Rafael Amaya reflexiona sobre el renacer de su personaje en ‘El Señor de los Cielos’

Le suceden situaciones que después le afectan porque se perdió de muchas cosas. No pudo salvar muchas vidas y le duele mucho, sobre todo de la familia. Así es como empieza Aurelio. Él entiende que lo más importante y también yo entiendo al personaje y vamos retroalimentando, pues que la familia es lo más importante, nuestros seres queridos son lo más importante, y que el tiempo es muy corto, el tiempo no perdona, la vida nada más es una y la familia es lo más importante.

Me encantó, mejor no pudo haber sido. Es espectacular la manera en la que Luis (Zelkowicz) escribe, amo su tinta, amo cómo escribe, cómo desarrolla las escenas, todos los personajes, todos juntos, alternativos, paralelos, los conflictos, la psicología de cada uno… Maravilloso el regreso, ya llevábamos varios años con la historia.

Antes de proponerle a Luis y a la empresa que hiciéramos una octava quería estar seguro de que estaba preparado mental, espiritual y psicológica y físicamente para ejecutar el personaje, porque ya llevaba seis temporadas hechas y ya sabía lo que se requiere y lo que no también.

Entonces ya estaba mentalizado y simplemente seguí haciendo lo que empecé, prepararme, hacer ejercicio y cosas personales, prepararme para el personaje, porque ya sabía a lo que iba a México, a todo eso que implica grabar una serie de esta magnitud.

Lo único que tenía que hacer era sacar energía, hacer ejercicio, el personaje ya lo traigo, ya hay un bagaje de información previa del personaje la cual me sirve bastante para ejecutar las escenas y simplemente pues llego a casa, hago ejercicio y me relajo.

Me relajo también en el set, el estrés es antes, lo que van a ver es el resultado de un trabajo muy arduo e intenso… Para mí la paga de verdad, llegar a la meta es llegar al set y ejecutar mi personaje.

Después de este atentado que sufre, ‘La Felina’ logra salvarse a través de su guardaespaldas que la ayuda a ir al desierto de Sonora y en manos de una hechicera, de una chamana, logra, además de salvarle la vida, en ese proceso descubre que su hijo, el que ella creía que estaba muerto, está realmente vivo, entonces esa es una motivación muy grande que la hace aferrarse a la vida… Es muy emociónate regresar con esa motivación.

Se me hizo la propuesta y no fue precisamente para El Señor de los Cielos, sino para La Doña, la otra serie con Aracely Arámbula, donde se me proponía darle continuidad al personaje… Y ahí se empezó a contar la historia de ella, la historia de cómo sobrevive y aquí a través de flashbacks se va a refrescar un poco esa información para los que no la hayan visto.

Van a ver una faceta diferente de Diana. Diana empieza a explorar otros horizontes, como le ha ido tan mal en el amor, empieza a explorar con otras personas, que es un personaje nuevo que entra en esta temporada. Viene un personaje nuevo que va a jugar no sólo en la vida de Diana, sino también en las mujeres Casillas y esa historia va a estar muy interesante.

Se va a ver una Diana mucho más vulnerable, más humana, bien aguerrida, luchona que va a seguir luchando por su hermana (Berenice Ahumada), que es lo único que le queda de su familia más cercana.

Estoy muy agradecido con este personaje que llegó a mi vida hace unos años, con el cual he crecido. Ahora me topa el personaje con otra visión, yo también he madurado, entonces está padre porque el personaje también maduró. Entonces es como volver a entrar a algo que ya conoces, pero trabajando desde otro punto, y con el detonante de la muerte del padre pues a Ismael lo vemos más sólido, mucho más fuerte, mucho más presente, y eso lo estoy gozando mucho.

Estoy gozando mucho volver a trabajar con Rafa, creo que tenemos muy buena química, me siento muy a gusto con él en escena, con todos mis compañeros, la pasamos muy bien y creo que eso se va a sentir en la serie.