Ana de la Reguera, ¡con Hollywood a sus pies!

Para mí el éxito es vivir y hacer lo que me gusta, finalmente es lo que hago y me siento muy afortunada. Pero si hay un secreto que a mí me ha funcionado, sería la necedad, el hecho de no quitar nunca el dedo del renglón, de entender que ésta es una carrera de vocación más que nada. Seguro hay gente más talentosa y más guapa, con mejores ideas, pero esta carrera de fondo es cosa de vocación y la tengo, la personalidad para aguantar todo para mantenerse a flote. Así que la necedad podría ser una de las cosas que me llevó hasta donde estoy ahora.

¡No! Creo que es peligroso pensar eso. “Nacho Libre” se filmó mucho en México, era mi primera película y creo que era muy joven para entender el alcance que había tenido. Lo más difícil es quedarte aquí, es realmente tener una trayectoria, entonces fue como cuatro o cincoaños después de aquello, estaba haciendo una serie, en una escena con todo el set trabajando para mi close up. Ahí como que me cayó el veinte… ¿En qué momento tengo a la industria cinematográfica de este país trabajando y pendiente de mí?, ¿en qué momento llegué hasta aquí? Fue un momento muy bizarro, yo de Veracruz, de un pueblito, verme trabajando de pronto en esa situación fue increíble, pero no pensé I made it, pensé, ¿sabrán que vengo de un pueblito?

¡Muchísimo! Espero parecerme mucho todavía. Sigo siendo igual, la mala estudiante, la mala en mil cosas que no me gustan, pero en las cosas que me apasionan… ¡doy lo mejor de mí! También en el carácter bromista, jarocha, no pueden sacar a Veracruz de adentro de mí. Ya llevo 16 años viviendo aquí en L.A., casi el mismo tiempo que viví en Veracruz y más tiempo que el que pasé en D.F., y hay veces que siento que todavía no me acostumbro al lugar en donde estoy, aunque obviamente este último año más que nunca me he sentido como que ya hay una aceptación de I belong here, como que me voy sintiendo más como pez en el agua.

No sé, como ya besé a alguien y más que eso, me siento bastante satisfecha… -dice riendo. -En algún momento quizá me encantaría poder vivir en Europa, un año sabático, la clásica experiencia y fantasía de todo el mundo que sueña con aprender francés, italiano, comer pasta, engordar, estar escribiendo allí… Quizá esa es una fantasía que me queda por cumplir.

Muy bien, muy tranquila, estoy soltera con la maldita pandemia. Si ya de por sí es difícil conocer a alguien, con la pandemia ha sido terrible. Pero siempre el amor me llega de la manera más inesperada, no estoy acostumbrada a buscarlo, siempre me aparece de repente… entonces, así me gusta. Ahorita estoy tranquila, un poco más de lo normal, por lo de la cuarentena y el trabajo, pero igual feliz.

La verdad es que el amor es lo máximo. Creo que el amor es lo que todos estamos buscando. Desde niña me aburría si no me gustaba alguien… ¡Quiero que me guste alguien!, solía pensar siempre. La vida sin amor es muy aburrida, no tener en quién pensar, con quién fantasear. Yo soy enamoradiza y romántica… ¡A mí el amor me encanta!

No, al contrario, -afirma con rotundidad-. El amor es increíble.

Yo creo que sí se puede. Es complicado encontrar un balance, porque mi carrera requiere pasar tiempo en varios lugares por temporadas. Ahora estoy aquí, pero en agosto me voy a México por tres o cuatro meses y no regreso a mi casa, por ejemplo. A veces eso es lo que complica más tu vida personal, pero como amo lo que hago, creo que cuando llegue esa persona lo podré compaginar, al menos, estar con esa persona el tiempo necesario... Eso de un amor para siempre, lo veo ya poco realista en esta vida. ¡Qué padre! digo, ¡estaría increíble! pero si no se puede, también está bien.

Dependiendo de qué sea… Si es algo creativo, quizá a mi hermana; si es amoroso o personal, pues a mis mejores amigos; si es una duda como más familiar, a mis papás…

Lo que hizo muy bien mi mamá es hacernos a mí y a mi hermana gentes agradecidas, y también nos enseñó bien a que no nos importara el qué dirán. Haz las cosas como quieras, sin importar qué digan.

