En medio de la pandemia, a Gaby Espino le llegó la gran bendición de participar en La Suerte de Loli , la cual se estrena el próximo 26 de enero (9pm/8c por Telemundo ). Además de poder desarrollar su carrera en un momento tan convulso, la venezolana tuvo la dicha de compartir con un gran elenco, formado por Silvia Navarro, Osvaldo Benavides, Jacky Bracamontes, Christian Chávez, entre otros artistas, con los que creó un gran vínculo. A pesar de las restricciones sanitarias de la pandemia, Gaby la pasó increíblemente bien y lo mejor de todo, es que sacó adelante –junto con sus compañeros—un proyecto que promete ser uno de los favoritos de la audiencia.
Paulina, el personaje de la actriz, verá su mundo transformado por la llegada de Loli (Silvia Navarro) a Global Studios, pues la verá como una rival que podría opacar su vida perfecta de influencer, la cual no lo es tanto; pues su matrimonio con Rafael (Osvaldo Benavides) está a punto de quebrar y la relación con su hija Jessica (Marielena Dávila) cada día se desgasta más. En entrevista con HOLA! USA, Gaby conversó sobre su trabajo en este proyecto, así como de la complejidad de su personaje y de cómo, a diferencia de este, ella tiene una gran relación con su hija Oriana.
“Para mí es muy especial estar en un proyecto como este, sobre todo por lo que estamos pasando en el mundo entero”, indicó Gaby. “(La Suerte de Loli) es un proyecto con mucha buena vibra, con risas, con gente maravillosa a la que doy gracias de haber podido compartir este proyecto con ellas porque he aprendido muchísimo y me he divertido muchísimo”.
Para la también conductora, fue aún mejor porque se llevó a cabo en la ciudad donde reside, así que no tuvo que trasladarse a otra ciudad lejos de sus dos hijos, Oriana y Nickolas. “Te puedo decir que para mí ha sido un proyecto muy especial además estoy en Miami, donde esta mi casa, donde están mis hijos”.
En este nuevo reto profesional coincidió con la actriz mexicana Silvia Navarro, con quien forjó una linda relación, e incluso se declaró su fan. “A Silvia la admiro de toda la vida, amo su trabajo. Es una súper actriz, pero ahora la admiro más porque la conozco como persona y es maravillosa y buena compañera”, compartió. “Tengo tantas cosas bonitas que me quedan de Silvia que estoy muy agradecida de haber podido trabajar con ella y de haberla podido conocer como ser humano”.
En la ficción, su personaje se verá amenazado por Loli, pero no de la forma dramática como solíamos ver en las telenovelas de antaño, sino desde un nivel diferente, porque Paulina vive de las apariencias, mientras que Loli es 100% auténtica. “Mi personaje no es una persona mala, sino que tiene otra perspectiva de la vida y van pasando situaciones y ella va reaccionando. Entonces, no ha sido así como que está arriba y cuando está con Loli la quiere matar. ¡Para nada! Son situaciones que además se van a reír muchísimo, está muy simpática la historia y este todo el elenco”.
Con la llegada del COVID-19 el mundo cambió, y las cadenas de televisión se tuvieron que adaptar a la nueva normalidad. Telemundo llevó a cabo los protocolos más estrictos para resguardar a los involucrados en La Suerte de Loli y crear el espacio más seguro de trabajo, sin embargo, Gaby reconoce que fue un desafío total. “Ha sido difícil pues ha sido una logística complicada, ha sido diferente, pero al final del día nos da la satisfacción de poder seguir haciendo lo que nos gusta, lo que amamos. Telemundo nos dio la oportunidad de seguir trabajando en lo que nos gusta”.
La relación con su hija mayor
En la ficción, Paulina lidia con la dura relación que tiene con su hija, pero en la vida real, Gaby tiene una excelente relación con Oriana. Y es que la artista asegura que la clave es la comunicación. “Yo trato de ser su amiga sin que se olvide que soy su mamá. Trato de estar ahí con ella, de estar involucrada en su vida y de que sienta que podemos conversar, que tenga confianza”.
La estrella de Santa Diabla contó que con su hija de 12 años ya ha hablado de muchas situaciones relacionadas con su desarrollo. “Cada conversación va a acorde una edad. En mi casa siempre fueron muy abiertos y yo he tenido la bendición de poder tener ese tipo de relación con mi mamá. La tuve con mi papá y con mis hermanos y entonces, quiero que en mi familia, la que estoy formando, sea lo mismo. Que se sientan con libertad de contar las cosas, de que no haya como tabúes”.