Las fuertes confesiones de Lili, Gloria y Emily Estefan en ‘Red Table Talk: The Estefans’

Para iniciar con todo, Lili Estefan fue la primera en hablar sobre una experiencia personal que la marcó por mucho tiempo: su divorcio con Lorenzo Luaces. La presentadora de El Gordo y la Flaca anunció su separación a principios de 2017 en el show de Univision, pero mantuvo los detalles en privado a pesar de los rumores que circulaban al respecto.

Lorenzo y Lili estuvieron casados por 25 años hasta que él confesó que había sido infiel. Eso no era todo, había fotos de él con alguien más y le pedían 200 mil dólares para evitar que las imágenes salieran a la luz. Lili, para proteger a sus hijos Lorenzo y Lina, pagó por las fotos, pero esa situación derivó en el divorcio. Lili, sincera, confesó lo que más le dolía en el momento: “Me rompiste el corazón”, dijo recordando las charlas con su ex.

Lili recibió una carta de su abogado con la demanda de divorcio puesta por Lorenzo. En enero de 2020, el matrimonio llegó a su fin de manera legal, justo el día que la presentadora recibía un Emmy en honor a su carrera.

Lina, la hija menor de Lili, fue una de las invitadas especiales del show y contó cómo vivió aquella etapa de su vida. Ella jamás se imaginó que su familia pasaría por aquella situación que veía en sus compañeros de escuela, pero a los 14 años notó una conducta sospechosa en su padre cuando Lili estaba de viaje.

Lorenzo le dijo que iba a una fiesta con amigos, y Lina conocía bien el círculo social de sus padres. “Quería saber en dónde encontrarlo porque me iba a quedar sola en casa y así me sentiría segura”, dijo frente a su madre, su tía y su prima.

Lina, entonces una niña, quería saber en dónde encontrarlo por si algo pasaba. Cuando al fin pudo comunicarse con él, Lorenzo regresó a casa molesto. “Por eso es que odio estar aquí. En el segundo que llego alguien está de malas o me castiga”, dijo a su hija..

Lina se enteró del divorcio luego de que su mamá lo confesara todo en El Gordo y la Flaca. Después del show, Lili habló con sus hijos sobre lo que pasaba. Hoy su padre es una figura ausente desde el divorcio.

En el turno de la hija de Gloria Estefan, Emily contó lo difícil que fue hablar de su sexualidad. Para Gloria, Emily es la “hija que creí que jamás tendría”. En 1990 la cantante sufrió un grave accidente por el que le habían dicho que no podría tener hijos, pero en 1994, llegó una gran luz a su vida con el nacimiento de su hija.

Desde años atrás, la también cantante de hoy 26, preguntó a sus padres si creían que fuera gay. “Dijiste: ‘Solo tú puedes saber eso’. Pero cuando te hice esa pregunta, fue para medir las aguas porque tenía miedo. Tenía conversaciones en mi cabeza tratando de averiguar ‘¿Quién era? ¿Qué es esto? ¿Dónde encajo?’ Estaba aprendiendo que prefería a las mujeres”, reveló Emily en la mesa roja.

Fue hasta que conoció a su novia, Gemeny Hernández, que sintió la fuerza para expresarse tal como es y hablar con su familia sobre ello. Pero la respuesta de Gloria no era la que esperaba. “Dije: ‘Oye, estoy enamorada de esta chica’. Y lo primero que dijiste fue: ‘Si le dices a tu abuela y ella muere, la sangre quedará en tus manos’. Simplemente no estaba lista para eso, porque entiendo que la abuela era mayor, pero me hiciste sentir, sea lo que sea, escóndelo, no está bien. Así que ahí es donde empezó mi dolor. Nunca voy a olvidar eso”, dijo la chica entre lágrimas.

En ningún momento Gloria pretendía que así se entendiera su comentario. En aquel entonces estaba preocupada por su madre y en su hija veía a una mujer fuerte. De verdad pensé que eras muy fuerte, porque toda tu vida has hecho lo que querías en tu camino. En mi mente eres la mujer más fuerte y ruda”, dijo Gloria, algo en lo que Lili coincidió.

A pesar de los conflictos y malentendidos por los que pasaron, madre e hija acudieron a terapia para charlar y resolver todo como familia. Hoy Emily vive una linda historia de amor con Gemeny; y en casa recibe el mejor apoyo.

Aunque todo parezca color de rosa, la vida real está llena de matices. El 17 de junio de 2017, falleció la señora Gloria Fajardo, mamá de Gloria Estefan. Para la cantante fue un golpe muy fuerte que le impactó a varios niveles, pues era l “columna vertebral” de su hogar.

“Hace solo tres años, mi hermana Rebecca y yo perdimos a nuestra amada madre. Mi mamá tuvo una larga vida… y todavía sigo hablando con ella, antes del programa, hablo con ella en el carro, también en la bañera”, dijo la esposa de Emilio Estefan el año pasado, en la primera temporada del show.

“No pude grabar mi disco por más de un año. Mamá era una poderosa fuerza”, confesó Gloria Estefan, un luto que duró casi cuatro años, hasta que en junio pasado lanzó su disco Brazil305.

Emily también sintió ese dolor, ya que había perdido a su abuela y su mejor amiga. “Creo que era la mujer más increíble del mundo”, dijo la también artista. “Era mi mejor amiga. Mi abuela y yo podíamos hablar de todo de las cosas que no podría hablar contigo, ni contigo”, dijo para su mamá y Lili.

