Juan Manuel Bernal y Alejandro Speitzer nos cuentan la leyenda del ‘Robin Hood mexicano’

Alejandro Speitzer (AS): Nos sentimos muy orgullosos, muy contentos, tenemos un productor increíble, tenemos una historia increíble que contar y creo que llega en el momento adecuado y la verdad ha sido una aventura maravillosa, ponernos las botas de estos personajes y haber contado esta historia con este nivel de producción y con este nivel de talento, a mí, y sé que a ‘Juan Ma’ también, se me infla el pecho.

Juan Manuel Bernal (JM): Sí, eso se dice y no lo dudamos porque Joaquín Murrieta, en estos tiempos tocar a Joaquín Murrieta, a partir del siglo XIX y de su historia, yo creo que en este momento es inspirador, de hecho; es un antihéroe, es un personaje complicado, complejo pero contado desde la más profunda honestidad para despertar en el espectador esto que tenemos y muchos mexicanos saben y que no nos hemos dado cuenta, y es el amor a la patria y el amor a México, es como sacudirlo y decir ‘ahora entiendo quién soy el día de hoy’.

AS: Bueno estuvimos casi un mes, ¿no ‘Juan Ma’? en ensayos con todo el equipo de stunts trabajando armas, claro porque hay que decir que las armas de la época no es lo de ahora, ¿si me explico? era otro tipo de mecanismo, otras formas, entonces nuestros armeros se encargaron de explicarnos muy bien cómo funcionaban estos, nos tratamos de apegar lo más que se pudiera a esa época y hacerlo lo más real posible, estuvimos con caballos … El trabajo de la preproducción fue vital y ahora que veo hacia atrás y lo pienso es que, con ese rodaje, si eso no hubiera existido, no tendríamos la serie que hicimos.

JM: Mira, siempre hacer época te da la oportunidad de revisar que era lo que estaba pasando en esa época, valga la redundancia, entonces parte de ampliar mi conocimiento sobre la humanidad en el siglo XIX me deja una gran satisfacción en tratar de entender por qué se ponían tanta ropa en esos calorones del sol, como vivían las personas en ese tiempo; esta serie en particular me puso a reflexionar si alguna vez me había cuestionado como mis bisabuelos vivieron, como mis abuelos vivieron, yo a mis abuelos los conocí ya grandes cuando yo era niño, pero nunca me había cuestionado como vivieron su infancia.

Entonces hacer época, te deja muchísimas ventajas, una gran satisfacción, la oportunidad de contar historias en una época que no viviste y de reflexionar y porque, el que hoy tengamos un celular a lado y que en estos tiempos pareciera hasta enfermizo estar todo el tiempo con el celular, entender cómo vivían los seres humanos antes del celular ¿no?. A mí sí me tocó (risas), pero no me imagino a un hombre del siglo XIX pensar que en el futuro va a haber un aparatito por donde se van a comunicar los seres humanos. Esto que suena tan descabellado les paso a los personajes.

AS: Pues sí era lo que nos pasaba yendo a las locaciones, porque no había señal de nada; de pronto era como volver a la vida en esencia, quitar la envoltura de las cosas y decir, ‘Okay, esto es’ y eso es lo bonito de nuestro trabajo, que en muchas ocasiones nos regala este tipo de oportunidades para reflexionar todo sobre la vida.

JM: ¡Uy hay muchas! (risas)

AS: A mí me encanta una en la que fuimos a Mexiquillo, al norte de México, que es un lugar espectacular donde hay unas rocas redondas, una encima de la otra, parece un pastel, ¡un pastel gigante! No sabemos cómo o quién las puso ahí, dicen que posiblemente llegaba el mar hasta ahí hace muchísimos años, entonces llegué y me dijeron: ‘Vas a compartir cabaña con Juan Manuel’. Y entonces llego, yo llegué tarde porque venía de rodar de Durango, entonces llego y me encuentro a Juan Manuel instaladísimo y me dice: ‘No sabes el cambio que tuve que hacer, porque estaba muy complicada la otra cabaña, estaba llena de avispas (risas) pero esta también tiene muchas’, estaba ahí prendiendo la fogata y nos quedamos a gusto platicando, la verdad es que fue una reacción muy divertida, y es eso, de pronto era que se nos estaba acabando el calor, ¡venga salimos por más leña! y salíamos y la prendimos; unos momentos maravillosos de esta serie.

Hay una secuencia muy fuerte, que ellos entran a una parte de la montaña, a una parte donde esta… ¡No mejor no se las cuento! Por qué les voy a spoilear nuestra serie.

JM: ¡Veanla por Prime Video! Ahí van a entender lo que les iba a platicar y ya se acordaran, esta serie tiene muchas sorpresas para el espectador, estoy seguro de que se la van a pasar increíble, que se van a sentir identificados y que se van a sentir orgullosos cuando vean esos cielos, esas montañas y decir: ‘Esto me recuerda al lugar donde yo crecí o al lugar donde mis abuelos crecieron’, va a haber una enorme nostalgia y unas enormes ganas de estar ahí.