Los juegos Olímpicos de Tokyo por fin están por arrancar. Después de un año de haberse pospuesto por la situación que puso en vilo a todos los países a causa del COVID-19, los mejores atletas del mundo están listos para medir sus destrezas en una de las competencias deportivas más importante del planeta. Los seleccionados de cada nación no son los únicos que están emocionados con este evento, también los reporteros y presentadores de TV que contarán de primera mano cada uno de los detalles de estas olimpiadas que ya han pasado a la historia sin siquiera haber comenzado. Ana Jurka es una de ellas, y es que la reportera de Telemundo fue elegida no sólo para contarnos qué sucede en cada una de las diferentes contiendas, sino también para poner el sabor latino en Tokyo, Japón, y explicarnos los detalles más curiosos del país asiático.
En una amena entrevista con HOLA! USA, Ana Jurka nos revela cómo se siente de emprender este viaje en el que no estará acompañada de su esposo, Joshua Jurka, o sus hijos Seth y Noah de cuatro y dos años respectivamente. Ana estará junto a Miguel Gurwitz frente a la cámara de Telemundo Deportes, y nos contó qué diferencia hay con los otros eventos mundiales que le ha tocado cubrir, cómo se prepara para conocer la cultura de Tokyo, además de los cuidados que tendrá su equipo ante la pandemia.
“Honestamente hay mucha ansiedad, el nerviosismo de que ya comience, de querer hacerlo todo bien, esa revoltura de emociones. Eso es lo que estoy sintiendo en este momento, que ya estoy a sólo unos días de comenzar la competencia”.
“Voy a ser la host de todos los juegos junto a Miguel Gurwitz, somos los hosts principales. Me vas a ver en lo que llamamos el game around de game, en la previa. Medios tiempos, after, los análisis y todo eso. También vamos a tener un show especial, previo a toda la jornada olímpica. Empezamos a la medianoche de ustedes, acá en el tiempo del Este, y vamos a estar como con las noticias, las historias de los atletas, y luego ya a pasarnos a las diferentes disciplinas”.
“Este es un sueño hecho realidad, porque yo sé que, especialmente en estos Juegos Olímpicos, es algo histórico por todo lo que hemos estado viendo. O sea, los Juegos Olímpicos no se han aplazado nunca tanto tiempo. Se han cancelado por cuestiones de guerra. En alguna ocasión se pospusieron por 24 horas, también por algo de cosas de guerra, y en esta ocasión el que se hayan pasado por un año entero lo hacen simplemente especiales”. “Para mí, como mujer, como mamá, como amante del deporte, me hace sentir muy especial. Muy, muy eternamente bendecida, agradecida con Dios, con mis compañeros como con Telemundo por darme esta oportunidad, porque estas coberturas son como la recompensa a nuestro trabajo. Es cierto que vamos a rifar y las horas son eternas y todo eso, pero estas asignaciones son la recompensa a nuestro trabajo duro. Entonces me hace sentir muy agradecida y decir algo bueno estoy haciendo para que me den esta oportunidad. Ahora es no quedarles mal y espero dar lo mejor de mí, así como todos esos atletas, para por lo menos hacer sentir orgulloso a la gente que está confiando en mí”.
“Sí, va a ser mi primera vez en Japón. Ya había estado en otros eventos muy importantes. Estuve en Rusia, estuve en Francia. O sea, ya he hecho Juegos Olímpicos... en los de Río 2016, pero a nivel personal, en esta ocasión me siento como que por primera vez estoy casi libre. Cuando hice Rusia 2018, estaba embarazada de tres meses de mi segundo bebé. En Río 2016, mi primer bebé tenía dos meses de nacido, entonces no dormía bien. Estaba como zombi. ¡Y ya sabes que las jornadas olímpicas son olímpicas! Entonces, con un bebé de dos de dos meses de recién nacido era increíblemente más difícil. Luego en Rusia, embarazada del segundo y luego en Francia, estaba con el otro recién nacido y en los medios tiempos de los partidos corría a sacarme leche para darle de comer”.
