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A sus 35 años de edad, el mexicano Manuel García Rulfo ya puede presumir de su consistente carrera en el cine Hollywoodense. Originario de Guadalajara, el actor es directo al momento de describirse: “Yo soy Manuel aquí y en Hollywood”. Sencillo, carismático y con un talento que habla por sí solo, el mexicano nos habla en exclusiva para ¡HOLA! México.com de cómo fue que descubrió su pasión por la actuación y de sus logros, el último, su participación estelar en la cita The Magnificent Seven, cinta que se estrenará en nuestro país en enero de 2017 y en la que compartió créditos con Denzel Washington, Chris Pratt, Vincent D’Onofri y Ethan Hawke.
Peldaño a peldaño, el mexicano a logrado hacerse de un nombre en la meca del cine, pero, ¿en qué momento supo que la actuación era su camino?, él mismo nos lo revela: “Siempre tuve la espina de la actuación, desde chico. Mi abuelo era muy fanático del cine y me acuerdo que siempre cargaba con su cámara de 16 milímetros y él armaba, en sus tiempos libres, sus historias, sus cortometrajes y ahí nos ponía a actuar a todos los nietos. Yo creo que de ahí nace todo”.
Aunque ahora ha sido dirigido por Robert Rodriguez y ha actuado junto a Jennifer Aniston, cuando comenzó con esta aventura de la actuación, el tapatío confiesa que el miedo lo llevó a errar la carrera. “En la secundaria y en la preparatoria formé parte del taller de teatro, pastorelas, etcétera. Me encantaba y me sentía muy bien haciéndolo. Por otra parte, siempre le tuve un poco de miedo, porque, no sé, yo creo que las cosas que más te apasionan es a las que más le temes fracasar, entonces le tenía mucho miedo y me decidí a estudiar Comunicación”
Con gracia, el actor admite que las aulas, simplemente no eran lo suyo: “Me corrieron de la escuela… ya ni me acuerdo en qué semestre me quedé. Recuerdo que me corrieron por faltas. En ese entonces yo estaba ayudando en un detrás de cámaras de unos músicos que me invitaron a hacerlo y, como a mí me encantaba todo eso, pues dije ‘seguro voy a aprender más haciendo esto, con la práctica, que lo que voy a aprender en un año de estar estudiando”, revela risueño.
Franco y muy satisfecho por haber abandonado la escuela, Manuel asegura: “No era lo mío, me funcionó tener el valor de dedicarme a esto (la actuación)”. Así, valiente, el mexicano se ha dedicado a encantar a los productores con su talento, pero no es ningún improvisado, después de dejar la Universidad viajó a California para comenzar a escribir su primer capítulo, ahora como estudiante de actuación: “Me fui a Los Ángeles a estudiar, me preparé ahí en Larry Moss Studio y luego regresé a México, donde agarré mi primer largometraje que se llama La Última y Nos Vamos. Me quedé a trabajar aquí en México, luego vino 180 Grados”.
Sí, fue México su país natal el que le dio su primera oportunidad en la actuación y, el lugar donde el joven actor adquirió experiencia para, luego, enfrentarse con la frente en alto a Hollywood, pero antes de eso, Manuel tuvo que atravesar por una etapa de reflexión y regreso a sus raíces: “Después, no sé, se me apagó la chispita y me dio por ser ranchero. Me fui a mi rancho a trabajar a sembrar limones y a ser agricultor y nada, estuve como dos años que me salí de la industria de la actuación".
Lo que parecía el fin, se convirtió en el principio de la etapa más fructífera de Manuel. Tras dos años alejado de las cámaras, el tapatío regresó a la actuación a cosechar éxitos: “Luego por arte del destino – a mí me gusta mucho la fotografía- me fui a hacer un curso a Los Ángeles, justamente ahí, porque estaba un amigo y no me cobraba hospedaje y me salía más barato”. Fue a su regreso a Los Ángeles cuando un amigo le presentó a un agente, quien lo mandó a un casting para la cinta Bless Me, Ultima, basada en la novela de Rudolfo Anaya, fue gracias a ese proyecto que Manuel tuvo la inquietud de volver a su pasión. El resto es historia, cuando García Rulfo sintió que “se me prendió otra vez el fueguito”, el cielo se convirtió en su límite.
“Hice una serie con Robert Rodríguez, estuve en la primera y segunda temporada, tuve una participación en la cinta Cake, con Jennifer Aniston. Pero, también acá eh, me vine a hacer una serie que produjo Canana que se llamó Alguien Más, después me regresé a Estados Unidos y, bueno (…) Lo más reciente que hice en Hollywood esta película de The Magnificent Seven y después de eso me vine a México para hacer La Vida Inmoral de la Pareja Ideal, de Manolo Caro. Y pues así he estado entre México y Estados Unidos”.
Aunque es de los pocos mexicanos que puede hablar de triunfos en Hollywood, Manuel García Rulfo da muestra de su sencillez y admite que Hollywood no es un obsesión y no está “casado” con lo hecho en esa industria: “Yo me caso con el buen cine, con las buenas historias, con el buen teatro, ya sea aquí, en México, en España, donde sea”.
Como buen mexicano, su tierra siempre será su tierra y, aunque las luces brillen muy fuerte, siempre trata de volver a su hogar: “Soy muy hogareño, voy mucho a Guadalajara”, nos confesó el actor, quien por el momento se encuentra soltero y disfrutando de la profesión que le llena el alma: la actuación.
