Ha pasado una semana desde que se encontraron los restos de la cápsula submarina Titan, en la que cinco tripulantes viajaban en una expedición hacia el Titanic. Si desde los primeros reportes de la pérdida de comunicación con la nave no han dejado de surgir comentarios e información sobre las muchas alertas que se hicieron sobre la construcción y uso de este sumergible, con el paso de los días solamente se suman más declaraciones de personas que dejan claro que se sabía del peligro que este tipo de vehículos podían tener de no pasar por las certificaciones necesarias. Uno de los primeros en hacer referencia a esta situación fue James Cameron, que más allá de ser un exitoso cineasta, es un ingeniero especializado en la construcción de naves que puedan viajar a las profundidades del mar, con un expertise completamente enfocado a la zona del hundimiento del Titanic, con más de 33 inmersiones al lugar. Sumado a esto, solamente días después de la trágica noticia, la BBC dio a conocer una serie de correos electrónicos, en los que Stockton Rush, CEO de OceanGate, quien murió en el viaje, era alertado de los muchos riesgos que implicaba su embarcación, a los que el hombre respondía molesto, asumiendo que lo que sus interlocutores querían era coartar la innovación. Con el paso de los días, las voces de alerta sobre este tipo de construcciones han crecido, dejando ver cuántas alertas hubo antes de que se diera el fatal desenlace del Titan. A la par de esto, uno de los exploradores que participó en la exhaustiva búsqueda de la cápsula ha narrado cómo se dio con los restos, acabando con toda esperanza.
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Las advertencias sobre el Titan
Tal como quedó al descubierto tras la desaparición del submarino, en el 2018, uno de los empleados de OceanGate fue el primero en levantar las alarmas sobre la construcción de la nave. La preocupación fue tal que 30 expertos en la materia escribieron a Stockton Rush, incitándolo a que un organismo externo probara y certificara el vehículo, tal como sucede con el resto de submarinos de este tipo. La carta que se ha vuelto viral tras el accidente advertía de las ‘catastróficas consecuencias’ que podía tener cualquier falla, sobre todo, como decía Cameron en sus primeras declaraciones, al tratarse de una cápsula que transportaba pasajeros.
Como se sabe, OceanGate ofrecía viajes por 250,000 dólares a pasajeros que estuvieran interesados en conocer los restos del Titanic, aunque muchos de los viajes tuvieron que ser cancelados, tanto por fallas técnicas como cuestiones climáticas. De hecho, uno de los tripulantes del fatídico viaje escribía que estuvieron a punto de no realizar el descenso debido al mal clima que se vivía en la zona.
A pesar de que sí se realizaron viajes de este tipo, como el que tuvo entre sus tripulantes al actor mexicano Alan Estrada, el capitán retirado de la Marina de Estados Unidos, Alfred Scott McLared, ha dicho a People: “He estado recomendando a la gente que por ninguna circunstancias fuera al Titanic en este submersible. No lo consideraba seguro, por la forma en la que estaba construido y el hecho de que no había sido probado o testificado”.
La investigación de la Titanic Foundation
Como es sabido, entre las personas que perdieron la vida se encontraba el experimentadísimo explorador Paul-Henri Nargeolet, quien era uno de los hombres que en más ocasiones se sumergió al Titanic desde su descubrimiento. El francés, después de dos décadas en la Marina francesa, formó parte de la Titanic Foundation, la que ahora se encuentra cuestionando la presencia del explorador en el viaje. Ha sido la encargada de la organización, Jessica Sanders, quien ha respondido sobre este tema: “Ahora tenemos nuestras propias preguntas sobre las presentaciones que hizo OceanGate sobre las que tomamos la decisión de dar a PH el visto bueno para ir. Vamos a recordar e investigar eso nosotros mismos internamente, porque hubo presentaciones, no solo hechas a nosotros, sino hechas a la corte, que ahora revisamos y verificamos, por las historias que están surgiendo que las cuestionan”, dijo según reporta el Dailymail, aparentemente, ante la desvelación de todas las advertencias que había alrededor del submarino.
Los restos del Titan dejan el océano tras su trágica travesía
El momento en el que se supo del terrible desenlace
Mientras las personas alrededor de este fatídico viaje siguen explorando las razones de lo sucedido, a la par de por lo menos dos investigaciones internacionales a cargo de las autoridades de Estados Unidos y Canadá, se ha podido saber cómo fue que se supo lo que había pasado con la cápsula extraviada. Durante una conferencia de prensa, Edward Cassano, el jefe ejecutivo de Pelagic Research Services, la compañía dueña de Odysseus, el submarino manejado a distancia que tenía la capacidad de sumergirse a tales profundidades, ha narrado cómo se dio su intervención en la búsqueda. La compañía fue buscada directamente por OceanGate el pasado 18 de junio alrededor de las 5:45 de la tarde, alrededor de la misma hora a la que avisaron a las autoridades que desde la mañana de ese día (aproximadamente a las 9:45 am) habían perdido comunicación con Titan.
El experto dio a conocer que otra compañía perdió por lo menos uno de sus submarinos de búsqueda, al sumergirlo en la operación, dando muestra de los esfuerzos que se estuvieron haciendo con tal de llegar a los tripulantes con vida. Explica que poco después de que Odysseus llegó al fondo del mar, se encontraron los primeros restos del Titan, para a las 12 de la tarde cambiar el estatus de su operación, de un rescate a una recuperación (de cuerpos). Visiblemente conmovido, Cassano explicó que se vivieron muchas emociones, al saber que la tripulación había muerto. Inmediatamente, al momento de encontrar los primeros restos, las autoridades se pusieron en contacto con los familiares de los tripulantes.
Una semana después de esto, la compañía sigue repasando a detalle la línea del tiempo de lo que sucedió en estos días.