No hay plazo que no se cumpla y William Levy lo sabe bien. De la mano de Telemundo, el actor está por estrenar Vuelve A Mí, serie que coprotagonizó con Samadhi Zendejas y que llegará a la pantalla el próximo 9 de octubre. Las grabaciones fueron intensas, y durante el tiempo que duraron el galán de origen cubano fue alcanzado por algunos rumores sobre su vida personal, pero nada de eso impidió que siguiera adelante con su misión de llevar al público una historia cautivante y conmovedora. William platicó con HOLA! Américas sobre este emocionante proyecto y compartió cómo fue su experiencia al dar vida a Santiago Zepeda.
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El próximo 9 de octubre se estrena en Telemundo ‘Vuelve A Mí’.
“La verdad me enamoré del proyecto porque me parece un proyecto muy familiar, un proyecto que tenía mucho que ver las familias, que sentía que la familia se iba a identificar mucho con esto, las madres latinas se iban a identificar mucho con esto, con estos temas que estamos tocando en la historia”, compartió el actor.
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Esta serie toca un tema muy sensible: el del secuestro de un niño, el hijo de Nuria (Samadhi), lo que desencadena una búsqueda incansable y también termina acercando a este personaje con Santiago. “Es un tema muy delicado el secuestro de un hijo que, la verdad, se tocó de una forma muy respetuosa, muy seria, porque un tema como este se lo merece”, opinó el actor.
El actor se sinceró en la charla sobre lo conmovedor que resultó abordar este tema siendo él un padre de familia, además reflexionó acerca de cómo puede prosperar una relación amorosa incluso en las circunstancias más complicadas.
¿Cómo es Santiago, hay algo de él con lo que te identifiques?
Es un personaje que ha vivido mucha injusticia, yo gracias a Dios no he estado preso, yo diría detrás de unas rejas físicamente pero el vivir en Cuba me ha enseñado mucho y he pasado mucho lo que es vivir injusticia. Entonces, con este personaje en lo personal me sentí muy identificado con él porque lleva en la cárcel 5 años por una injusticia, lo acusan de cometer un asesinato que no cometió y se mete 5 años hasta que logran ver que no hay suficiente prueba para probar que no es culpable, entonces lo dejan libre y sale con mucha sed de justicia.
Saliendo de la cárcel justamente, el primer día conoce a lo que llega a convertirse en el amor de su vida, que es el personaje Nuria y de ahí pasan muchas cosas que cada uno de ellos se logra convertir en lo más importante de sus vidas y formar un equipo donde entre los dos trabajan lo que sea para encontrar a este hijo que fue secuestrado. Y la forma en que la historia gira y cómo como el niño pasa a ser parte de esto… Fue muy increíble como lo hicieron, como lograron en el libreto que creo que la gente le va a encantar mucho.
Desde tu experiencia y faceta de padre de familia ¿cómo fue hacer una historia con un tema tan delicado y tan sensible?
Es un tema que tú quieres siempre que cuando lo toquen sea muy respetuosamente, porque hay gente que ha sufrido por esto, es difícil obviamente. Hubo varias escenas en esta serie donde, que casi nunca pasa la verdad, cuando yo me senté en ahí, en vivo, durante las grabaciones y yo veía escenas que me emocionaban tanto que terminaba llorando, porque como padre uno siente estas situaciones muy cercanas, aunque no lo hayas vivido, pero como padre lo sientes, entonces hubo en momentos de verdad donde sí me emocionaba muchísimo y terminaba llorando en las escenas (…) Les va a llegar muy profundo a la audiencia, la verdad, les va a llegar muy profundo los temas amorosos, los temas del niño que está secuestrado, los temas de una madre que no puede tener hijos y cómo va a buscar una adopción de otro niño. Entonces, temas que de verdad son muy importantes en una familia.
William interpretó a un hombre con sed de justicia.
¿Cómo crees que haya sido posible que floreciera el amor entre Santiago y Nuria florezca en medio de un panorama tan adverso?
Esa era una parte donde a mí me daba un poco de preocupación, porque no iba a funcionar, porque no iba a pasar como normalmente pasa. Que todo en un principio es lindo y color rosa, y todo es bonito, y salen y se enamoran. Aquí fue todo lo contrario. Se conocieron y salen con sed de justicia y ella buscando un hijo que se lo acaban de secuestrar. Entonces no hay espacio para enamorarse de cierta forma de ‘vamos a cenar’, porque no hay.
Lo lindo de esto y que es lo que debe ser una pareja: ‘Yo estoy aquí para ti, no solamente porque me gustas físicamente, porque me atraes, porque te quiero, sino porque también quiero estar para ti, para lo que tú necesites y no para lo que yo necesite nada más’. Se comprende de una forma muy increíble y muy diferente a la que estamos acostumbrados a ver en las novelas o en las series cuando estamos hablando de una persona que se enamora, aquí todo empezó color negro, cada uno tenía una tragedia pasando en su vida y no había espacio para enamorarse de esa forma linda, todo surge poco a poco y se convierten cada uno en el ángel de sus vidas.
¿Cuál consideras que fue el mayor reto al interpretar a Santiago y hacer esta serie?
Yo creo que el reto de la serie es llevar a cabo el tema del secuestro de un niño y (el de las) madres que no pueden tener un hijo, creo que eso es un tema muy serio, creo que es lo más importante que hay en esta serie. Más allá de salir de una cárcel, más allá de todos los temas que hay en la serie, para mí lo más importante era que una mamá no pueda tener hijos y a una madre que le quiten al suyo.
Samadhi y William hicieron una gran mancuerna en la serie.
¿Cuál fue tu experiencia al trabajar con el elenco y con tu coprotagonista Samadhi Zendejas?
Muy linda, muy buena experiencia con todo el mundo, tuvimos una química laboral increíble y también fuera de escena una química increíble, gracias a Dios, eso llevó a que todo fuera mucho mejor, fuera más fácil. El elenco entero como tal se llevó bastante bien; había momentos difíciles porque eran horas de trabajo muy largas, trabajamos 12 horas al día de lunes a sábado y trabajando con emociones sí es un poco difícil, pero lo logramos sacar adelante.
En medio de las intensas grabaciones, vimos que hubo la oportunidad de reír, Samadhi contó que en algunas escenas eran inevitables los ataques de risas…
Obvio, sino buscamos la forma de reírnos y de divertirnos… Yo creo que es lo más importante en cualquier trabajo que hagas, que logres descubrir estos momentos donde tú puedas sacar esa sonrisa y sacar de ti ese desahogo emocional, cuando está ahí, ahí con tus escenas, y tienes que dejar ir, desahogar todas esas cosas. Y a lo largo de los mese de grabación fuimos aprendiendo en qué momento desahogarnos y dejar ir todo este estrés que teníamos.
¿Quién empezaba con las risas, tú Samadhi o alguien más?
Nos pasaba a todo mundo, todos nos reíamos de vez en cuando. La verdad es que había momentos en los que… Yo por lo general me río de cualquier cosa a veces, pasa algo y me empiezo a reír, lo que pasa es que a veces no me puedo aguantar la risa. Había momentos en los que teníamos que parar para perder esa risa y seguir grabando. Son cosas que si no pasan pues también sería muy difícil trabajar.