Cinco meses después de iniciar MasterChef Argentina, por fin tenemos al primer finalista. Rodolfo Vera Calderón está en la gran final luego de una reñida competencia junto a los otros dos semifinalistas: Rodrigo Salcedo y Estefanía Herlein.
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En una noche llena de sazón y mucha tensión, los jueces del programa de Telefe tuvieron que deliberar quién pasaba a la final después de que los tres presentaran platillos dignos de un chef distinguido. Al ganar el mejor plato el lunes pasado, Estefanía contaba con más tiempo que sus compañeros para preparar su creación el martes. Sin embargo, la crítica de los jueces fue ruda, expresándole que ellos no se habrían atrevido a hacer sushi.
Sin embargo, fue la sopa de papa acompañada de anchoas panceta y crema lo que cautivó el paladar del panel del jurado. Con esta creación, Rodolfo se aseguró un lugar en la final el próximo domingo 6 de agosto. En cuanto al segundo finalista, lo conoceremos este jueves.
Rodolfo estaba emocionado por recibir la chaqueta que lo definía como finalista, y lleno de agradecimiento se refirió a su familia, y a Teresa, la cocinera de su casa que inculcó en él el amor por la cocina desde muy pequeño.
“Ella fue como mi gran maestra. Yo volvía del colegio y ella me ponía a picar cebolla, untar un molde con manteca, hacer cualquier cosa, pero yo llegaba del colegio ilusionado con qué iba a haber de comer y la ayudaba siendo un niño”, aseguró Rodolfo.
Una amistad que vale más que la competencia
Durante la noche, entre los nervios y la prisa de cocinar algo que los llevara a ganarse la chaqueta, Estef y Rudy tuvieron un leve conflicto cuando ella le quitó la trucha del refrigerador en el mercado. Mientras ella se enfocaba en su platillo, Rudy cambió de planes causando un poco de tensión en la cocina.
Sin embargo, al final, cada uno logró un platillo propio con resultados que no pusieron en riesgo su amistad. De hecho, al confrontarse ante la pregunta de la presentadora, Wanda Nara, ambos aseguraron que las cosas estaban bien entre ellos y sin poder contener el llanto se fundieron en un abrazo.