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En abril de 2009, Livia Ávila vio cristalizado uno de sus sueños más anhelados con el nacimiento de su primogénita, Sofía, su primera hija quien, lamentablemente falleció seis meses después de su llegada, debido a problemas de salud congénitos. Desde entonces, la OV7 ha aprendido a vivir con la ausencia de su pequeña quien, este 26 de septiembre, cumple 13 años de haber partido. Con el objetivo de honrar su memoria, la cantante utilizó su cuenta de Instagram para honrar la memoria de la niña quien tiene un lugar muy especial en su familia: “13 años sin ti. Vives en mi corazón mi preciosa Sofía”, escribió junto a una imagen en la que aparece con su hija en brazos.
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Para Livia ha sido muy importante mantener presente el recuerdo de su primogénita a quien, apenas en abril pasado, recordó con motivo de su cumpleaños. En aquella especial fecha, la cantante también publicó en su perfil una imagen de la bebé que acompañó de un sentido mensaje: “Hoy hay fiesta en el cielo, 13 añitos mi niña hermosa, te abrazo igual que el primer día. Te amo”. En noviembre del 2020, Lidia Ávila abrió su corazón sobre este tema y en entrevista con Yordi Rosado a quien le contó la emoción que vivió al saber que venía en camino y lo duro que fue enfrentar su diagnóstico: “Toda mi vida mi sueño era ser mamá, fue un embarazo padrísimo. Yo estaba soñada. Lo gocé muchísimo. Todo iba muy bien hasta que, un mes antes de que Sofía naciera, voy a una consulta al ginecólogo y me dice: ‘De la consulta pasada a esta la bebé tiene un quiste en la panza. Tiene que nacer y la tenemos que operar”, recordó.
En aquella conversación, Lidia narró un poco de lo que vivió ella y su exesposo, Paulo Lauría, a la hora de tener que decirle a Dios a su bebé: “Al final, yo al que le dije fue a su papá: ‘Oye tu eres el único que no le has dicho gracias, que se vaya tranquila y creo que se lo merece, porque no es vida para un bebé estar así’. Ahí fue que entramos los dos al final, se despidió, yo también, nos pusimos a rezar un Ave María, un Padre Nuestro y ahí fue cuando la máquina dejó de sonar”. Lidia reconoció que la partida de su primogénita fue el episodio más complicado que ha tenido que enfrentar: “Es lo más duro que me ha tocado vivir en la vida y no creo que me toque otra cosa peor. Yo sé que Sofía es un ángel que vino a mi vida con un mensaje y un propósito que, con el tiempo, estoy intentando entender y de comprender. Yo agradezco a Dios lo que me tocó vivir, porque es una bendición y lo va a ser siempre”, añadió.
Desde la partida de su bebé, las libélulas han sido muy especial en su vida y curiosamente fue un animal que desde el primer momento estuvo presente en su habitación, pues contó que ella pintó varias en la habitación de la bebé: “Por eso me tatué estas libélulas, porque todo el cuarto estaba lleno de libélulas”. Tras la muerte de la bebé, Lidia ha experimentado varios episodios que le atribuye a la presencia de su pequeña: “Sí, claro. Mil veces, en momentos muy especiales y muy increíbles, se me aparece una libélula, siempre y mi marido, Isaac, está de testigo y no me lo va a negar. Voy así caminando, cruzando el jardín de la casa, él venía atrás de mí y de repente una libélula morada, era su cumpleaños, te lo juro por mis hijos, dos minutos aquí y yo diciéndole: ‘Isaac, ¿estás viendo lo que estoy viendo?’”.
OV7, su salvación
Tras enfrentar este duro golpe, Lidia reconoció que fue OV7 la que la salvó: “Lo que me sacó adelante fue que, justo el año siguiente fue el regreso de OV7 y ellos fueron muy respetuosos, porque el regreso iba a ser ese año, con todo esto ellos dijeron pausa, no tocaron el tema, me acompañaron como los grandes, tengo momentos muy especiales con cada uno, de cartas que me entregaron, de cosas que de verdad valen mucho más que cualquier problema que hayamos tenido”, reconoció. Aunque ha sido complicado lidiar con la ausencia de su pequeña, Lidia ahora ha encontrado un significado a la partida de su bebé: “Le agradezco mucho a Sofía que haya venido esos 6 meses, porque yo sé que fue más de los que ella debía haber estado aquí”.