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La mujer que pudo haber cambiado el rumbo de la carrera espacial

En el Día Internacional de la Mujer recordamos Jerrie Cobb, la piloto que hizo de todo para poder ir al espacio


Marzo 8, 2021 4:28 PM EST

Cómo olvidar aquella frase ‘Un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la humanidad’. ¿Te imaginas qué hubiera pasado si quien hubiera dado aquel primer paso sobre la luna hubiera sido una mujer? Esto no hubiera sido tan descabellado, pues a la par de Neil Armstrong había una mujer que hizo todas las pruebas para poder viajar a la luna consiguiendo los resultados más alentadores. Su nombre era Jerrie Cobb y era piloto cuando en 1959 formó parte del Mercury 13, un grupo de mujeres seleccionadas para realizar las pruebas que determinarían quién podría realizar el viaje espacial. Sorprendentemente, Jerrie superó todas las pruebas en los niveles más altos.

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Nacida en Oklahoma en 1931, Jerrie voló por primera vez con su padre cuando tenía solamente 12 años, a los 16 ya volaba en algunos trabajos en avionetas, y a los 17 ya tenía su licencia de piloto privado. Solamente un año después, conseguiría su licencia de piloto comercial. El regreso de los pilotos de la guerra hizo que Jerrie se enfrentara a la discriminación por ser mujer, pero eso no impidió que rompiera tres récords de aviación antes de cumplir 30 años.

En 1959, consiguió tener el vuelo más largo sin detenerse, el mismo el récord por el vuelo más rápido en un ultraligero y en 1960 el de la altitud más alta conseguida en un ultraligero. Su carrera era tan exitosa que recibió el título de Piloto del Año y la medalla Amelia Earhart al mérito.

Con esas credenciales no sorprendió que Cobb participara exitosamente en las pruebas realizadas al Mercury 13, en el 13 exitosas pilotos realizaron los mismos exámenes tanto físicos como psicológicos que los astronautas que serían seleccionados para viajar a la luna. Sorprendentemente, se ha reportado que Jerrie calificó en todas las pruebas en el 2% tanto de hombres como de mujeres, siendo una de las mejor evaluadas de ambos sexos para realizar el viaje. Lo que nadie sabía es que el científico que realizó las pruebas no contaba con la autorización de la NASA, por lo que las pruebas realizadas en mujeres no estaban consideradas en la selección de quienes harían el histórico recorrido.

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Nosotros las mujeres pilotos que queremos ser parte de la investigación y participación en la exploración espacial no estamos tratando de unirnos a la guerra de los sexos. Vemos, únicamente, un lugar en el futuro espacial de nuestro país sin discriminación”, decía enfática cuando en su lucha para que las mujeres pudieran convertirse en astronautas, Jerrie llegó hasta al Congreso de Estados Unidos, desgraciadamente, no consiguió ir al espacio. Solamente un año después de aquel discurso, 1963, la Unión Soviética envió a su primera mujer astronauta en una misión espacial, Valentina Tereshkova -20 años antes que Estados Unidos-. Jerrie buscó después que se le permitiera entrenar con los astronautas de la NASA, pero en aquel momento, solamente los pilotos militares podían aplicar para la posición, algo que inmediatamente excluía a todas las mujeres.

Una carrera humanitaria

Sin una respuesta favorable, Jerrie no se dejó vencer y empezó una carrera humanitaria de tres décadas en Sudamérica. Con su conocimiento como piloto, descubrió nuevas rutas aéreas en los lugares más peligrosos de la región. Su entrega fue tal que en 1981 fue nominada al Premio Nobel de la Paz.

Su lucha por ir al espacio no se acabaría, en 1999 un grupo decidiría impulsar el que se le enviara en una misión para estudiar el envejecimiento en esas circunstancias. Al ser una mujer de edad avanzada, se consideraba que Cobb era la candidata perfecta, pero esa vez fue rechazada, no por ser mujer, sino por ser un adulto mayor. Desgraciadamente, Jerrie nunca cumplió su sueño, pero se cree que fue ella quien comenzó el camino para que otras mujeres pudieran hacerlo. Desgraciadamente, falleció en el 2019 a los 88 años.