Después de más de siete horas de audiencia, el juez Alan Fine determinó -tras analizar las pruebas de ambas partes- que la reacción de Pablo Lyle contra el fallecido Juan Hérnandez, no se puede acoger a la ley de Stand Your Ground, por lo que llamó a un juicio. Luego de que el actor, su esposa y su cuñado relataran lo ocurrido, el juez del condado de Miami-Dade ordenó que el caso no se ajusta a la versión de que actuó en defensa propia, así que los abogados de Lyle no consiguieron que los cargos fueran desestimados; por ende, le fue negada su libertad y ahora será un jurado el que dicte sentencia.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Tal como lo habían adelantado los abogados del actor, su estrategia estuvo apegada a ley de defensa propia conocida como Stand Your Ground que, en Florida, permite el uso de la fuerza letal, en caso de sentir comprometida tu seguridad: “Pablo quería proteger a su familia y temía que Hernández estuviera armado. Sólo le pegó una vez, no usó una piedra ni le pegó repetidamente”, señaló la defensa en uno de sus encuentros con la prensa. Para ello, llamaron al estrado a Lyle quien narró lo ocurrido aquella tarde en la que, él y su familia, se dirigían al aeropuerto para regresar a México, luego de unos días de vacaciones.
Visiblemente conmovido, el actor contó lo sucedido y reiteró que en todo momentó pensó en su familia que se encontraba muy asustada en el carro. Durante su testimonio, la defensa proyectó el video y le fue preguntando lo ocurrido en cada instante. Mientras le contaba al juez, Pablo no pudo contener las lágrimas, incluso, hizo una pausa que aprovechó para tomar agua. Recalcó que aunque dejó el lugar del incidente, cuando las autoridades lo requirieron en el aeropuerto colaboró en todo momento.
Durante la audiencia, también se escuchó el relato de dos testigos oculares, madre e hija, que el día de los hechos transitaban por la misma vía donde ocurrió el altercado. Una de ellas contó cómo, cuando Pablo Lyle se dirigió a Hernández, la víctima gritó: "¡No me golpees!" e incluso aseguró que intentó cubrirse el rostro con las manos. Tras recibir el golpe -según lo narrado por las testigos- Juan Hernández cayó al piso y ya no se movió, ambas coincidieron en que Pablo descendió del coche muy enojado.
Por otra parte, Ana Araujo y Lucas Delfino (esposa y cuñado de actor) contaron que Juan Hernández sostuvo en todo momento una actitud muy agresiva que provocó el temor de todos en el coche: "Los niños se asustaron mucho con los gritos, Mauro (su hijo pequeño) me abrazó, Aranza (su hija mayor) se hizo bolita, yo me enfoqué en tratar de protegerlos y en que Thiago (hijo de Lucas) no viera lo que le podría ocurrirle a su papá (...) Yo estaba muy asustada, quise ayudarlo (a detener el coche), pero tenía el cinturón de seguridad", comentó Ana durante su testimonio. La esposa del actor aseguró que cuando Pablo se bajó del carro le gritó a Hernández: "Tranquilo, ¡hay niños en el coche, hay niños en el coche!”.
MÁS NOTAS RELACIONADAS
- Tras una larga espera, Pablo Lyle acude a su cita crucial en la Corte y esto es lo que se sabe hasta ahora
- A pocos días del juicio de Pablo Lyle su defensa acude nuevamente a la Corte
- Pablo Lyle y su defensa reciben negativa por parte del juez a una de sus peticione
Tras el deshago de pruebas, el juez determinó que era imposible retirarle los cargos al actor, más bien, amplió el plazo para la sentencia y ordenó que el caso se lleve a juicio para que sea un jurado el que emita el veredicto. Tras las conclusiones, el actor y su familia dejaron la Corte y se dirigieron al departamento en el que el cumple con su prisión domiciliaria, donde continuará con hasta que el juicio termine.