“A mí me encantaría recorrer Japón entero, pero honestamente, con todo el rollo de la pandemia, sabemos que Japón incluso ya declaró en estado de emergencia otra vez al país. Recordá que ellos son muy estrictos, son una cultura de respeto, de estar todo increíblemente limpio. Ellos usan máscara muchísimo antes de la pandemia. Entonces hay muchas restricciones. Por lo pronto sabemos que vamos a estar haciendo cuarentena de los primeros tres días, que posiblemente se extienda un poquito más. Vamos a ir, literal, del hotel al trabajo, del trabajo al hotel”. “Me voy a ir caminando al estudio. Entonces sólo el hecho de caminar las calles de Japón como una empleada, eso para mí ya va a ser una experiencia increíble. Y según nos han contado otras personas que están allá en este momento, nos dicen: ‘los japoneses están siendo muy estrictos, pero a un nivel en el que te puedas sentir seguro y a la vez, si quieres ir a algún restaurante a comerte un sushi o un misozu o lo que quieras, también lo puedes hacer’. No sé qué tanto voy a poder recorrer Tokio, pero espero que los momentos que tenga, que haré espacio en mi agenda, ir a probar toda la comida que pueda. ¡Porque ese es mi dilema. La comida, siempre!”.
“¡Uy! Me sé algunas palabras y las tengo anotadas. Ya empecé a aprender el ‘por favor’, el ’gracias’, el ’hola’, el ’compermiso’. Las típicas” Sobre la cultura, sabes que no dejas tips allá, entonces aprendí una forma de cómo decirle a la gente que me encantó su servicio y su comida sin dejar propina”.
“¡Exacto! Yo soy latina y soy más bulliciosa. O sea, vos sabes que ya los latinos de por sí somos escandalosos. Yo soy nivel 2.0 de escandalosa. Y allá es la cultura del silencio, del estar calladito en el metro. No decís nada, pero incluso hasta en eso nuestro equipo ha estado haciendo la tarea muy bien y nos han mandado una guía entera de todas las cosas que no se pueden hacer. Por eso es que te digo que ya sé lo del no dejar tip, porque lo ven como una ofensa. Sabemos lo de quitarse los zapatos en ciertos lugares, lo de no dar el dinero de mano a mano, sino que ponerlo en una bandejita... un montón de cosas que poco a poco nos hemos ido aprendiendo. Seguramente voy a meter la pata en algún momento, pero voy a tratar de portarme bien”.
“El torneo de futbol comienza el 21 de julio. Siempre el fútbol en los Juegos Olímpicos comienza antes, porque los torneos son más largos. El 23 es la ceremonia de apertura”.
“Tengo la bendición de que mi esposo y yo somos un equipo y nos apoyamos mutuamente. Él se va a quedar con los niños, pero el pobre para no volverse loco, se va a ir a otro país donde están mis suegros, también como una vacación. Van a estar en dos lugares diferentes y yo lo hago como mintiéndoles a mis hijos, diciéndoles: ‘yo no soy la que me voy. Ustedes son los que se van’ Entonces yo los voy a dejar al aeropuerto y les digo que los voy a extrañar muchísimo. Para que ellos digan: ’Mi mamá no se fue, nosotros nos fuimos’. Quiero meterles esa cultura de viajar, queremos dentro de lo que sea posible, que todos los veranos salgan. Esta vez se van a ir todo el mes. Ellos llegan justo el día que yo regreso de Japón”.
“Me separé así en Rusia 2018, cuando estaba embarazada del segundo, el primero tenía dos añitos, lo que tiene en este momento el otro y, créemelo no tienes ni idea como lo sufrí. Lloraba. Los primeros tres-cuatro días estás bien porque estás en el rush de apenas haber llegado, te estás aclimatando. Desde que llegamos vamos a trabajar. No es como que decimos bueno, vamos a descansar las 13 horas del vuelo y mañana trabajamos. No, es vamos a dejar maletas, a acer pruebas de cámaras, notas...”
