Top Chef VIP regresa con una nueva temporada llena de momentos increíbles en la cocina con un grupo de celebridades que no sólo nos inspirarán a querer cocinar platillos deliciosos; sino que nos harán reír, llorar y hasta reflexionar. Daniela Castro es una de las participantes del reality de Telemundo y además de vivir una experiencia inolvidable entre fuego, sartenes y sazón, compite contra Danka, la mayor de sus tres hijos.
Contenta, halagada y emocionada por demostrar sus habilidades culinarias frente a los chefs Antonio ‘Toño’ De Livier, Belén Alonso e Inés Páez -mejor conocida como Chef Tita-; Daniela cuenta a HOLA! Américas cómo vivió la competencia por el gran premio de 200 mil dólares mientras impresionaba el paladar del jurado.
Conducida por Carmen Villalobos, la competencia entre 20 celebridades arranca este 21 de mayo a las 7pm/6c a través de la señal de Telemundo, en la que podremos ver a Alejandro López, Alicia Machado, Carolina Tejera, Daniela Castro, Danka Castro, David Salomón, Diana Reyes, El Niño Prodigio, Gary Centeno, Ivanna Jiménez, Jason Romo, José María Galeano, José Luis “El Puma” Rodríguez, Mariana Botas, Mark Tacher, Natalia Juárez, Pancho Uresti, Patricia Navidad, Polo Morín y Rosie Rivera preparar sus mejores recetas para llegar a la final y coronarse como el ganador de la tercera temporada de Top Chef VIP.
Daniela, formas parte de un increíble reality que nos va a inspirar a querer cocinar, ¿qué se siente?
“Pues motívense, porque la verdad es que es una gran experiencia. Yo me siento muy halagada de estar en Top Chef VIP Celebrities. Ni yo sabía que iba a estar, o sea, no soy chef ni experta, pero me llamó muchísimo la atención y además me ha dejado un gran aprendizaje el estar con tanta gente tan talentosa.
Quiero mencionar primero que nada a Telemundo y agradecerle por la confianza y por haberme invitado a este reality en el que jamás me imaginé que iba a estar. De una hora para otra dije: ‘Va, a ver qué pasa’. Entonces muchas gracias a toda la gente, a todos los directivos, directores, etcétera, que me hicieron el honor de invitarme.
Estoy muy contenta, nerviosa, angustiada, sí es un juego grande, con un gran estrés, y sobre todo por los tiempos que nos manejan, pero te vas acostumbrando. Y ha sido extremo, muy diferente a todo lo que he hecho. Además, me tocó un grupo de compañeros maravillosos”.
¿Cómo fue enfrentarte con tu hija? Seguro hubo momentos en los que esos consejos que alguna vez le habrás dado en casa ahora se ponían a prueba en una competencia entre las dos
“¡Ay, no! Danka me rebasa. Yo soy muy perfeccionista, pero ella también. Entonces cuando nos toca un reto juntas, olvídate. Me regañaba: ‘No, mamá, así no. No, mamá, ese plato no córrele por el otro’. Fue una doble experiencia muy diferente porque en ese momento era creo que era la jefa de equipo, entonces ella era la que me daba las instrucciones, gracias a Dios, porque tuvo razón en todo lo que me dijo”.
¿Y tú, cómo tomaste estas instrucciones? ¿Quisiste hacer las cosas a tu manera, porque las reglas en la cocina son muy personales?
“Claro, pero bueno el mismo respeto se merece Danka, aunque sea mi hija, si está de cabeza de mi equipo. Primero, pues no me gustó. como que dije: ‘No, es que así no es’. Y ella me decía: ‘Por favor, mamá, nos quedan tantos minutos’. Al final dije Ok, bajo tu responsabilidad y tomé las instrucciones como las debería de haber tomado, porque ella era la que estaba llevando el mando. De repente empiezan: ‘Queda un minuto’. Yo casi me muero, pero logramos terminar el plato y la verdad es que les gustó mucho. Lo último que yo puse fue lo que no les gustó, que era según yo, era un como adorno para el plato. Eso fue el único que me gustó, todo lo demás estuvo perfecto”.
Cuando se apagaron las cámaras, ¿hubo alguna una plática entre ustedes?
“Sí, le dije: ‘Mi amor, te felicito porque la verdad tenías toda la razón’. A veces las mamás queremos tener toda la razón y no es así. No porque tengas más experiencia quiere decir que nuestra palabra es ley. Entonces sí, le dije: ‘Estoy muy orgullosa de ti porque supiste manejar la situación y sobre todo supiste darme la instrucción adecuada para no regarla’. Valoro mucho lo que mis hijas hacen.
Sobre esta experiencia en la cocina de Top Chef VIP, ¿llevabas alguna receta con la que sabías que te ganarías el visto bueno de los chefs?
“Claro, yo llevaba mi idea, con este plato voy a ganar. Eso no pasa a diario, o sea, el día que sucede es un gran logro, un gran triunfo y una motivación para seguirte preparando, porque esto es real. Y si creen que no tienes que estudiar o que no tienes que enfocarte y concentrarte en lo que estás haciendo, no es así. Te tienes que enfocar, tienes que estudiar, tienes que prepararte, innovar y ser creativo, tienes que emplatar. Calcular la cocción precisa, el sabor. No puede haber cosas crudas, bueno, solo que sea una ensalada”.
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¿Y cómo haces para enfrentar las fuertes críticas de los chefs?
“No, pues debes tener mucha humildad, lo cual, eso sí lo tengo. Soy una persona humilde de recibir las críticas necesarias para poder crecer e ir hacia adelante. Y de repente sí se me ha hecho un nudo en la garganta; sin embargo, comprendo y entiendo el trabajo de nuestros amadísimos chefs, porque los tres son maravillosos. Les tengo gran cariño, a Carmen ni se diga.
Y tengo, pues, casi 40 años de actriz, entonces sé perfectamente bien lo que es ser humilde, escuchar, poner atención a lo que te están diciendo y a los tips o a la crítica que te están haciendo. No ha sido difícil porque no soy chef, si lo fuera quizá habría un debate. Yo vine a aprender, yo vine a realizar un reality, porque nunca había estado en uno.
Es como otra parte de mi carrera, y el hecho de que sea de chefs y de cocina no le quita lo igualmente importante que para mí es un personaje”.
“Ah, claro, pero de cocina únicamente. Esos extremos y que los dejan en la selva o ‘La Casa de los Famosos’, la verdad no sé. Creo que no podría. Sé que mucha gente lo hace por experimentar”.
Por último, cuéntanos qué tips de cocina te llevas a tu sazón en casa
“Que la sal y la pimienta son los reyes de la cocina, sin duda. Nunca se les olvide. Y que la cocción de cada proteína es distinta”.
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