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Hace apenas unos días se dictó sentencia en uno de los casos más escalofriantes de los que se haya escuchado en los últimos años en Gran Bretaña, el de Lucy Letby una joven enfermera que utilizaba su posición en el área neonatal de un hospital para acabar con la vida de siete bebés recién nacidos e intentar hacerlo en otros seis casos documentados, mientras se investiga la posibilidad de que haya más víctimas. El juez fue claro, una cadena perpetua por cada uno de estos bebés, destinándola a vivir el resto de sus días en prisión. El caso ha escandalizado a más de uno, sobre todo por la facilidad de que esto sucediera en el sistema médico británico. A pesar de que siete doctores senior denunciaron que algo pasaba con la enfermera que se encontraba presente en cada uno de los colapsos de los bebés, las autoridades hospitalarias no solo no tomaron las medidas necesarias, sino que, según ha narrado uno de los pediatras, fueron advertidos de no llamar a las autoridades y respetar a su compañera de trabajo. La indignación no ha sido poca y quien ha tomado la palabra en esta ocasión ha sido el primer ministro británico, que ha calificado el caso como ‘uno de los más despreciables y horrorosos crímenes de nuestra historia’. En un país en el que asesinos seriales han pasado a la historia, el que Letby haya tomado como víctimas a bebés recién nacidos que estaban bajo su cuidado es lo que ha hecho aún peor lo sucedido.
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Cómo se dio el caso de Lucy Letby
Todo comenzó entre el 2015 y el 2016 en el Hospital Countess of Chester al norte de Londres, en donde durante se dieron sospechosos fallecimientos y colapsos de cinco niños y dos niñas recién nacidos. ¿La constante en cada uno de estos casos? La presencia de una joven enfermera llamada Lucy Letby, quien durante 13 meses trabajó en el área neonatal del nosocomio. Siete médicos senior del hospital decidieron alertar a los altos mandos de la institución, quienes en una primera investigación no solamente no encontraron nada en contra de Letby, sino que según han relatado los involucrados, decidieron pedirle una disculpa a la mujer por el estrés que el proceso había provocado.
Se sabe que en algún momento, Letby dejó el área neonatal, momento en el que las muertes dejaron de suceder, pero a su regreso, una vez más se dieron los terribles casos. Esta vez, ante la insistencia de los médicos, que se encontraban advertidos en contra de seguirla ‘acosando’, se les permitió llamar a las autoridades. Fueron necesarios tres arrestos, antes de que se procediera legalmente en su contra.El resultado de la investigación sería uno escalofriante, la mujer inyectaba a los bebés con insulina o aire, además de forzarlos a tomar leche, con tal de arrebatarles la vida.
© GtresonlineSu residencia se encontraba llena de evidencia, desde escritos que apuntaban a su culpabilidad -mientras otros declaraban su inocencia-, hasta un diario en el que según han dado a conocer las autoridades, había marcado con códigos las fechas de las muertes de los bebés. En varios de los casos, la mujer cobró como víctimas a gemelos e incluso triates, arrebatando la vida de uno o varios de ellos.
Derivado de la investigación se le juzgó por 22 cargos, aunque solamente se pudo comprobar su involucramiento en 14 de ellos, convirtiéndola en uno de los asesinos seriales más prolíficos en la historia de Reino Unido.
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Las palabras del Primer Ministro
Ante la indignación de la población británica, especialmente de la comunidad médica, Rishi Sunak ha declarado al respecto: “Éste es uno de los más despreciables, horribles crímenes en nuestra historia, y es muy importante que recibamos una respuesta, particularmente por las familias de las víctimas…El Secretario de Salud está llevando ese trabajo adelante, hablando con ellos y asegurándose de que entendamos qué necesitan y quieren y cómo es mejor que podamos tratar esto. Lo que sea que esta situación necesite, creo que es importante que sea llevada sin juicio, que tenga una voz fuerte e independiente para llegar al fondo de lo que pasó”.
Más allá de la indignación que todo el proceso ha levantado, la estocada final se ha dado porque la mujer se negó a asistir a la corte para escuchar su sentencia. Esto ha levantado una serie de quejas, pidiendo que se obligue a los criminales a hacer frente a sus actos.
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