Allison Kimmey es una valiente madre que tiene un mensaje muy importante para todos los padres del mundo: ser gordo no es indigno, no es cómico, no es grosero y sobre todo, no es indeseable. Esta hermosa mujer vivió un momento un tanto incómodo con sus hijos que la llevo a compartir una importante reflexión en su perfil de Facebook.
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“Mi hija me llamó gorda hoy”, así comienza Allison a contar la historia que hoy se ha vuelto viral. “Ella estaba molesta porque les hice salir de la piscina, entonces le dijo a su hermano que mamá era gorda. Le pedí que me encontrara arriba para poder charlar”. A continuación, como si se tratará de un cuento, Allison narra paso a paso el diálogo que inició con sus hijos para enseñarles una importante lección.
- Yo: ¿Qué dijiste de mí?
- Ella: Dije que eras gorda, mamá, lo siento.
- Yo: Hablemos de ello. La verdad es que no soy gorda. Nadie está gordo. No es algo que puedas ser. Pero tengo grasa. Todos tenemos grasa. Protege nuestros músculos y nuestros huesos y mantiene nuestro cuerpo al proporcionar energía. ¿Tienes grasa?
- Ella: ¡Sí! Tengo algo aquí en mi barriga.
- Yo: ¡Eso es correcto! ¡Y yo también y tu hermano también tiene un poco!
- Su hermano: No tengo grasa, soy el más delgado, solo tengo músculos.
- Yo: En realidad todo el mundo tiene grasa. Pero cada uno de nosotros tiene cantidades diferentes.
- Su hermano: ¡Oh, claro! ¡Tengo algunos para proteger mis grandes músculos! Pero tienes más que yo.
- Yo: Sí, eso es verdad. Algunas personas tienen mucha, y otras no tienen tanta. Pero eso no significa que una persona sea mejor que la otra, ¿entienden ambos?
- Ambos: Sí, mamá.
- Yo: ¿Pueden repetir lo que dije?
- Ellos: ¡Sí! No debería decir que alguien está gordo porque no puede serlo, sólo grasa, pero todo el mundo tiene grasa y está bien tener grasa.
- Yo: ¡Exactamente!
- Ellos: ¿Podemos volver a la piscina ahora?
- Yo: No
Allison explica que siempre que el tema del "peso" sale a relucir en su hogar, debe elegir cómo lo va a manejar, ya que ella intenta enseñar a sus hijos que ser gordo no es algo malo. “Si avergüenzo a mis hijos por decirlo, entonces estoy demostrando que es una palabra insultante y continúo el estigma de que ser gordo es indigno, grosero, cómico e indeseable”, escribe Allison en su publicación.
“Puesto que no llamamos a la gente gorda como un insulto en mi casa, tengo que asumir que esta idea surgió de algún lugar o de otra persona. Nuestros niños se alimentan de ideas desde todos los ángulos, hay que entender que eso sucederá: en una casa de amigos cuyos padres tienen valores diferentes, viendo un programa de televisión o una película u oyendo a alguien en la escuela”, continúa. “Las ideas sobre la imagen corporal ya están filtrándose en las mentes de los más pequeños. Es nuestro trabajo seguir siendo la voz más fuerte, más aceptable, positiva y CONSISTENTE que escuchan. Para que entonces, pueda superar al resto."
Sin duda, Allison ha alzado la voz y muchas personas están prestando atención, pues su mensaje refleja el peso que tienen los valores en la educación de un niño, y cómo estos pueden combatir de frente con los estigmas y los estereotipos sociales que son capaces de herir en niveles inimaginables el autoestima y la seguridad de muchas personas.