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La historia del asesinato de la británica Caroline Crouch en Grecia dio la vuelta al mundo. Se reportaba que asaltantes habían entrado a su casa, amenazando a su esposo e hija antes de quitarle la vida. El marido, el griego Babis Anagnostopoulos, rindió su testimonio y se mostraba devastado ante lo sucedido. Todavía en el funeral de su mujer, se le veía consolando a su suegra ante esta irreparable pérdida y dando un mensaje en su memoria. Fue precisamente durante un servicio en memoria de la mujer cuando Babis recibió una llamada de la policía, se despidió de la familia diciendo que se le había pedido ir a identificar a un sospechoso, pero lo que nadie imaginaba es que tras ocho horas de interrogatorio, quien confesaría sería él. El hombre de 33 años fue quien mató a su esposa y luego elaboró un complicado escenario para hacer creer a la policía que se había tratado de un asalto.
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“No quería ir a prisión, porque quería criar a mi hija”, se reporta que el hombre justificó a la policía sobre lo sucedido. Según lo que confesó, la mató cuando Caroline lo amenazó con divorciarse y llevarse a su hija de apenas 11 meses con ella durante una pelea que se dio en su casa. La policía tardó seis semanas de investigación para alinear toda la evidencia y poder interrogar al hombre, quien se dice en las primeras horas del interrogatorio reveló su culpabilidad.
Pero, ¿cómo fue que comenzaron a sospechar de él? El jefe de la policía local ha declarado que los detectives desconfiaron de él desde el momento en el que llegaron a la casa, pero no tenían evidencia para culparlo, hasta que poco a poco se dieron las cosas. El fitness tracker de Caroline fue el que lo delató, pues el dispositivo registraba que el corazón de la mujer había dejado de latir antes del supuesto asalto. La tecnología jugó en contra del sujeto, pues también su celular mostraba que había estado moviéndose hacia el sótano de la casa, a pesar de que decía haber estado amarrado desde el ataque, además de que la cámara de seguridad de la casa mostraba que la tarjeta de memoria se había retirado a la 1:20 am, horas antes del supuesto ataque.
El hombre había relatado que un grupo de tres hombres encapuchados habían entrado a su casa, amenazando a su hija con una pistola, amarrándolo a él, matando a su mascota y asfixiando a Caroline, antes de robar alrededor de 10,000 libras en efectivo. Con esta historia hecha pública, el hombre sostuvo su papel de viudo destruido, dando varias entrevistas.
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La pareja se conoció en Alonissos, donde él se encontraba vacacionando y Caroline había vivido desde los 8 años, llegarían al altar en el 2018. Con el paso del tiempo, la relación comenzó a deteriorarse, al punto en el que ella le pidió que dejara la casa, además de pedirle el divorcio. La fatídica noche, la pareja había estado peleando por mensajes de texto, hasta que Babis asfixió a Caroline en su habitación, para después matar al perro de la familia con la intención de hacer más creíble la historia del asalto. Según los registros del celular de la chica de 20 años, esa noche había intentado reservar una habitación de hotel para ella y su hija, y había anunciado a una amiga su intención de dejarlo.
¿De dónde sacó la historia del asalto?
Uno de los instructores de vuelo de Babis, quien es piloto, ha declarado a ANT1 que la historia que el hombre relató es casi idéntica a la que él y su esposa vivieron hace dos años. El instructor cree que Babis escuchó la historia de alguien en el aeropuerto, pues lo que había pasado se hizo conocido cuando él y su esposa necesitaron donaciones de sangre. Al escuchar por primera vez lo que Babis dijo que había pasado, él pensó que se trataba de la misma banda de asaltantes y fue a la policía a reportarlo, pero ahora sabe que todo fue una fabricación a partir de su historia.
