Diez años son demasiados, dirían algunos, pero para los profesionales, los verdaderamente apasionados, el tiempo no hace mas que acumular energía y pasión y, cuando finalmente éstas se liberan generan una explosión de magia muy difícil de detener.
Así fue este fin de semana para Thalía, quien después de diez años sin salir de gira arrancó su nuevo 'tour' en Chicago, en Estados Unidos. ¡Viva! es un viaje musical que la llevará a Los Angeles, Houston, Nueva York, México y Sudamérica, en donde la cantante se reencontrará cara a cara con sus fan que han estado aguardando fielmente por ella.
Desafiando todos los esquemas, Thalía decidió promover su más reciente trabajo discográfico, 'Habítame siempre', (con el que ya ha roto récords de ventas) en ciudades estadounidenses cuya población hispana es inferior a la de estados de tradición latina como Florida o California.
Y aunque la estrella se ha presentado en foros tan importantes e imponentes como una velada en la Casa Blanca (donde sacó a bailar al presidente de Estados Unidos), el Teletón y presentaciones en TV, Thalía confiesa que aún siente nervios antes de salir al escenario en sus conciertos.
'Siento mucho nerviosismo durante los 30 minutos que preceden al espectáculo. Pero una vez que te subes al escenario y recibes el amor de la gente, todas las inseguridades se disipan y empiezas a disfrutar de todo ese calor humano'.
Thalía dejó de lado su faceta musical durante diez años en los que se casó con el conocido empresario musical Tommy Mottola, se convirtió en madre de dos preciosos niños (Sabrina y Mattew), y en los que experimentó el secuestro de sus hermanas y después la muerte de su madre (Yolanda Miranda), pero justo todas experiencias acumuladas son las que le han dado la nueva energía y la pasión para retomar, en grande, su carrera musical.