Tras la muerte del papa Francisco, el mundo entero se encuentra expectante con respecto al último adiós que se le dará al Sumo Pontífice, quien falleció en pasado 21 de abril a la edad de 88 años y a causa de un derrame cerebral seguido de un colapso cardiovascular irreversible. El Vaticano ha difundido las primeras imágenes del funeral de Jorge Bergoglio, líder de la iglesia católica número 266, en las cuales se le ve dentro de su féretro.
Las fotos muestran a Francisco vestido con una túnica roja –color litúrgico reservado para los funerales papales –, una mitra blanca sobre la cabeza y un rosario negro atado entre sus manos como símbolo de su profunda devoción mariana.
El ataúd en el que yace el papa de madera, forrado en terciopelo rojo y ubicado en el centro de la capilla privada de la residencia, lugar en el que siempre estuvo rodeado de sus colaboradores más cercanos y numerosos cardenales que se encuentran en Roma.
Todo este proceso forma parte de un estricto protocolo que se desarrolla a la muerte de un papa. Su humilde y sencillo apartamento en Santa Marta fue sellado de manera oficial, tal y como se estipula en la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, mientras se procede a completar los servicios fúnebres.
El miércoles 23 de abril, su cuerpo será trasladado a la Basílica de San Pedro y será puesto a disposición de los fieles para que puedan despedirse en la capilla ardiente. Según lo anunció la oficina de prensa del Vaticano, la ceremonia de traslado marcará el inicio de un multitudinario homenaje el cual contará con la presencia de peregrinos de todas parte del mundo que se darán cita en Roma.
La fecha de los funerales están por definirse, según lo disponga la Congregación de Cardenales, los cuales se celebrarán entre el cuarto y sexto día de su muerte, es decir, entre el viernes 25 y el domingo 27 de abril.
Cumpliendo con su voluntad testamentaria, la tumba del papa, y por ende su destino final, está ubicada en la Capilla Paulina. Sus exequias serán como él mismo las pidió: austeras y sin pomposidad. Sin ornamentaciones ni epitafios, solo su nombre en latín: Franciscus.
Este detalle lo convierte en el primer papa en más de un siglo en ser sepultado fuera del vaticano, justo frente al ícono de la Salus Populi Romani, ante el cual solía rezar antes y después de cada viaje apostólico.
Su funeral ha convocado a una serie de personalidades, líderes políticos y monarcas de todo el mundo. Muestras de respeto se han puesto en manifiesto: la torre Eiffel fue apagada como señal de duelo. Donald y Melania Trump han confirmado su asistencia. También asistirán el presidente de Francia, Emmanuel Macron, entre otras delegaciones de representantes oficiales y jefes religiosos.