Paty Navidad, 'La reina de las salsas' nos confiesa qué hará con su premio tras ganar 'Top Chef VIP'

Estoy muy feliz, muy agradecida, muy contenta. La verdad, lo estoy disfrutando como nunca, porque si bien tú sabes que siempre he dicho que para mí no se pierde nunca, siempre se gana o se aprende, no se pierde. Y también había dicho que quería yo experimentar, que se sentía ganando. Es algo increíble, definitivamente, pero lo estoy viviendo más a conciencia y eso me hace disfrutar mucho más y saber en verdad que este título tan maravilloso, igual agradezco con el alma, lo más bonito que puedo ahorita es recibirlo, pero también compartirlo no solo con el público, sino con todos mis compañeros, sobre todo con los tres, con los cuales compartí esta gran final, porque los tres son merecedores de ello, hicieron un gran esfuerzo, una entrega increíble, todos estamos fuera de nuestra área de confort

Mi sueño, obviamente, es hacer algo relacionado con la cocina. No sé exactamente si en la Ciudad de México, si en Sinaloa, de donde yo soy. Sabemos que es algo que cuesta muy caro, o sea, no es fácil. El premio posiblemente no me alcance, pero sí para poner las bases y para iniciar con algo, como por ejemplo con mis salsas, que el título de ‘La reina de las salsas’ es un apapacho a mi alma también, lo agradezco infinitamente. Y creo que hay muchas cosas que se pueden iniciar dentro de la cocina no necesariamente un restaurante como tal, porque quizá no me alcance, pero sí, iniciar algo en respecto a esto, a la cocina, al sabor, a la sazón, a las salsas.

Me encantaría iniciar por ahí pronto, te digo, porque me fue muy bien en esa función de sabores, del equilibrio de los chiles, que no es por nada, pero se me da, me gusta el picante, entonces lo sé equilibrar muy bien para que lo pueda comer todo el mundo sin picar, sin que se chile. Pero sí, ese toquecito con lo ácido, con lo dulce, con lo salado. Entonces, por ahí puedo iniciar guiar algo, quizá muy pronto, por lo de la salsa

Pues tuve muchos, la verdad, me fue muy bien, varias inmunidades, desde la carne en su jugo, sabor muy mexicano también, de Jalisco, los sabores sinaloenses, pues no se diga, con los camarones al coco con esa salsa que hice de piña tatemada, el pollo frito, que bueno, en mi familia siempre me lo piden, la hamburguesa, el helado de tortilla española. Hubo muchos platillos que me fue muy bien y no todos fueron mexicanos, que bueno, es mi sazón y es mi raíz, sinaloense también mexicana, pero hubo algunos de otras partes que obligaban a salir uno más del área de confort.

Mi competencia más fuerte y directa dentro de la cocina, siempre dije que era David Salomón.

David Salomón y yo, además, ya compartí vimos antes un proyecto de cocina y así fue igual. Y yo sé las cualidades, virtudes, capacidades de mi querido David, independientemente de que lo amo y lo adoro. Yo sabía que desde que ambos entrábamos a esta competencia, mucha gente, muchos de mis compañeros yo no los conocía, pero sabía que con seguridad David era un rival muy fuerte por vencer. 

Pero eso nada más dentro de la cocina, fuera siempre somos los mejores de aliados amigos, lo quiero, lo respeto y lo amo. Y también, aparte de David, estuvo El Niño Prodigio, que fue una sorpresa, creo que para todos, para él mismo descubrir el gran sazón que tiene. Galeano, el ser atrevido hacerse cosas diferentes, que a veces nos dejaba a todos fríos con lo que preparaba. Natalia, otra mexicana también muy destacada, muy valiente, con cosas muy gourmet, muy sofisticadas.

Independientemente de que es un reality de cocina y que también tengo muy buen sazón y sabor y me atrevo y todo, considero que el ser yo, el ser uno mismo, el ser transparente, el compartir lo que he venido haciendo conmigo, el tratar de ser congruente y llevar tranquilidad, armonía, va a dirigir mi energía, enfocarla bien hacia un buen resultado, conectar mi esencia con lo que en cada platillo estaba construyendo y creando, porque al final no solo es cocinar, sino es llevar parte de tu ser a ese plato. Y por eso es tan importante mantenernos en esa armonía y vibrando alto para que ese sabor se potencialice. Pienso que fue mucho de ello, de no permitir que se salieran, ahora sí, desfogar energía que no se necesita para nada, sino mantener la calma, el equilibrio, el enfoque, la dirección y llegar a un buen resultado. Considero que esa fue mi arma más fuerte.