“Como nunca he ido, no sé mucho qué onda. Pero puse en el mapa la dirección del hotel y la dirección de uno de los estadios donde yo voy a estar en Tokio. En algunos momentos tenemos nuestro ser principal y en otros momentos vamos a hacer diferentes asignaciones en las que nos movemos a otros estadios. Pero el que va a ser como el main studio está exactamente a cinco minutos. El sólo al hecho de caminar y ver la gente en Japón, ver cómo se lo están viviendo, ya es una experiencia”.
“No, ¡la verdad que voy sola como el viento! Mi familia es el equipo de Telemundo Deportes. Todos estamos en la misma situación de que todos empiezan a extrañar a todos. Aunque a veces nos peleamos, nos reconciliamos y eso nos ha hecho más unidos. Y entonces empezamos: ‘¿Vas a ir a comer? No, es que vos sos muy piky y no me gusta ir a comer con vos, pero dale, está bien, vamos a comer y ya’”.
“En esta ocasión voy sola. En Francia sí tuve a mis dos hijos y fue mi esposo conmigo, y ahora con las restricciones del COVID-19 es muy difícil”.
“Soy hondureña y los hondureños, los mexicanos ya sabes, como Centroamérica y México vivimos el fútbol sudamericano. Vivimos el fútbol con mucha pasión, pero cuando ves los Juegos Olímpicos, el fútbol masculino toma un punto aparte. Me emociona muchísimo el fútbol femenino, porque para las mujeres sólo tienen dos máximos escenarios y es el Mundial y los Juegos Olímpicos”.
“Y me gusta muchisímo todo lo que tiene que ver con la gimnasia. Como la típica de que como yo no sé bailar y soy pésima moviéndome, ni ni para zumba, soy buena. Entonces yo veo a las a las gimnastas y hacerla la gimnasia rítmica y o el nado sincronizado, y me emociona muchísimo. Todo lo que tenga que ver con gimnasia y las piscinas. O sea, yo quiero ver los clavados de nado sincronizado, las carreras... estoy pegada y de repente hasta se me olvida que hay que estar tomando nota porque estás ahí clavada viendo todo”
“Yo creo que lo mejor que puedo obsequiar durante una transmisión de esta, sobre todo por el cambio de horario, porque he nuestras transmisiones son de medianoche a 7 de la mañana, creo que lo mejor que puedo hacer por mi comunidad latina es llevar ese sabor. Esa alegría. Nosotros sabemos que cuando hay este tipo de eventos todos nos unimos y todos lo queremos pasar bien y quiero olvidarme tanto de la estadística y de estar seria y propia en frente del escritorio”.
“He estado entrevistando a atletas latinos durante ese tiempo o siguiéndolos en sus redes sociales y de repente dicen: ‘no pude entrenar como normalmente entrenaría porque estaba cerrada a la piscina de la ciudad’. Porque en nuestros países no es como acá, que hay piscinas en todos los vecindarios. En nuestros países una piscina es un lujo, o por lo menos en Honduras lo es. O los estadios olímpicos para que puedan practicar los atletas.
“Allyson Phillips, que es una medallista de oro olímpica, me decía: ‘mis vecinos se preguntaban qué pasaba porque yo estaba entrenando en la calle, en el asfalto, y no donde debería estar. Tenía mi entrenador 400 metros más adelante, viéndome y guiándome’. Pero es por todas estas dificultades que han tenido los atletas, entonces, por esa razón yo le quiero decir a la gente que nos vamos a motivar con ellos. Pudieron vencer no sólo la barrera de clasificar para los Juegos Olímpicos, pero incluso tener que aplazar un año más de entrenamiento”.
“Muchos dijeron que entraron en depresión por unos días porque no era posible esperar un año más. Normalmente esperamos cuatro. En esta ocasión fueron cinco. En estos Juegos Olímpicos se va a demostrar quién tiene mayor entereza, quién tiene la mayor capacidad no sólo física, también mental. La resiliencia de todos estos atletas y ojalá que la gente lo pueda sentir en casa e inspirarse con eso y motivarse y saber que a pesar de todas las restricciones, podemos seguir viviendo y en algún momento vamos a salir de toda esta pesadilla”.