca voy a dejar de soñar, siempre voy a tener muchos, muchos, muchos sueños. Quiero seguir haciendo cine, me encantaría también explorar en el mercado americano. Pero no sé, yo soy tan feliz haciendo lo que hago, esté en el mercado en el que esté, que me siento realizada en todo sentido. Quiero hacer teatro musical, quiero cumplir mi sueño de terminar mi disco.

A nivel personal, también tengo muchos sueños. Me encantaría en algún momento poder conocer el amor de mi vida, poder compartir una familia, poder tener una familia con alguien y poder repetir el patrón con el que me crié, una familia unida con mucho amor. Mi goal de vida máximo, más allá de mi trabajo, es ser feliz. Y a eso aspiro, siempre, ser feliz, porque la felicidad lo es todo. Así que nada, no te pudiera decir un sueño en específico, pero sí te digo que tengo varios y nunca voy a dejar de soñar.