Después de que el jurado, convocado para el caso de Pablo Lyle, lo declarara culpable del homicidio involuntario de Juan Ricardo Hernández, la jueza, Marisa Tinkler Mendez, dio a conocer que será en tres semanas cuando el actor regrese a la corte para escuchar su sentencia. Luego de dos semanas de juicio, esta tarde, se reveló el fallo; sin embargo, todavía no se ha determinado la resolución del caso. Tras dar lectura a la decisión del jurado, las partes expusieron sus alegatos: la Fiscalía pidió a la jueza dé la sentencia máxima en este delito, mientras la defensa del actor, solicitó que sea considerado el tiempo que el mexicano ha pasado en arresto domiciliario, período en el que ha cumplido cabalmente con lo dictado por la jueza.
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Tras escuchar el veredicto del jurado (compuesto por seis fijos y tres suplentes), la jueza lo despidió para quedarse únicamente con las partes involucradas en el juicio. Fue en ese momento, cuando la Fiscalía preguntó cuál es la pena máxima por este delito, a lo que se le respondió que 15, razón por la que solicitó que el actor sea sentenciado a una pena de entre 10 a 9 años y medio en prisión. Fue en ese momento, en el que el equipo legal del actor solicitó que se tomaran en cuenta los 3 años y medio que ha estado bajo arresto domiciliario, además del buen comportamiento que el actor ha mostrado desde 2019, cuando comenzó su proceso legal por el fallecimiento de Juan Ricardo Hernández, el hombre de 63 años de edad, que perdió la vida después de verse involucrado en un incidente vial con Lyle.
La jueza estableció el 26 de octubre como fecha para dar a conocer la sentencia del actor. Durante este tiempo, recibirá las recomendaciones de ambas partes y analizará cuál será el castigo del mexicano. La defensa del actor planteó la posibilidad de establecer una fianza para reducir los años que podrían darle. Durante todo momento, el actor se mostró callado y en ocasiones nervioso, pero la mayor parte se dejó ver tranquilo a pesar de que la decisión del jurado no lo benefició. Solo en un par de ocasiones se le vio hablándole al oído a uno de sus abogados que estaba sentado a su derecha. En todo momento, se mostró atento a las indicaciones de la jueza y de su equipo legal.
Aunque la Fiscalía solicitó que el actor fuera ingresado a una prisión federal hasta que se de a conocer su sentencia, pero la jueza expresó que, tras el intachable comportamiento que ha tenido Pablo Lyle durante la prisión domiciliaría, no lo considera un peligro para la sociedad; pero sí pidió que fuera puesto en custodia de las autoridades de Miami, uno de los momentos más emotivos del juicio para la familia del actor que no pudo evitar la emoción a la hora de despedirse de él. Una vez concluida la audiencia, Pablo fue esposado y escoltado por dos guardias de seguridad hacía la misma salida por donde se retiró el jurado. Se prevé que, como en las otras ocasiones en que ha ocurrido esto, sea trasladado a una prisión local en la que, nuevamente, sea fichado, ahora ya con el veredicto de culpable por homicidio imprudencial.
Cobijado por el amor de su familia
Mientras Pablo se mostraba fuerte y sereno, este sentimiento no lo pudo transmitir a su familia que se mostró devastada con el fallo del jurado y ante la sentencia que, en próximas semanas, dará la jueza. Antes de que el actor fuera custodiado, tuvo la oportunidad de despedirse de los suyos sin esposas, momento en el que se fundió en un beso con Ana Araujo, su esposa, para luego abrazar a Lukas Delfino, su cuñado, quien iba con él el día del incidente. Antes de que se lo llevarán los guardias, todos los miembros de su familia, que llenaron las bancas que estaban destinados para ellos en la corte, se fundieron en un abrazo grupal. Cuando Pablo se retiró, le mostraron su apoyo gritándole: “¡Pablo, te queremos!”.