En julio de 2018 Demi Lovato vivió uno de los episodios más fuertes de su vida: una sobredosis que la puso en grave riesgo. Su misma familia reveló en su momento que tras aquel desafortunado incidente había incertidumbre sobre el futuro de la cantante, pues no sabían a ciencia cierta lo que pasaría con ella. Afortunadamente la estrella pop pudo salir victoriosa y se recuperó por completo e incluso ya ha retomado su carrera en la música. Pero eso no significa que ella haya olvidado lo vivido y ahora ha reflexionado sobre los motivos que propiciaron que llegara a tan difícil situación.
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Luego de su regreso triunfal a los escenarios con una conmovedora interpretación en los Grammy el pasado mes de enero, Demi acudió al programa de Ellen DeGeneres donde habló reveló que sus problemas alimenticios dieron pie de alguna forma a la sobredosis que sufrió. “Durante estos últimos años siento que he vivido una vida que no era mía. He tenido problemas alimenticios que han pasado después a otros problemas, pero sentí que mi vida estaba siendo controlada por mucha gente a mi alrededor”, confesó la intérprete de 27 años.
Demi ahondó en el tema y reveló incluso las tácticas que usaba su entonces equipo para impedir que ella comiera algo que estuviera fuera de su estricta dieta. “Si tenía que estar en un hotel, sacaban el teléfono de mi habitación para que no pudiera pedir comida del servicio a la habitación y si había fruta la sacaban porque eso era azúcar extra”, recordó. La cantante contó incluso que durante mucho tiempo no pudo disfrutar de típico pastel de cumpleaños, pues tenía que ceñirse a su plan alimenticio. "Durante años ni siquiera tuve un pastel de cumpleaños, tenía un pastel de sandía: cortas la sandía en forma de tarta y le pones crema batida encima”, explicó.
“Mi bulimia empeoró y pedí ayuda pero no recibí la ayuda que necesitaba. Me sentí peor que cuando bebía, así que pensé: ‘Tengo seis años sobria y soy miserable, ¿por qué sigo sobria?’”, recordó la cantante. Con estos pensamientos rondando por su cabeza, Demi recurrió a su equipo y la respuesta estuvo muy lejos de hacerla sentir mejor. “Mandé un mensaje a mi equipo de ese entonces y me respondieron diciendo: ‘Estás siendo muy egoísta. Esto arruinará las cosas, no sólo para ti, sino para nosotros también’”, continuó. La joven admitió que sintió abandonada y eso propició que recurriera al alcohol. "Bebí y fui a una fiesta donde había otras cosas. Esto fue tres meses antes de que acabara en el hospital con una sobredosis. Yo he tomado las decisiones que me han llevado a esta posición en la que estoy hoy", reconoció.
Finalmente, tras la crisis que vivió, Demi tomó la resolución de cambiar de equipo y ahora las cosas son muy diferentes. “Tengo un nuevo equipo, cuando cumplí 27, Scooter Braun, mi manager, me dio el mejor pastel. Celebré con Ariana Grande y pasamos un cumpleaños genial”, contó la cantante, admitiendo que fue muy bueno el sentirse apoyada por su gente. “Es peligroso controlar la comida de alguien que está en recuperación de un desorden alimenticio”, reflexionó.