Perder a un ser tan especial como lo es la madre, es un dolor que Lili Estefan vivió cuando tenía tan solo 10 años. En ese episodio de Red Table Talk: The Estefans, la Flaca habló sobre la salud mental y cómo un problema le arrebató a Becky García, su mamá.

“Mi mamá falleció cuando yo tenía 10 años y medio”. Para el show tuvo que hablar con su padre y su hermano, y se dio cuenta de lo cuidadosos que son cuando tocan el tema de la muerte de su madre. En sus recuerdos, Lili aún puede sentir la preocupación de saber que la habían hospitalizado en varias ocasiones. “Muchas veces llegaba de la escuela y la encontraba inestable”, dijo.

Lili hoy ve su infancia como un cambio constante: “Lo veía sus ojos, su lenguaje corporal cambiaba. Era una persona diferente. Estaba deprimida”, agregó al recordar su infancia. “Un día me decía: ‘¡Oh, el sol se está acercando al planeta! ¡Nos vamos a morir todos! ¡Mira el sol, está más cerca!’. Se iba de la realidad”, reveló.

Esta situación hizo que Lili madurara muy rápido. Y llegó aquel día que lo cambió todo. “Recuerdo que ese día mi papá me dijo: ‘La vida no es justa y a veces no tienes lo que quieres’, después me dijo: ’tu mamá...’, y lo supe en ese momento, que mi mamá había muerto”, confesó entre lágrimas.

“Nunca había hablado de esto, primero porque respeto a todos los que lo vivieron, después porque soy una figura pública y cada vez que lo intentaba, no podía. Lloraba”, contó Lili sobre ese capítulo de su vida.

Las consecuencias de la guerra de Vietnam alcanzaron a la familia de Gloria Estefan. Su padre, una de las personas que más amaba, poco a poco se fue deteriorando, y con él la fortaleza de una adolescente Gloria.

“No quería decirle a mi mamá que empezaba a sentir que mi armadura se rompía. No le dije a mi abuela porque se preocuparía. Mi papá había dejado una pistola en casa cuando se fue a la guerra, para supuestamente proteger a mi mamá. Yo sabía en dónde estaba y empecé a tener pensamientos de desesperación”, confesó al borde del llanto.

Estaba decidida, y el plan daba vueltas en su mente. “¿Qué tal si en su lugar mejor me cuelgo porque sería muy sangriento? Incluso había elegido un árbol en el que lo haría. Pero pensé: “¡Espera! Mi mamá me va a encontrar. Mi hermana me va a ver”, recordó.

Fueron esos pensamientos sobre su familia lo que la hizo alejarse de aquella idea. “No voy a estar aquí para ellas, y lo que me sacó de ese momento fue pensar en los demás, en la gente que amo. Poco a poco me enfoqué en la escuela. Tomé el proceso y lo que me ayudó fue a imaginar cómo sería la vida después para quienes amaba”.

Con los años, Gloria supo que la felicidad sí existe, a pesar de los malos ratos que también acompañan a la vida. “Encontré mucha ayuda propia cuando llegó Emilio Estefan. en definitiva el amor hizo mi vida algo que amé. Estudiar psicología, es algo que aún encuentro fascinante. De pronto me dan ganas de regresar y hacer un doctorado”, agregó contenta.

Lele Pons fue otra de las invitadas al show y contó su propia lucha. La influencer y cantante muesstra su lado más ivertido en pantalla, pero en la vida real desarrolló un problema con OCD y con el síndrome de Tourette.

“Solía pensar que era una perdedora, que todo estaba mal, que nadie me iba a querer así... Si no hago esto, mi familia va a morir y no voy a tener una carrea exitosa. Pensaba que nunca me iba a casar, que nadie se iba a enamorar de mí y que nunca sería feliz... Es el final, debo matarme”, dijo para sorpresa de muchos.

Lele evitaba ir a terapia porque pensaba que tenía el control en sus manos. Incluso so gran amigo, Juanpa Zurita se convirtió en una obsesión que quería mantener cerca a como diera lugar, tanto que le compró una casa.

Lele no sólo obtuvo ayuda profesional, sino que documentó todo en una mini serie. “Conocí a muchos pacientes que pasaban por lo mismo, y fue cuando pensé: Tengo una gran plataforma, ¿qué estoy haciendo con ellas?”, dijo más tranquila sobre cómo es ahora esta situación.

En el ámbito personal, mantiene una relación con Guaynaa, con quien recientemente comó una casa.

Karla Souza también hizo una gran confesión sobre la salud mental. La actriz de How to get Away with Murder reveló que su madre sufría desorden bipolar. El esposo de su hermano es esquizofrénico y ella misma tuvo experiencia psicótica que requirió de ayuda profesional.

“Aún intento saber qué pasó. No tenía idea porque a los 18 perdí la habilidad para hablar”, explicó de los días que se fue a Londres a estudiar. “Estaba agotada, era una ansiedad con miedo y mutismo, como cuando quieres encontrar la palabra correcta, pero no se va el sentimiento”, agregó.

Ante el asombro de Lili, Gloria y Emily, Karla contó: “Fue un infierno. Empecé a tener pensamientos suicidas. Recuerdo un momento en el que me paniqueé y mis padres me llevaron a hablar con un pastor. Hicieron lo mejor que pudieron, pero recuerdo ver la cara de mis amigos convertirse en ratas y me iban a comer. En la gente que iba a mi casa, veía cosas”.

Sus compañeros de escuela no estaban cómodos con ella y firmaron una petición para echarla de la escuela. Karla tuvo un tratamiento que la hizo dormir por dos semanas y, desde entonces, no ha vuelto a tener aquellos espisodios.