Él siempre ha sido una persona que respetaba mucho sin imponernos nada. Respeta mucho a todos por su manera de ser y de pensar, nos dio el ejemplo de cómo ser feliz sin meterse en la vida de los demás. Más que consejos de mis papás, lo que caló más hondo es el ejemplo de ver cómo ellos han vivido su vida.

No sé si es miedo a envejecer, sino miedo a sentir cómo se te va la vida… ¡quiero hacer más cosas! Estoy en un momento tan pleno y tan bonito, que más que nada lo que quiero es tiempo, que entre más años pasan, más rápido se vuelan… Es una sensación como de prisa, donde a veces hay que también aprender a disfrutar la vida y cada momento, pero sí, más que nada, es eso, añorar tener más tiempo, que comienza a pasar tan y tan rápido.

Es muy complicado y algo con lo que tienes que aprender a vivir todos los días y parte de la vocación de esta carrera, que es una carrera de fondo. Aunque todos somos rechazados en algún momento, por un amigo, por una pareja, en el trabajo, por algún miembro de tu familia, realmente todos nos topamos con esto en la vida. Mi consejo sería que siempre hay que seguir trabajando primero en uno mismo, tener amor propio, ser incluso un poco egoísta en ese sentido, quererse más, ver qué quieres y qué necesitas. Por ahí puedes balancearlo un poco, agradecer lo que uno tiene, pero es complicado.

Tener un plan B es muy necesario y muy útil también, -añade después de una breve pausa-. En un momento donde sentí que las cosas no estaban funcionando y que me estaba sintiendo rechazada, fue cuando empecé a escribir Ana, - su exitoso show de Netflix. - Eso a mí me hacía feliz, me llenaba, ponerse creativo es sin duda la mejor solución. “Ok, no me contrataron, pero vuelvo a mi casa y sigo creando y me sigo divirtiendo”. Quizá te gusta cocinar, o dirigir, o tener un negocio aparte… Creo que todos, ahora sí, no podemos poner todos los huevos en la misma canasta y siempre hay que tener algo que nos haga feliz para poder manejar el rechazo y continuar hacia delante.

Le diría primero que tuviera unos ahorros y segundo, que tuviera un plan B. Si alguien quiere venir a Los Ángeles, genial, pero afortunadamente creo que ahora con todos los avances tecnológicos, estamos tan organizados y conectados, que muchas veces ya no necesitas moverte de tu país, porque ya puedes audicionar en línea desde donde quiera que estés, la tecnología ha ayudado muchísimo. Lo que yo sí les diría es que se preparen lo más posible, que acepten que van a estar en un mercado más universal y que van a tener que estar mejor y más preparados que antes, porque estás compitiendo con la gente más ambiciosa, con más experiencia y top del mundo. Lo que yo recomiendo es que, vengan o no a la ciudad de Los Ángeles, si quieres trabajar con los mejores en esta carrera, tienen que prepararse todo el tiempo. Yo misma todavía tengo muchas inseguridades, cosas donde me siento en desventaja, por eso decía antes, prepárense lo más que puedan porque yo a veces me siento como nadando contra corriente, tratando de no quedarme atrás, porque a veces entiendo que no he tenido la educación que yo hubiera querido tener….

La actuación es extraña… -reflexiona- No puedes estar como un músico ensayando todos los días, hay que estar todo el tiempo trabajando en estar bien, en ver cine, en leer teatro, en leer poesía, en ver producciones, tienes que estar preparándote constantemente y ser muy disciplinado. Todo eso te va a llevar a estar donde quieres estar.

No sé, quizá lo que me gusta a mí, no te gusta a ti. Lo que más recomiendo es leer muchas biografías. Si te gusta actuar o cantar, fíjate mucho en lo que la gente que admiras ha hecho, cómo lo ha hecho, las cosas por las que han pasado, A mí me encanta Jane Fonda. Cualquier cosa que sale de ella, entrevistas o lo que sea, siempre lo veo porque me inspira muchísimo.

La verdad es que yo consumo más primero, comedia, después drama, son los dos géneros que siempre más me han gustado. El terror lo veía, me divierte, no me da miedo y las películas de acción era lo que menos me atraía. El terror es más divertido de filmar y la acción mucho más complicada, más pesada, por los tiempos, etc. Pero la satisfacción de verlo al final todo junto es como WOW, te ves como si realmente estuvieras haciendo algo que nunca harías. Como actor, es cuándo más alejado te ves de realidades que vives tú. Yo soy cero de stunts y cosas así, por eso para mí es súper divertido verme de esa manera y me encantaría seguir haciéndolo.